Capítulo 64

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Una vez que anochece, todo mundo baja para ver qué comerán, al pasar por la sala cada uno me ve extraño mientras yo estoy agazapada en un sofá abrazando mis rodillas. El único que se acerca a preguntar es el ángel, pero solo le digo que necesito descansar, me anima a que suba a una de las habitaciones pero me niego. Desde aquí veo como todo mundo se introduce a la cocina y comienzan a sorprenderse porque Spector había pensado en todo, incluyendo los víveres. La voz irritante de Esmerald es la que se escucha más fuerte mientras pide que le pasen ingredientes. 

Cubro mis oídos con mis manos y cierro los ojos, inmediatamente siento las manos de alguien sobre las mías y me sobresalto, me tranquilizo al ver a Iván, hace una mueca como sonrisa y me tomó de la mano para levantarme

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Cubro mis oídos con mis manos y cierro los ojos, inmediatamente siento las manos de alguien sobre las mías y me sobresalto, me tranquilizo al ver a Iván, hace una mueca como sonrisa y me tomó de la mano para levantarme.

Si está por llevarme a la cocina me negaré, pero nos dirigimos a la puerta de salida. Salimos al descuidado jardín y enseguida viene Spector junto con los príncipes, nadie dice nada tan solo nos limitamos a seguir indicaciones de la sombra, quien nos ha pedido que nos quedemos ahí mientras él corre hacia atrás de la casa y de repente se escucha el ruido de un motor y aparece Spector en una carcacha que milagrosamente aún no se ha desarmado.

Nos hace una señal para subirnos, inmediatamente escojo el asiento del copiloto y los nervios comienza a apoderarse de mi cuerpo, haciéndome temblar y produciendo mucha luz con mis manos al igual que el hormigueo, Spector conduce hasta la ciudad, recorremos parte del centro, muchas subidas y bajadas; veo pasar a los peatones ajenos a nosotros, concentrados en su propio mundo, ignorando quizás la guerra de Lilit contra todo Fény, pero la verdad ni me importa eso ahora. Más subir y bajar por las calles hasta que llegamos a los suburbios, si tuviese corazón sin duda latiría desembocado.

Nos detenemos a una cuadras de la casa donde solía vivir con mis padres adoptivos y mis hermanas —ignoro si ellas son también adoptadas—, soy la primera en salir del vejestorio y estoy a punto de echarme a correr pero Claudius me detiene, lo miro mal pero es lo mejor, tengo que controlarme. En silencio, Spector nos indica que subamos a las azoteas de las casas. ¿Cómo rayos quiere que haga eso?

— Sube —dice André dándome la espalda.

— Iré caminando.

— No nos vamos a arriesgar a que alguien te vea y te reconozca —dice la sombra serio—, suficientes problemas tenemos como para que alguien nos identifique y podamos perjudicar a esas personas que piensan que tu estas descansando en paz —es un buen punto a su favor, a regañadientes subo a la espalda del príncipe de hielo y enrollo mis brazos fuertemente en él.

Vamos a una lateral de la casa de la señora Morrison, o bueno... si no ha muerto supongo que aun vive aquí, Claudius es el primero en subir por la pared como si fuese una araña, después Iván y luego André, lo hace con cuidado para no caernos pero no parece ser un problema. Intento bajarme pero el príncipe niega, toma vuelo y se echa a correr para dar un salto y llegar al techo de la siguiente casa.

My Immortal (Fény 1#)   |   EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora