My Immortal (Fény 1#) | E...

By HyeJoon03

535K 48.8K 1.7K

Había una vez una joven encerrada en un castillo, todos ustedes pensaran que algún príncipe valiente iría a r... More

Prologo
My Immortal - Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
My Shadow - Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo Especial
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
My Eternity - Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo Especial
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo Especial
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo Especial
My Heart - Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89 [1/3]
Capítulo 90 [2/3]
Capítulo 91 [3/3]
Capítulo 92
Capítulo 93
Capítulo 94
Capítulo 95
Capítulo 96
Capítulo 97
Capítulo 98
Capítulo 99 [1/3]
Capítulo 100 [2/3]
Capítulo 101 [3/3]
Capítulo 102
Capítulo 103 [1/2]
Capítulo 104 [2/2]
Capítulo 105
Capítulo 106
Capítulo 107
Capítulo 108
Capítulo 109
AVISO IMPORTANTE
Capítulo 110 [1/3]
Capítulo 111 [2/3]
Capítulo Final
Epílogo
Personajes [1/2]
Personajes [2/2]
Material Extra
Segunda Parte

Capítulo 26

5.6K 574 11
By HyeJoon03

            En brazos de André, soy llevada dentro de la casa mientras escucho las voces preocupadas de todos. El dolor en el pecho que antes sentía, ahora no se compara con el dolor que siento apenas y tocan alguna parte de mi cuerpo. El vampiro me deja en la cama con mucho cuidado. Violet opta por quitar mi ropa y se lo agradezco.

Por varios minutos intento tranquilizarme y tratar de soportar el dolor que ejercen las mantas sobre mi piel. Trato de no alterarme pero las simples voces preocupadas de todos los presentes me hacen entrar en pánico. Giro mi cabeza hacia la ventana y veo como cintos de murciélagos vuelan afuera.

― ¿Cómo... como saben que me convertiré en un vampiro? ―pregunto temiendo por la respuesta.

― Tanto vampiros como híbridos pasamos por una transición, diferentes síntomas para cada uno de nosotros, pero siempre llevando al mismo resultado. Nuestro apetito sobre la comida se va por un tiempo y solo bebemos sangre, nuestros colmillos se alargan y algo en nuestra complexión física sucede ―explica Violet―. La cuestión es que... cada vez que alguien pasa por su transición, miles de murciélagos acuden a nosotros, alguna especie de celebración, aunque no estoy segura en tu caso...

― ¿Me convertiré en algo más? ―esta vez miro a Iván.

― Si.

― ¿Cuanto exactamente duro tu transición? ―el príncipe de hielo pregunto, con un tono de voz bastante agobiado.

― Solo un poco...

― ¿¡Cuanto!?

― Dos días.

Perfecto. Simplemente esto es perfecto. Sigo escuchando el sin fin de preguntas que le hacen a Iván respecto a la transición. Pero yo en lo único que puedo pensar es en la muerte, prefiero mil veces morir a pasar por eso. Realmente ya no quiero saber nada, no quiero averiguar que tantos secretos guarda Fény, tampoco quiero saber la historia de las profecías. Yo tan solo quiero regresar a casa, con mi familia. Es en lo único que puedo pensar, en mi familia.

André de repente grita desesperado y veo como proyecta su puño en la puerta que da al baño, haciendo un gran hoyo. Se convierte en alguien completamente loco y enojado corre a todos de la habitación. Por un momento se queda parado en medio de la habitación, tomando su cabeza entre las manos.

El príncipe alza su mirada y mira con pánico mi cuerpo lleno de enormes hematomas; viene hacia mi he intenta tomar una de mis manos pero inmediatamente me quejo de dolor. Desesperado, intenta contener sus propias emociones, emociones que no pensaba que tenía.

Se limita acaricia mi cabello, es lo único que no duele y con mucho cuidado se recuesta a mi lado.

― Estarás bien inimă, te lo prometo ―susurra muy cerca de mi oído, así que giro mi cabeza para verlo.

― Duele mucho.

― Lo sé, pero pasara... ―niego de forma frenética.

― Mátame André, te lo pido... ¡te lo ruego! ―las lágrimas descienden por mi rostro

― No puedo inimă, no me pidas que haga eso porque no puedo.

― Si me amas, entonces no me hagas sufrir.

― Es que no puedo ―y por primera vez veo las lágrimas de un príncipe que aparentemente no tiene sentimientos y mucho menos corazón.

Roza con un dedo mi mejilla y espero que duela, pero no, él lo nota y acerca su rostro al mío, donde ambos nos permitimos llorar de desesperación.

***

» Dos días después.

