Capítulo dos

15.3K 1.4K 120
                                    

Stefania:

Fijo mi vista en el frente, disfrutando de la increíble brisa que se adentra en el coche, gracias a que la ventanilla del auto se encuentra abierta.

Desde que hemos partido de Los Ángeles hace algunas horas, no he parado de pensar. No he parado de imaginar. No he parado de asustarme a mí misma.

Quiero y necesito saber quién carajos fue la persona que me ha enviado ese mensaje en el día de ayer.

Mi mente no deja de darle vueltas a la situación, porque..., ¿qué pasa si la pesadilla no ha terminado? ¿Qué pasa si D.M está de vuelta?

Pero, esto no tiene sentido. Debby y Tyler están presos. Y Matt muerto.

Creo en la pequeña posibilidad de que esto sí sea una broma, a comparación de antes. Luego de todo lo que ocurrió el pasado año, era obvio que las personas iban a enterarse de lo ocurrido gracias a la televisión, por lo que me hace pensar que; quizás alguien esté bromeando. Pero, ¿quién iría a bromear con algo como esto?

En el mensaje que han enviado, me advertían que debía de contestar la próxima vez que me llamaran. Y también me comentaban que mi hija se parecía a su verdadero padre y a mí.

La esperanza de que los llamados y aquel mensaje sean una broma, se desvanecen, puesto a que nadie sabe que Kendall no es hija de Isaac, salvo por las personas con las cuales tengo mucha confianza.

No sé qué hacer. No sé si debería dejarlo estar al tema o si debería de hacer algo.

Llevo al menos como una hora golpeando los dedos de mi mano izquierda contra mi pierna, acto que realizo siempre que estoy nerviosa.

Por más que intente dejar de pensar, no puedo. Me carcome la mente aquel mensaje.

Supongo que debería decirle a Isaac. No debo de ocultar algo cómo esto, por más que llegue a ser una broma o lo que sea.

Justo cuando estaba a punto de abrir la boca para comenzar a hablar, Kendall comienza a llorar.

Suelto un suspiro.

Me giro y estiro mis brazos para tomarla del asiento de atrás. Intento tranquilizarla con su manta azul, ya que mi beba ama esa mantita. Lo bueno es que no es tan difícil hacerla dormir.

Giro mi cabeza para ver a mi novio y comenzar a hablar, pero nuevamente soy interrumpida, solo que esta vez es por mi teléfono.

Maldigo en mi interior. El sonido del celular acaba de despertar a mi hija cuando ya casi estaba dormida.

Suelto otro suspiro.

Saco el teléfono de mis jeans, mientras trato de calmar a Kendall. Observo la pantalla del celular y siento un pequeño dolor en el estomago. Mis latidos se aceleran.

Número privado.

Me quedo observando la pantalla por algunos segundos, dudando de si debería contestar o no.

—¿No piensas atender?

Miro a Isaac, el cual me observa con una ceja arqueada.

—No..., digo, sí. Sí —asiento nerviosa.

Deslizo mi dedo en el botón verde y llevo el celular a mi oreja.

—¿Hola? —trato de que mi voz suene firme, pero no lo logro.

—... —No hay respuesta.

—¿Hola? —vuelvo a hablar.

—... —Nada. Otra vez no obtengo respuesta. Sólo silencio.

Siempre Serás Tú #D2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora