Capítulo cuarenta y siete

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Brisa:

—No me agarres así —le digo, y me zafo de su agarre. 

Como es de costumbre, metí la pata una vez más. Gastón ahora se encuentra frente a mí, al tanto de mi mentira y con expresión de molestia en su rostro. 

¿Pero qué puedo hacer? 

¿Quejarme?

No. 

Yo me la busqué y ahora es momento de que enfrente a mi novio por lo que dije e hice. 

—Ya sabes qué estaba haciendo ahí, Gastón. Tenía que verle y si te decía la verdad no me ibas a dejar ir. 

—Claro que sí te iba a dejar verle —contradice. 

—Claro que no. 

—Creo que a veces deberías preguntar, Brisa, y no sacar tus propias conclusiones porque que tú pienses y creas algo no significa que sea vedad. Si me decías que querías verlo, sin importar que me disgustara la idea iba a dejar que hablaras con él, pero obviamente, estando yo presente. 

No digo nada. 

Y temo que mi falta de respuesta se convierta en un silencio incómodo entre ambos. Pero en el momento en que se me cruza ese pensamiento, Gastón abre la boca para seguir reprochándome:

—Estoy muy molesto. 

—Lo sé, no quise mentirte pero...

—No, no me vengas con eso. Si de verdad no hubieras querido mentirme, no lo habrías hecho.

—No es tan así. 

—Sí, sí lo es —ataca. 

—Perdóname —me disculpo. 

No quiero tener que discutir y mucho menos pelear con él, pero si empezamos a hacerlo mantendré mi boca callada y admitiré mi error porque me lo merezco. De haber estado en su lugar, también estaría enfadada con él. 

Quizás debería de haberme puesto en su lugar antes de haber hecho lo que hice. Pero mis intenciones con Liam no eran malas. Sólo quería hablar y asegurarme de que se encontrara bien. 

Su expresión sigue siendo dura y fría. Y no me gusta en lo absoluto. 

Él niega con la cabeza y de repente sus gestos de enfado cambian cuando ve que se me escapa una lágrima. 

—No tienes por qué llorar, Brisa. No estamos peleando como para que llores. 

—No es por esto —digo—, es por lo que él me dijo —confieso, señalando la puerta de la habitación en la que Liam se encuentra. 

—¿Te ha dicho algo malo? —pregunta. 

—No, bueno, en realidad...

—¿Qué te dijo? —inquiere con cierta impaciencia. 

—Que no quiere volver a verme más y que, si en algún momento nos llegamos a ver, que hagamos como si no nos conociéramos, como si no existiéramos —le confieso, dolida.

Me siento triste por eso. Fue cruel el cómo lo dijo, él me lastimó. Pero bueno, fui yo quien metió la pata con todo el asunto de mi regreso con Gastón. 

Cómo es que no cierro la boca y ya. 

Me la voy a cocer.

Pero creo que, por más que me duela un poquito el cómo se disgustó Liam conmigo y cómo me habló y pidió que no conversáramos más, muy en el fondo sé que hacer eso será para mejor. Me ahorrará problemas con Gastón y mi ex podrá seguir con su vida sin tener que mantenerme siempre presente en sus constantes pensamientos, porque él se merece no mirar más hacia atrás y mantener la vista al frente en todo momento. Tiene que olvidarme. Tiene que dejar de verme con ojos de novio y aceptar que desde hace tiempo sólo somos conocidos con una buena historia.

Siempre Serás Tú #D2Where stories live. Discover now