Capítulo treinta y nueve

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Brisa:

Recorro el poco camino que me queda hasta llegar al departamento de Gastón. 

No me siento bien. 

Me duele haber tenido que decirle eso a Liam. Y sí, sé que él fue quien quiso que le respondiera. Pero fui yo quien le rompió el corazón. 

Sé que lo hice, lo noté, lo sentí, su rostro y sus actitudes me lo demostraron por completo  y no logro dejar de sentirme mal por ello, por más de que fuera él quien me insistiera en que le diera una respuesta a su inquietante e incómoda  pregunta. 

También estoy enojada. 

Bueno, en realidad, sólo me siento algo molesta. 

Liam me besó. Se acercó a mis labios y posó su boca sobre la mía. '

¿Pero cómo es que se atrevió a hacer eso? 

Él sabe que estoy enamorada de Gastón y que mi corazón le pertenece únicamente al padre de mi hija. Y por más que me haya dado una explicación después de haberme apartado de él, aún sigo creyendo que no debería de haberlo hecho. Porque de haber evitado ese acto en el que estuvo presente un beso totalmente fuera de lugar, yo no me sentiría así. Y él tampoco.

Niego con la cabeza. 

—¿Por qué, Liam? ¿Por qué? —vuelvo a negar y suspiro.

Nuestra conversación aún me da vueltas en la cabeza.

 Su pregunta no deja de estar presente.

 Y mi respuesta no deja de atormentarme. 

Me repito varias veces que no debo sentirme culpable, que no debo sentirme mal.  Pero la forma en la que lo hacía, y con esto me refiero a lo que me decía, me demostró que Hanna tenía razón con respecto a lo que Liam siente por mí, y ha dejado en claro que lo que dijo mi ex con respecto a que no me quería el otro día, ha sido sólo una mentira, y que yo, esa vez, como una tonta que no se da cuenta de nada, le creí a mi ex.

El recuerdo de cómo clavó su mirada en la mía y me explicó todo vuelve a mi cabeza. El volver a pensar en cómo se le cristalizaron los ojos me duele. Me vuelvo a repetir por milésima vez que a él no le debo nada, que no tengo que sentirme mal porque hice lo correcto, porque fui con la verdad en vez de mentirle en la cara. Pero vamos, soy Brisa, hacer esto no me funciona. 

Soy complicada.

Me quedo unos segundos atónita. 

Me está besando. ¡Liam me está besando! 

Siento cómo intenta abrir paso a mi boca para buscar mi lengua pero yo no se lo permito. No puedo hacerlo. Y tampoco deseo que él lo haga. 

Pego mis manos en su pecho y me echo hacia atrás, para luego negar con la cabeza, mirar hacia abajo y decirle:

Lo siento, pero no puedo. Esto no está bien —susurro, y vuelvo a subir mi mirada para encontrarme con los ojos de Liam. Percibo tristeza, y de inmediato me siento mal. Pero sin embargo, a pesar de sentirme así, sé que hice lo correcto y me siento orgullosa de eso.

Los recuerdos de mi pasado con él llegan a mí.

Recuerdo que antes me perdía en sus besos. Recuerdo que antes me encantaba muchísimo el contacto de sus labios con los míos. Pero ahora ya todo es diferente. Las cosas cambiaron mucho durante todo este tiempo que ha pasado. Digo con mucha seguridad que no he sentido nada en este beso. Y sé por qué. 

No amo a Liam, ese es el por qué. Él no es Gastón, y esta es la segunda razón. 

Qué incómodo se ha veulto esto. Sólo quiero cerrarle la puerta para encerrarme en mi cuarto. Podría hacerlo, pero eso sería descortés y sé que luego, al tener una conciencia demasiado pesada, me sentiría mal por ese acto. 

Siempre Serás Tú #D2Where stories live. Discover now