Capítulo 76

3K 304 5
                                    

Pasan muchas horas y ni siquiera hemos llegado a nuestro destino, para ser exactos doce horas de viaje con dos paradas para estirar las piernas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pasan muchas horas y ni siquiera hemos llegado a nuestro destino, para ser exactos doce horas de viaje con dos paradas para estirar las piernas. Estoy a nada de la desesperación y si no fuera porque me tienen, técnicamente, monitorizada, esto terminaría en una película de terror donde todos mueren, la primera en mi lista sería Esmerald. Para pasar el rato, dormí algunas horas, Ilea vino a nuestro haciento y estuvo charlando conmigo y el príncipe contándonos lo emocionada que esta por el viaje, la pequeña tiene cincuenta años, luce de cinco y su mentalidad es tan tierna que pienso en Mila, después escuche las desagradables bromas entre Rumpel y Su Yeong por medio de los artilugios de espía que él hada nos dio, los han encendido y aunque debo admitir que estuve aguantándome la risa en varias ocasiones.

Ahora, estamos detenidos en algún punto de Rusia, cerca de un pueblo y una tienda de autoservicios abierta las veinticuatro horas; la mitad de los pasajeros ha salido a estirarse un poco y comprar algo de comida. Spector, mi padre, Ilea, Su Yeong y los hermanos demonio han salido a despejarse, los demás están dormidos y a mí no me apetece salir a pesar de que mi espalda me esté matando.

Miro por la ventana pero todo está oscuro, solo identifico a la distancia las formas de los árboles que se mueven ligeramente por el viendo que hace y los pequeños copos de nieve que comienzan a caer, de repente siento un golpe en mi mano, me giro para ver a André quien está completamente dormido, pero se mueve de forma extraña y su frente está cubierta por una capa de sudor. Lo miro con detenimiento, sus parpados están fuertemente cerrados, su ceño arrugado y sus labios se mueven, como si estuviera diciendo algo tan rápido.

— André —lo llamo sacudiéndolo del hombro, está murmurando algo pero realmente no entiendo nada—. Oye, despierta.

— Mila... —dice con desesperación y eso hace que todas las alarmas de mi interior se enciendan—. Mila...

— ¿André? —lo sacudo con más fuerza—. ¡Despierta!

Con brusquedad, el príncipe abre los ojos, su respiración está muy agitada, me mira como si fuera real o no, su ceño se arruga aún más y levanta una mano para tocar mi rostro y saber si aún sigue en un sueño o ha despertado. Cuando está completamente consciente, suelta un profundo suspiro, se recuesta en su asiento y restriega una mano en su rostro.

— ¿Qué estabas soñando? —le preguntó inquieta—. Decías el nombre de Mila, ¿mi abuela o mi hija?

— No fue nada... —evita mi mirada— saldré a tomar aire.

No tengo tiempo de impedírselo, se levanta y prácticamente corre a la salida, no parece que nos vayamos a ir de inmediato, así que me apresuro a alcanzar al príncipe. Al bajar del autobús miro a mi padre y a Spector hablar en la entrada de la tienda protegiéndose de la nieve, los demás pasajeros aún siguen en la tienda y los dos choferes del autobús están sentados en una banca fuera del establecimiento tomando quizás un café, los ignoro y solo me concentro en el príncipe de hielo, ¿dónde está André?

My Immortal (Fény 1#)   |   EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora