Capítulo veintiséis

9.3K 1.1K 216
                                    

Gastón:

«Ya no te amo.»

Finjo que sus palabras no se me han clavado en lo más profundo de mi corazón. 

¿Debería creerle? ¿Debería creer que ya ha dejado de amarme? Puede que sólo lo diga para herirme por lo que ella cree que le hice pero, la verdad es que ya no sé qué creer. Aquellas palabras salieron de su boca con total frialdad y firmeza. Fueron tan sólo cuatro pequeñas y a la vez tan significantes palabras que me hacen dudar si debería seguir luchando por ella. Me refiero a que quizás, si es que sus palabras fueron sinceras, puede que ella no me quería como yo pensaba. Si alguien te ama, suceda lo que suceda, no deja de hacerlo de un momento a otro. Y si lo hace, es porque eso no era verdadero amor. Puede que suene egoísta pero, prefiero que me haya dicho aquello sólo por estar herida con respecto a lo que pasó. No soportaría saber que aquellas palabras son sinceras. Eso me destruiría. Pero si sólo lo hace para lastimarme, es porque significa que también está herida y su orgullo e indiferencia se están interponiendo en el camino. 

No voy a negar que se me ha formado un nudo en la garganta apenas oí esas hirientes palabras. El silencio y la mirada fría de Brisa no ayudan en nada, al contrario, empeoran cómo me siento. Aunque seamos sinceros, me lo merezco.

—No lo dices en serio... —me animo a romper el silencio. 

—¿Por qué iría a mentirte? —Se cruza de brazos, con la mirada fija a la mía, y con el entrecejo fruncido—. ¿Por qué mentirte? —vuelve a preguntar, y siento un pequeño dolor en el pecho que se va haciendo más grande al pasar de los segundos—. Tú ya no me interesas, Gastón. ¿Acaso no me has oído cuando te dije que ya no te amaba, aquella vez en la que te descubrí con Tiffany? Sí, admito que me sentí muy mal cuando te encontré en aquella situación y justamente es por eso que he dejado de amarte. Tú provocaste que dejara de amarte.

—Si tú me hubieses amado de la misma manera que yo, no me estarías diciendo esto. Si me hubieses amado como tú decías, aún seguirías haciéndolo, y no estarías diciéndome que ya no sientes nada por mí. Quizás lo tuyo no era amor. Quizás no me querías como decías —ataco. 

—¿Cómo te atreves a decir que yo no te amaba? ¡¿Es que acaso no me has visto derramar lágrimas, minutos después de te encontrara en aquella maldita situación?! 

—Te he visto, pero me estás diciendo que ya has dejado de quererme. ¿Cómo es que alguien puede dejar de querer a una persona en días? Si logras hacer eso, es porque nunca la has amado. Quizás pensaste que lo hacías, cuando en realidad, no era así.

Se queda callada por un rato, y aprovecho para tomarla de la mano y clavar la mirada a la de ella. 

—No me toques —intenta zafarse de mi agarre, pero no se lo permito. 

—Mírame directo a los ojos, y dime que no me quieres, si eso es lo que en verdad sientes. Pero dímelo directo a los ojos. 

—Déjate de estupideces, Gastón —Vuelve a intentar zafarse de mi agarre pero yo sigo sin permitirlo. 

—Quiero oírte, Brisa. Dímelo con la mirada fija a mis ojos. 

—¿Para qué? —pregunta. 

—Quiero saber si es verdad. 

—¿Insinúas que te mentía cuando te lo dije anteriormente? —eleva las cejas. 

—Déjate de vueltas y dime lo que sientes por mí. 

—Siento asco. Te veo y me dan ganas de golpearte. Te veo y no puedo dejar de recordar cuando te encontré con Tiffany en el sofá. Te odio, Gastón. Eso es lo que siento, odio hacia tu persona.

Siempre Serás Tú #D2Where stories live. Discover now