El dolor en mi cabeza es monumental, trato de levantarme pero algo me lo impide. Un brazo esta sobre mi estómago, miro a mi izquierda y es el príncipe de hielo, quien está profundamente dormido. Intento quitar su brazo pero me siento tan débil que es imposible, así que espero paciente, tratando de recordar lo que ha pasado en los últimos días, pero solo obtengo fragmentos.

Afortunadamente ya no duele mi cuerpo y ya no tiene moretones más que unos cuantos en mi brazo derecho, donde me inyectaron morfina aunque no sé cómo la consiguieron.

La habitación luce como siempre, solo que la puerta del baño ya no existe, intento mirar desde aquí si hay alguien dentro pero todo el lugar luce desierto, miro hacia la ventana y los copos de nieve siguen cayendo con intensidad, vuelvo a recostarme y tratar de ignorar el dolor de cabeza pero caigo en la cuenta de que... el frío que desprende el príncipe ya no está, no siento nada de frío a pesar de estar solo con un camisón. ¿Qué ha pasado en todo este tiempo?

Intento mover a André pero parece muerto, bueno... literalmente lo es. Vuelvo a moverlo, pero me siento débil y eso requiere un gran esfuerzo. Así que mejor me concentro en analizar que me duele y que no, y que siento diferente y que no.

La cabeza me duele, pero mi cuerpo ya no, no tengo ningún moretón a excepción de unos cuantos en mi brazo pero recuerdo por que fueron. No siento la frialdad del príncipe, pero tampoco la del ambiente y siento una extraña picazón en mi cara, en especial en mi boca. Intento rascar la comisura de mis labios pero es inútil, la comezón comienza a picar cada vez más. ¡Me estoy volviendo loca!

De repente el príncipe se cambia de posición, quitando su brazo de encima de mí y volteando su rostro hacia la ventana. Parpadeo varias veces porque creo que estoy viendo de más, su cuello luce extraño, es como si sus venas estuvieran remarcadas con algún color rojo intenso, creo que aún sigo dormida... pero no.

La ansiedad comienza a apoderarse de mi cuerpo, mi boca sique picando y el cuello de André luce delicioso; con cuidado me acerco más a él. La debilidad que antes sentía se ha esfumado y fuerzas que desconozco manejan mi cuerpo como les place. Acerco mi rostro al cuello del príncipe, su olor es muy similar al vino.

Abro la boca de dolor, algo me ocurre. Me separo bruscamente del príncipe y con cuidado voy tocando mis dientes, todo se siente normal, toco cada uno y llego a los caninos, los cuales apenas y los toco se caen. ¡¿PERO QUE RAYOS?!

Alarmada miro los dos dientes que tengo en mi mano, hasta que siento una repentina presión en mis encías. Duele, demasiado. Miro al príncipe que aun duerme como una roca pero su cuello vuelve a llamar mi atención.

Olvido que se me han caído dos dientes, olvido el dolor de cabeza o el de mi boca, una cosa que se llama instinto y que no sé cómo explicar es quien maneja mi cuerpo y vuelve a acercarme al cuello del príncipe. Siento algo en mi boca, pero lo ignoro, de repente mi garganta se siente seca al igual que mi lengua. Las gotitas de sudor recorren mi cuello y mi frente.

Acomodo mi cuerpo encima del príncipe, abro más la boca y la acerco a su cuello.

― ¿Inimă?

― Mía...

― ¿Qué? ¿Qué haces? ―intenta quitarme de encima pero me aferro a él.

― Tu sangre es mía.

― Espera cariño...

Y sin más, encajo mis dientes en su cuello, él grita pero lo ignoro. La sangre que se vierte en mi boca es como un elixir embriagador que me incapacita pero me obliga a querer más.

― Norah... detente ―pero no lo hago, sigo succionando mientras el príncipe trata con todas sus fuerzas de alejarme de mi hasta que lo logra.

Eso me hace enojar y vuelvo a abalanzarme sobre él pero desaparece, de repente siento un tirón. Está detrás de mí, con uno de sus brazos enrollado en mi cintura y su otra mano en mi cuello.

― Cálmate ―susurra.

― Tengo sed.

― Te dejare beber, pero contrólate.

― No puedo.

― Inténtalo, respira... trata de hacerlo.

Dejo de luchar contra él, comienzo a respirar de forma tranquila mientras acaricia mi cuello y susurra cosas tranquilizadoras en mi oído. No se por cuanto más estamos así hasta que me suelta, veo su cuello y tiene dos enormes orificios donde salen dos ríos de sangre. Inmediatamente toco cada uno de mis dientes hasta encontrarlos. Dos enormes colmillos sobresalen.

― Yo...

― Eres un vampiro Norah ―me toma de ambas manos―. Tranquila, está bien.

― Yo te hice daño. Soy un ser oscuro, por eso te hice daño.

― No yo estoy bien, tú simplemente seguiste tu instinto.

― Pero...

