Capítulo cuarenta y cinco

6.2K 544 117
                                    

Dedicado a: janira2101

Gastón:

Me siento ahogado. 

Ahogado por mis propios pensamientos. 

A veces pienso que no sé nada. Que no sé qué hacer. Que no sé ser un buen novio. Que no sé darme cuenta de las cosas. Que todo me sale mal. Que arruino todo por no saber escuchar...

Definitivamente he tenido malos días y, a pesar de que tengo lo que más quería otra vez, no me siento tan bien como cuando le hacía el amor a Brisa. 

Puede que sea por la culpa que ahora me recae. 

No escuché a mi novia cuando me repetía una y otra vez lo de Tiffany. Le creía a esa mujer en vez de a la que amo. Y me voy a culpar toda mi vida por ello por el daño que causé. Lo único que me consuela es que la verdad ya quedó sobre la mesa y a la vista de Brisa y que ella ya me perdonó. De no haberlo hecho, en este momento estaría durmiendo solo en el otro solitario departamento que alquilé.

Pero en mi mente comienzo a culparme porque salí con Spencer a bailar cuando no debí de hacerlo. No sólo porque no pude estar con Brisa en el momento en que más me necesitaba y porque Liam fue quien se encargó de consolarla, sino porque está mal salir de fiesta y con otra chica cuando amas a una persona y quieres estabilizar la relación que perdiste. Lo considero una falta de respeto y, como un tonto, no respeté mis propios principios. Y eso estuvo mal. Caí bajo. Muy bajo.

Y por mi culpa él la besó. 

Y eso me da asco. 

Parte de mí siente lástima e intenta mostrar un poco de respeto por lo que le ocurrió. Pero otra parte siente que, si él estuviera vivo, iría a partir su cara por haberse tomado el atrevimiento de besar a mi chica. Él no tenía el derecho de hacerlo. 

Lo que me jode tanto es el haberme enterado de eso. Me da rabia y mi mandíbula comienza a tensarse cada que lo pienso. Pero yo cometí errores y a mí también me basaron sin mi consentimiento así que, no puedo quejarme de nada, yo me lo tengo bien merecido. Está bien que me sienta así porque de alguna u otra manera el universo me tenía que dar mi merecido. Y aunque lo odie, ya pasó. Es un pensamiento medio masoquista pero es la verdad. 

El tiempo pone a cada uno en su lugar. 

Brisa está a mi lado durmiendo como bebé después de un largo día. Y yo estoy recostado boca arriba, con un brazo bajo mi cabeza y sin poder pegar un ojo. Y eso que es muy tarde. 

Demasiado tarde. 

Siento que mi cabeza va a estallar. Me duele y ni la pastilla que me tomé hace rato me ha surtido efecto. 

Me acosté hace bastante y no he logrado conciliar el sueño. Como dije antes, mis pensamientos me atormentan. Me están volviendo loco. 

La carta reaparece en mi mente. 

No tengo idea de cómo proteger a mi familia pero, de tener que hacerlo en algún momento por circunstancias malas como la vez en que secuestraron a mi novia, lo haría sin pensarlo y sin parpadear. No sé cómo, pero de que haría algo estoy completamente seguro. Mi familia es lo más hermoso que la vida me pudo dar. Son mi mundo entero. No puedo permitir que les suceda algo. 

Antes sobre mi cadáver. 

Me revienta que se tomen el atrevimiento de causar miedo a personas que no tienen por qué sentirlo por macabros juegos de alguien que se encuentra tan aburrido como para hacer tal estupidez. 

Me siento impotente. 

Y luego Isaac hace presencia en mi mente. 

Otra vez. 

Siempre Serás Tú #D2Where stories live. Discover now