E.S.D.E.A

Capítulo 61: Ira

Los ojos de Ye Junli se tensaron, y un par de ojos afilados miraron profundamente a Yun Qian.

De hecho, no sabía exactamente cuál era su intención al traer el mango, era sólo porque le recordaba a él, al desagradable pasado, supongo.

Viendo que la actitud de Ye Junli hacia él obviamente había mejorado, Qi Shuo inmediatamente ganó un palmo y señaló a Yun Qian con una expresión arrogante: "Ya que el Hermano Junli ha dado su palabra, ¡no me complicaré contigo!"

Después de decir eso, incluso cogió el brazo de Ye Junli y se apoyó íntimamente en él, pero Ye Junli no lo apartó.

Ran Chen observó a Yun Qian devorando el mango, por un lado, y un sentimiento de tristeza se apoderó de su corazón. De hecho, podía sentir la profunda tristeza de Yun Qian en este momento.

Pero sólo podía mirar desde la barrera.

"¿Puedo irme ya?" Yun Qian de repente dejó de comer en sus manos y dijo sin expresión.

Antes de que Ye Junli pudiera decir nada, Qi Shuo regañó a Yun Qian: "Este es el territorio del Hermano Junli, ¿quién eres tú? ¿Tienes algo que decir en esto?"

Cuando Ye Junli guardó silencio, Yun Qian pensó que había aceptado el sermón de Qi Shuo delante de él, por lo que su queja se hizo más profunda.

Casi al instante siguiente, cogió el plato de fruta de cerámica que tenía en la mano y lo estrelló contra Qi Shuo, lleno de ira.

Todos los presentes de repente se detuvieron.

Durante el tiempo que Yun Qian había estado prisionero en el Templo del Dios Asesino, nunca se había resistido por mucho que Ye Junli le hubiera intimidado, aunque le hubieran golpeado hasta dejarle el cuerpo intacto.

Ahora, sólo porque Qi Shuo le había provocado con una sola palabra y media, su reacción fue tan fuerte.

El plato de cerámica para frutas acaba de golpear la posición de la clavícula de Qi Shuo. Debido a la fuerza excesiva, la poderosa fuerza de impacto hizo que se rompiera en la clavícula de Qi Shuo inmediatamente la delicada piel se rasgó.

Qi Shuo, que ya estaba de mal genio, inmediatamente se enojó, cogió un trozo de fragmento de cerámica e intentó acuchillarlo en la cara de Yun Qian, maldiciendo: "¡Cómo te atreves a hacerme esto!".

Por suerte, Ran Chen fue rápido y apartó la esquirla, pero aun así arañó ligeramente la piel del rabillo del ojo de Yun Qian.

Se puso delante de Yun Qian y suplicó en su nombre: "Santo Soberano, por favor, último día, déjalo descansar ......"

"¡Cómo puedes dejarle ir sin más! ¡He sido arañado por él!" Gritó Qi Shuo sin parar, tan malhumorado que casi saltaba.

La superficie de Ye Junli estaba imperturbable, pero su corazón ya estaba enfadado por lo que Qi Shuo acababa de hacer, y dijo con voz fría: "¡Vuelve!".

Sólo esas dos palabras eran tan frías que producían escalofríos por todo el cuerpo, por lo que Qi Shuo sólo pudo rendirse.

Cuando salió por la puerta del Pabellón Mingjing, no había ninguna emoción en el frío rostro de Ye Junli: "¡Suéltame!".

Le ordenó a Qi Shuo.

Qi Shuo parecía no haber reaccionado aún, levantando un rostro incrédulo.

"¡Suelta!" Recalcó Ye Junli una vez más. Una mirada despiadada apareció lentamente en sus ojos.

Qi Shuo comprendió lo que quería decir y soltó lentamente sus manos de los brazos de Ye Junli, desconcertado por su actitud incoherente, y al instante se desbordó con un atisbo de agresividad.

"Hermano Junli... él..." dijo Qi Shuo, aún con ganas de expresar sus quejas y acusar a Yun Qian de haber hecho algo malo.

Antes de que pudiera siquiera empezar a hablar, Ye Junli giró la cabeza y le dirigió una mirada furiosa, advirtiéndole: "¡Si me vuelves a llamar así una vez más, te cortaré la lengua!".

Qi Shuo se quedó perplejo, no era un cambio raro en su actitud hacia sí mismo, ¿cómo podía girar la cabeza y adoptar esa postura de no acercarse?

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