Había una vez una joven encerrada en un castillo, todos ustedes pensaran que algún príncipe valiente iría a rescatarla, pero no es así. Por mucho tiempo estuvo cautiva en ese hermoso castillo, pues le era útil al rey, solo que... había más de un mot...
— ¡Joderrrrr! —me dejo caer de los brazos del príncipe.
— Cuida esa boca, Victoria —se arrodilla junto a mí y acaricia mi espalada—. Fue la última lo prometo. Mete un poco de nieve a tu boca.
Cojo un puñado de nieve y lo introduzco en mi boca implorando por no vomitar, me he aguantado la ultima hora pero mi estomago palpita de dolor. ¿Cómo es posible que desaparecer me produzca dolor? Cierro mis ojos y respiro de forma lenta y profunda mientras se derrite la nieve en mi boca, la escupo y vuelvo a tomar un poco más.
Cuando creo que estoy mejor, escupo el resto del hielo y me quedo ahí arrodillada por unos minutos, miro el cielo y está oscuro, no tengo idea de donde estamos tan solo hay un señalamiento que dice 'Bienvenidos', ¿adónde exactamente tenemos que llegar? Me pongo de pie y miro a mí alrededor, no hay más que bosques aun nevados, la carretera y el letrero.
— ¿Sabes a donde vamos?
— Si y ya vamos tarde —se acerca a mí para tomarme en brazos.
— No, no pienso volver a desaparecer contigo, además seguramente ya paso el efecto del hechizo.
— Voy a correr, ya estamos cerca.
— ¿Exactamente adónde vamos?
— A la cabaña donde vivía Mila, ahí se encontrara Elian o bueno... esperemos que este ahí —estira su brazo—. ¿Vienes?
— ¿Tengo opción? —él bufa cuando tomo su mano y sin esfuerzo alguno me toma en brazos, pero no se mueve. Me mira a los ojos y es muy incomodo, acerca su rostro al mío y yo cierro los ojos.
— Te amo —dice en susurro.
Toma una profunda respiración, sigo con los ojos cerrados y de repente siento el dulce viento frío golpeando mi rostro y mis piernas; tardamos como veinte minutos hasta que escucho un "¡Ya era hora!" por parte de Spector.
El príncipe se disculpa pero la sombra luce enojado a la vez que nervioso, miro a Iván y ambos corremos a abrazarnos, me alegro que él tampoco haya tenido dificultades al llegar. Spector termina con nuestro abrazo y comienza a dar indicaciones. Nos acercaremos a la cabaña donde supuestamente estará mi padre esperando, el primero que ira será Spector y hablara con él, en caso de que las cosas se pongan feas que estoy segura de que así será, Iván y yo tendremos que salir de nuestro escondite para que Elian crea en Spector y que cuido de nosotros.
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Todos asentimos y después de hacer una ronda de dudas y preguntas nos adentramos más en el bosque. Por primera vez veo a Spector nervioso, algo ronda por su cabeza porque lo veo hacer muecas y negar en varias ocasiones. Al bajar por un pequeño barranco, a un kilometro adelante veo la cabaña pero no hay nadie afuera, continuamos caminando hasta estará unos diez metros de la cabaña. Spector nos hace una señal para que nos quedemos ahí mientras él camina cauteloso hacia la pequeña casa.
