Capítulo 11: Ran Chen

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El Bosque de Bambú Púrpura fuera del Templo del Dios Asesino.

El lugar estaba lleno de hierba amarilla y árboles muertos, lo que hacía que el cielo fuera aún más sombrío y oscuro.

Ran Chen cambió su temperamento gentil y confuciano anterior, y su tez de repente se volvió fría. Mientras agitaba la mano, una enorme y transparente imagen de espejo apareció frente a él.

Dentro de la imagen del espejo había una figura fantasmal con un rostro espantoso, tan delgado como un hueso marchito, cuya voz sonaba espeluznante y traicionera.

"¿Qué quiere el Dios Demonio?".

Las cejas de Ran Chen se entrelazaron, y el tono de su voz era frío y horripilante: "¡Quiero que Ye Junli muera! ¡Quiero que muera!"

Era casi como si hiciera todo lo posible por forzar la salida de esta frase de resentimiento de su dantian [1], al mencionar el nombre de Ye Junli, su mente no podía dejar de pensar en el aspecto desgarradoramente moribundo de Yun Qian, y se sintió aún más resentido hasta la médula.

El fantasma de la imagen del espejo replicó: "Dios Demonio, el poder mágico de Ye Junli es excesivamente fuerte hoy en día, aún no somos capaces de luchar contra él... Has allanado el camino durante tanto tiempo, no debes abandonar tu trabajo antes..."

La respiración del demonio no subía ni bajaba a mitad de camino, pero también revelaba inexplicablemente una sensación de sentida ansiedad.

"¡Pero no me lo esperaba! El camino que tanto me costó allanar se ha vuelto costoso para él..." Mencionando a Yun Qian, Ran Chen cubrió su rostro de dolor, su voz temblaba suavemente, aparentemente atrapado en una pena sin fin.

"Dios Demonio, ¿quién es? ¿Qué quiere que haga mi subordinado?". El demonio observó a su maestro caer en una rara pena, y no pudo evitar preguntarse.

Ran Chen intentó calmarse a medias, haciendo acopio de sus emociones, el fondo de sus ojos tan profundo como un charco de fango oscuro e impredecible.

"Es a él a quien quiero proteger. Envía mis órdenes abajo, asegúrate de encontrar una píldora espiritual llamada Píldora Protectora del Corazón, y también, no hagas más ruido por el lado del Templo del Dios Asesino por el momento."

" ¡Entendido, mi subordinado!" Ran Chen siguió con una onda de luz, y la imagen del espejo desapareció instantáneamente.

Reanudó su postura gentil anterior, sólo que sus cejas ya no llevaban una sonrisa.

Ran Chen arrastró una sombra incomparablemente larga de vuelta al Palacio Ye Shang, y tan pronto como entró, alcanzó a ver a Ye Junli contemplando al dormido Yun Qian frente a su cama, con una rara ternura en su aliento.

"Santo Soberano". Una suave llamada de Ran Chen sacó a Ye Junli de la deriva de sus pensamientos.

El aura áspera regresó: "¿Cómo está?"

Ran Chen inclinó la cabeza respetuosamente, pero sus ojos aún no podían evitar mirar a Yun Qian en la cama.

Su aspecto dormido era como el de un niño inocente, parecía desprevenido.

Tal atmósfera se sumó al hecho de que la respuesta de Ran Chen llevaba un poco de resentimiento no evidente.

"Volviendo al Santo Soberano, el agua del Estanque del Vacío tiene algo de Qi venenoso, que más o menos ha afectado a su cuerpo, por eso está tan débil y duerme tan profundamente...".

Aunque fue extremadamente breve, Ran Chen todavía captó un destello de emoción en los ojos de Ye Junli, ¿era preocupación? ¿Era angustia? ¿O era culpa?

Ran Chen no lo creía, ¿cómo podía tener estas emociones extra cuando se había dejado a Yun Qian de esa manera?

Continuó respondiendo: "Por favor, tranquilo, Señor, la Perla Llama de Fuego está intacta".

Al mencionar la Perla Llama de Fuego, Ye Junli movió sus labios y una mirada peligrosa apareció bajo sus párpados.

"¡Debo hacer que me entregue la Perla Llama de Fuego! Vigílalo de cerca, ¡no debes dejarle morir!".

En ese momento, el raro atisbo de ternura que había existido justo entonces desapareció, el odio en el corazón de Ye Junli era mayor que todo, mientras Yun Qian no entregara la Perla Llama de Fuego, nunca podría esperar tener un buen día.

En este momento, detrás de su cabeza inclinada y cejas bajas de Ran Chen, su mirada se volvió escarlata con profundo resentimiento e ira, trató de calmarse por un momento antes de hablar lentamente: "Bien, por favor déjalo en las seguras manos de Ran Chen, Ran Chen hará todo lo posible para recuperarlo."

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Nota:

[1] Dantian: región púbica o punto dos pulgadas debajo del ombligo donde reside el qi de uno

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Nota de la traductora:

Bueno se preguntaran que paso con el capítulo 10, la cuestión es que no hay capítulo 10, según los capítulos que la autora público, parece que se equivocó con enumerar lo capitulos, pero por cuestión de comodidad para mí y porque ella lo publico asi no cambiare el número del capítulo. 

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