― Shhh... ven aquí ―el príncipe vuelve a recostarse en la cama y me hace una señal, quiero negarme, pero no puedo así que vuelvo a acomodarme sobre él―. Hazlo despacio, ¿sí?

― Lo... lo intentare.

Con miedo vuelvo a pegar mi boca a su cuello y tratando de ser cuidadosa, vuelvo a succionar hasta volver a recibir la sangre del príncipe. La sangre me llena, poco a poco comienzo a sentirme más fuerte, más poderosa; la sangre del príncipe de hielo ahora recorre todo mi sistema, porque ahora soy un vampiro.

― ¡¡NOOOOO!!

Abro de golpe los ojos y en segundos Iván y André vienen a mí. Inmediatamente tomo al príncipe de hielo y reviso su cuello, pero nada, no hay sangre en él.

― ¿Qué te pasa? ―pregunta el príncipe alarmado.

Pero yo no puedo hablar, inspecciono mi cuerpo que aun esta amoratado pero no me duele como antes, después toco mis dientes que no hay nada anormal. Un sueño, fue un simple sueño y eso es sumamente tranquilizador. Ignoro a los dos chicos frente a mí, con cara de angustia y me dejo caer de nuevo en la cama, ahora más tranquila.

Inspecciono la habitación, pero todo sigue igual, incluso puedo ver que sigue nevando. Vuelvo a levantarme hasta quedar sentada y miro a Iván y a André. Un millón de preguntas comienza a atacarme, que mi cuerpo no tenga indicios de que soy un ser extraño no quiere decir nada, quizás los síntomas vengan después, ¿y si...?

― ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

― Dos días ―contesta el príncipe.

― ¿En qué me he convertido? ―por un momento ambos se quedan callados e Iván simplemente niega―. Hablen... por favor.

― Tu príncipe piensa que en un vampiro ―señala Iván―. Pero no estamos seguros, ¿tienes ganas de una copita de sangre? ―bufo para mí misma, este chico no toma nada en serio así que miro a André.

― Dime.

― ¿Te lo digo o quieres verlo por ti misma? ―no entiendo esa extraña pregunta.

Antes de preguntar, el príncipe me ínsita a pararme, me duelen un poco las piernas por lo entumecidas que están, aun así dejo que me ayuden, ambos, a llegar hasta el baño.

Al llegar frente al espejo y mirarme, el alma abandona mi cuerpo y caería sino es porque el vampiro y el demonio me están sosteniendo, junto las pocas fuerzas que me quedan para acercarme más al espejo. Mis ojos... mis ojos son de color morado, miro a Iván...

― Soy un...

― El hecho de que tengamos el mismo color de ojos de nuestro padre, no quiere decir que seas un demonio ―explica Iván, pero si pretende calmarme con eso no está funcionando.

― Tú eres uno.

― Déjame a solas con ella ―dice el príncipe―. Solo un momento, por favor.

Iván duda unos segundos, pero inmediatamente asiente. Antes de irse deposita un beso en mi frente y se va haciendo el menor ruido posible. André me toma en brazos y volvemos a la cama. Mis ojos pican, pero no siento la necesidad de llorar y aun así siento una gran desesperación.

― ¿Qué soy? ―la pregunta sale sin pensarla, aunque en realidad siempre ha estado allí, en el interior de mi mente.

― Eres un vampiro y un hada...

― ¿¡Que!? ¿Cómo lo sabe?

― Supongo que no recuerdas nada ―dice pasando una mano por su cabello―. Claudius fue a la ciudad para conseguir morfina, tratamos de contenerte por qué intentaste morder a Violet, tus colmillos se alargaron. Horas después de que se pasara el efecto de la medicina comenzaste a levitar... o bueno pensamos que levitabas. Tus alas...

― ¿Soy un vampiro... y un hada? ―y él simplemente se limita a asentir.

******

Hola, espero que les haya gustado el capítulo. Gracias por leer y votar.

Que tengan una feliz navidad y buen inicio de año.

Sigan disfrutando de sus vacaciones. 


Continue Reading

You'll Also Like

14.3K 1.3K 20
Lucifer lucha consigo mismo para poder salvar a la chica que ama, mientras que ella solo quiere que todo acabe. En medio de la tormenta que ha pasad...
168K 17.1K 33
Imagina que vives en la Inglaterra Victoriana. Ahora imaginatela con un nuevo órden donde las mujeres son las que están al poder y los hombres son l...
37.1K 1.4K 10
tn con 18 años es la chica más deseada por todas las chicas de su instituto madelaine con 15 años una chica sexy y hermana adoptiva de tn los padre...
107K 5.7K 28
¿Que pasaría si Carlisle antes de conocer a Esme hubiera Conocido a alguien más? ¿Y De ese amor hubiera Nacido una Hija Biológica? Cuando Carlisle Te...