E.S.D.E.A

Capítulo 26: Beso y abrazo antes de acostarse

El borracho Yun Qian se comportó tan bien que a Ye Junli le pareció increíble. Durante todo el proceso, sólo gruñó un par de veces de incomodidad al principio, pero no se resistió violentamente.

El cuerpo sigue siendo muy honesto, aunque la boca diga que no.

.......

Después, Ye Junli no tenía prisa por irse a dormir, sino que miró con satisfacción a la persona en la almohada y miró más de cerca, y cayó en la contemplación por su cuenta. 

Obviamente era una apariencia tan delicada, suave y cerosa, y obviamente solía ser tan sencillo y romántico detrás de él, inseparable.

Ye Junli no tuvo la oportunidad de continuar con sus profundos pensamientos, los ojos débilmente abiertos de Yun Qian interrumpieron sus pensamientos.

"Me duele la espalda... me duele la espalda... hace tanto calor...", tal vez porque había bebido demasiado vino, aún no recuperaba el sentido y hablaba arrastrando un poco la voz.

"¿Dónde te duele? ¿Aquí?" No sé si fue porque vio que Yun Qian no era tan testarudo como antes, y sus palabras fueron hirientes, o si fue porque acababa de complacerse con un asunto en toda regla, pero Ye Junli se mostró inexplicablemente gentil, igual que antes.

Extendió la mano hacia la cintura de Yun Qian y la sobó suavemente dos veces, probablemente haciéndole un poco de cosquillas Yun Qian se encogió de embriaguez y se rió.

Una suave risa salió de su lado, y en ese momento, la cara de Ye Junli se tiñó de una mirada más suave.

El tono de su voz también era sorprendentemente cariñoso: "¿No gritaste de dolor? ¿Por qué te escondes?" Su mano derecha agarró los hombros que se retorcían de Yun Qian, su mano izquierda acarició suavemente el pelo disperso en el lado de su cara, y su mirada se posó en las dos cicatrices desde la clavícula de Yun Qian hasta el borde de su cuello.

Se las había dejado la última vez que había sido golpeado por Ye Junli con el látigo espiritual de hueso.

Estando tan cerca, el olor a leche innata del cuerpo de Yun Qian llenó sus fosas nasales aún más densamente, haciendo que Ye Junli quitara toda su melancolía, como si estuviera obligado por la persona que tenía delante, dijo con voz muda: "Si hubieras sido más obediente, yo... no te habría tratado así... "

Yun Qian luchó por mantener abiertos sus ojos somnolientos, y pareció escuchar la voz de Ye Junli mientras asentía complacido, con la boca murmurando: "Sé obediente, sé obediente..."

"Por qué no te vas a dormir, por qué me miras con los ojos abiertos..." Quizás, en este momento, Ye Junli sólo quería dejar atrás todo su resentimiento y rabia, anhelando este raro momento de paz, volvió a su antigua apariencia cariñosa, medio engatusando a este "enemigo" como a un niño.

Con la intención del vino, la audacia de Yun Qian pareció crecer, levantando las puntas de sus dedos y rozando sus labios tan delicados como pétalos de flores, escupió perezosamente: "Beso... beso y a dormir."

"¿Hmm?", Ye Junli se acercó un poco más, queriendo confirmar una vez más.

"Besar y abrazar...", dijo y abrió los brazos en un gesto, actuando infantilmente.

Ya que el hombrecito había tomado tal iniciativa, no había razón para que no lo satisficiera.

No dijo nada, pero había una extraña marea en su mirada.

Se acercó lentamente, depositando primero un beso serio en los labios del pequeño, su aliento ondulante entremezclado con una densa ternura.

Una serie de recuerdos se introdujeron en su mente con el viento y la seda, entretejiéndose en una red de amor que se asemejaba a la luna.

El corazón de Ye Junli dio un violento salto, alargando la mano para acariciar el rostro de Yun Qian, con la palma caliente y firme, seguida de una mano para protegerle la cabeza, ocultando a toda la persona entre sus brazos.

El aroma familiar envolvió a Yun Qian por todos lados, haciendo que se refugiara en los brazos de esa persona en paz, su pelo enredado como los pensamientos desordenados de Ye Junli, incapaces de ordenarse...

─=≡─=≡─=≡─=≡۝≡=─≡=─≡=─≡=─