E.S.D.E.A

Capítulo 59: Enciérralo en la Terraza del Montículo de sangre

Al ver que había logrado su objetivo, Ran Chen encontró una excusa para marcharse, y no podía imaginar cómo se sentía Qing Yan aquella noche.

Dormía con la caracola entre sus brazos, tocándose la cabeza de vez en cuando, como si aún pudiera sentir el calor de la palma de la mano de Ran Chen.

Aquella fue la primera vez que Ran Chen exudó hacia sí mismo un tipo de ternura diferente a la de los demás, y quiso guardarla en su corazón.

......

Después de que Yun Qian recobrara el sentido, sus ojos estaban vacíos mientras miraba fijamente la tienda de campaña, sus pies aún no eran capaces de ir al suelo, e incluso si se curaban, no había manera de que fuera capaz de actuar como una persona normal de nuevo.

En tal caos, parecía incapaz de ver el camino a seguir, le envolvía la luz de las pesadillas, incapaz de disipar la oscuridad de su corazón.

No podía imaginar que Ye Junli estaría dispuesto a golpearle tan fuerte, sin la menor vacilación, tan resuelto y decidido, como si una luz cegadoramente fría hubiera atravesado su punto más vulnerable .......

El hecho real es que no puede aguantar más.

Cuando llegó Ran Chen, Yun Qian estaba llorando.

Ya no sabía cómo consolar a Yun Qian. Cuanto más hablaba, más incómodos se sentían ambos.

Después de que Yun Qian se despertara, sus emociones no habían sido muy estables, no había dicho ni una palabra, fue después de soltarse de vez en cuando que empezó a derramar lágrimas .......

Durante este tiempo, Ye Junli no llegó a verlo ni una sola vez.

"Xian Xie, ¿cómo está?". Sólo conocía el estado de Yun Qian a través de Xian Xie.

"Sin riesgo vital". Xian Xie pensó que Ye Junli estaba simplemente preocupado por la muerte de Yun Qian, e informó veraz y directamente del resultado.

"......" La imagen de Yun Qian y Ye Tianqi juntándose ese día todavía estaba vívida en su mente, y Ye Junli se enfureció instantáneamente.

Pensó que casi había ignorado su pasado y se había convencido a sí mismo de que el asunto de la Perla de la Llama de Fuego podía dejarse atrás por el momento, y mientras Yun Qian no repitiera el mismo error, podría intentar no perseguirlo.

Aunque tuviera que sufrir otros diez mil años de castigo maligno.

Nadie puede comprender cuán amargo fue el tormento que soportó repetidamente mientras estuvo atrapado en esta maraña contradictoria de amor y odio .......

Pero esa persona, siempre demasiado tacaña para darse siquiera esa oportunidad, se traicionó a sí misma una y otra vez.

Este tipo de persona desagradecida, Ye Junli en realidad no tenía el coraje de presenciar su situación reciente, el corazón de mil agujeros no debe comprometerse de nuevo ......

Reprimiendo la vacilación y la resistencia en su corazón, se calmó durante mucho tiempo y aún preguntó: "Piernas, ¿cómo esta?"

"De vuelta a Santo Soberano, la hemorragia se ha detenido por completo, pero... me temo que no hay manera de volver a caminar normalmente". Aunque sólo había visto a Yun Qian una vez cuando fue herido por primera vez, aquella trágica escena aún perduraba.

En la impresión de todos en el Templo del Dios Asesino, Ye Junli siempre había sido decisivo a la hora de matar y quitarse la vida directamente en muchos casos, raramente tratando con una persona de una manera tan alborotada y demorada.

Sólo podía decirse que era la desgracia de Yun Qian, supongo, que nadie que ofendiera al Rey de la Noche acabaría en un lugar mejor.

Sin embargo, tan pronto como las palabras salieron de su boca, la luz de las pupilas de Ye Junli bailó por un momento, y en sus ojos había una sorpresa no disimulada.

Quizás las emociones dentro de su corazón son más reales cuando no está preparado, no quería admitir que había preocupación y angustia que estaban a punto de agitarse en su interior...

Entonces, reprimió sus emociones, ridículo, ¿no era esto lo que quería ver?

No más piedad...

Apartó la mirada, sus labios se curvaron, pero la sonrisa ya no llegaba a sus ojos: "Muy bien, esta vez habrá aprendido la lección..."

"¡Ahora que su vida ya no corre peligro, enciérralo en la Terraza del Montículo de Sangre! ¡Ya no tendrá pensamientos retorcidos!".

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