E.S.D.E.A

Capítulo 25: Borracho

El rostro de Yun Qian se tiñó de inmediato de un provocador rojo tenue, sus ojos entreabiertos y entrecerrados revelaban su estado inconsciente en ese momento.

Hizo todo lo posible por reprimir su ansiedad interior y resistió el impulso de seguir adelante, observando de reojo la reacción de Ye Junli, viendo cómo sus labios se abrían y cerraban como si hubiera dicho algo.

En tal situación, parecía que hoy no había forma de continuar hacia la Montaña Qixian.

Ye Junli apoyó a Yun Qian en el pliegue de su brazo e instruyó a Ran Chen: "Quédate aquí por ahora".

El tono de su voz era imperturbable, pero el par de pupilas de tinta parecían tan frías, que a Ran Chen le resultaba imposible entender lo que estaba pensando realmente en ese momento.

No estaba seguro de si estaba enfadado o no por el caprichoso movimiento de Yun Qian.

Ran Chen le pidió al dueño de la taberna que le proporcionara tres habitaciones. Había planeado quedarse y cuidar él mismo de Yun Qian, pero no esperaba ser disuadido por una palabra de Ye Junli.

"Ustedes bajen y descansen primero, yo le vigilaré aquí". Le dijo Ye Junli a Ran Chen y a Xian Xie.

Las pupilas de Ran Chen temblaron discretamente por un momento, volviéndose oscuras y profundas.

Permaneció de pie en su sitio, indeciso de marcharse.

Ye Junli dijo de nuevo: "¡Me preocupa que esté tramando algo! No estoy tranquilo".

Resultó que le preocupaba que Yun Qian fingiera estar borracho y aprovechara el caos para escapar, y debía observarlo con sus propios ojos para sentirse tranquilo.

Mientras se iba, Ran Chen todavía echó una mirada inquieta a Yun Qian, sólo para verle tumbado borracho en la cama, su postura para dormir no era muy elegante, y su boca estaba tragando saliva, probablemente debido a la sequedad de su boca después de beber vino.

Temía que Ye Junli sospechara, así que dejó de discutir sin miedo, y salió con Xian Xie, cerrando la puerta a regañadientes tras de sí.

Dentro de la habitación, Ye Junli miraba en silencio al borracho Yun Qian en la cama.

Su desordenado pelo tinta estaba enredado alrededor de su cuello, manchado con una fina capa de sudor, creando una escena extraordinariamente somnolienta y ambigua.

Yun Qian parecía un poco acalorado, se limpiaba impacientemente el pelo suelto de la frente, y también se quitó la colcha del cuerpo, murmurando: "¡Vete! Vete... ¡vete!".

La cara de Ye Junli era muy fea, su ceño fruncido, sus ojos patrullando sobre la expresión de la cara de Yun Qian, como confirmando la verdad.

En ese momento, Yun Qian volvió a darse la vuelta, dio una fuerte patada a la tabla de la cama con el pie derecho, y maldijo y dijo otra palabra inaudible por la boca.

Fue un poco raro. Ye Junli lo vio perder el tiempo tan despiadadamente, pero perdió los estribos.

Agarró su mano, se inclinó y le susurró al oído: "¡Hazlo tú mismo! ¡A ver si te atreves a hacer esto en el futuro!".

El aliento frío y severo pareció embriagarlo con él, demorándose ligera y suavemente en el costado de la cara de Yun Qian...

"¡Caliente! ¡Qué calor!" Yun Qian se quejó somnoliento, incluso mientras se tiraba del cuello de la camisa, revelando su piel blanca como la nieve, con un toque de ambiguo escarlata al mirarla más de cerca.

Aunque odiaba a Yun Qian, era un hombre normal, y sería una mentira decir que no sentía nada al enfrentarse a la personita que una vez amó hasta el punto de arrancarle el corazón.

El ceño fuertemente fruncido se tiñó de repente de sentimientos ocultos de afecto, sólo para deshacerse por el repentino calor de la palma de la mano de Yun Qian.

La lujuria del hombre acabó venciendo a su razón, y sus manos ahuecaron sin control el rostro que tenía delante, enterrando su cabeza en los labios del pequeño y robándole el oxígeno.

La habitación pareció sumirse en el silencio, y lo único que se oía eran los rápidos jadeos de Ye Junli y los gemidos del pequeño que tenía debajo...

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