Capítulo cincuenta y uno

4.8K 407 62
                                    

Brisa: 

Mi cara de perplejidad es notable a kilómetros y kilómetros. Es difícil definir con exactitud qué se siente saber que tu hermano cada vez está más cerca de la hora. 

¿Devastador? 

Sí. Esa puede ser una buena definición para el sentimiento pero sigue quedándose corto. 

Es tan fuerte que no sabes cómo seguir. Y realmente me pregunto si seré capaz de afrontar lo peor. Hoy me levanté creyendo que todo ya estaba en la normalidad gracias a que Gastón dormía abrazado a mí, pero luego me senté en la cama y pensé en Isaac. No dormí como esperaba poder descansar porque mi mente en la mayor parte del tiempo hablaba e imaginaba cómo sería el arduo sentimiento de vacío cuando su corazón dejara de latir. Bueno, eso sólo fue en una parte porque, por suerte, luego, me hundí en un sueño profundo.

Todavía sigo anonada por la noticia. 

Siento que después de su muerte ya nada será igual. La empresa se sentirá diferente. Stef será diferente. Mis padres estarán diferentes. La vida será completamente distinta... 

Y qué jodido es eso. 

Desde hoy, cada palabra pronunciada por mi hermano me lastimaba porque aquellas eran de las últimas que yo podría ser capaz de oír salir de su boca. Pero en definitiva el que nos pregunte a Gastón y a mí quiénes somos me desgarra el triple de veces. Es un cuchillo, un tiro y una daga en el corazón. Tres objetos mortales que penetran lo más profundo de mi alma y que provocan que me quiebre poquito a poquito, minuto a minuto, segundo a segundo. 

«"¿Quiénes son ustedes?"»

Una pregunta, mil millones de sentimientos dolorosos para mí. 

Isaac nos mira con total desconcierto cuando termina de formular la pregunta, y yo miro a Gastón sin saber qué hacer y qué decir. 

El glioblastoma tiene muchos síntomas que pueden variar con el tiempo según el grado de tumor que la persona padezca. Cuando una persona es maldecida con esta enfermedad experimenta muchos malestares como fuertes dolores de cabeza, cambios bruscos de personalidad, nauseas, vómitos, visión borrosa, convulsiones, dificultad para hablar o comprender palabras, confusión, somnolencia, etcétera. Pero en mi investigación sobre lo padecido no leí nada sobre pérdida de memoria, entonces empiezo a pensar que quizás mi búsqueda no fue tan intensa. 

Noto muy ligeramente que Isaac esconde una sonrisa, y entonces mi corazón deja de latir con tanta rapidez y vuelve a la normalidad. El nudo en mi garganta desaparece y las casi innotables lágrimas se esfuman por completo de mi rostro. Lo único nuevo que siento son ganas de pegarle.

Ya me estaba preocupado porque pensé que habían posibilidades de que él ya no me reconociera. 

Pero no. 

Sólo era una bromita de su parte. Una de mal gusto. 

—¿Me estás jodiendo, Isaac? No me creo que seas tan maldito para hacerme casi llorar con respecto a esto. No jodas con algo así —digo, y me acerco para golpearle suavemente. 

—Perdón, es que estoy muy aburrido —se excusa. 

—Admito que me la creí —dice Gastón. 

—Y eso que eres actor —comenta mi hermano—. ¿No es que un actor reconoce a otro actor?

—Deberías hacer un casting —sugiere sonriendo. 

—Sí, haré uno en el cielo y te vendré a buscar para que seas la co-estrella —responde, sonriente.

Siempre Serás Tú #D2Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin