Capítulo 6

7.3K 607 36
                                    

Utilizando todas sus fuerzas, Norah empujo hacia atrás al príncipe para alejarlo de ella. André le dedico nuevamente una mirada oscura y asesina, mas no volvió a acercarse a ella. Se giró mirando a Claudius y se comunicaron por medio de la mirada, pues el pequeño príncipe sonrío de forma maliciosa y desapareció en un visto y no visto.

Mientras que Norah, aun parada en el rincón, intentaba mantener controlada su respiración y normalizar los latidos de su corazón. Pues poco a poco la palabra "tranquilidad" iba desapareciendo de su vocabulario y por los siguientes minutos, en los que André y Norah permanecieron en lados opuestos y en silencio, no sucedió nada.

«¿Espera que diga algo?»

Pensó Norah sintiéndose muy incómoda, ni siquiera quería caminar hacia su cama y sentarse, su cuerpo a pesar de estar más tranquilo tenía algo que le impedía moverse. Tampoco sabía cuánto más el príncipe estaría en su habitación, así que ella se tuvo que tragar su incomodidad e ir hacia su cama. Inmediatamente se quitó los zapatos que la estaban matando de cansancio y sin quitarse el vestido se recostó y cubrió con el grueso cobertor.

André la miro con cara de horror, sin decir nada al respecto, pues su rostro le decía todo. Iba a maltratar el vestido, pero poco le importaba a Norah. Menos cuando comenzó a bostezar, su cuerpo se iba poniendo laxo y sus parpados cada vez pesaban más, por lo que le costaba mantenerse despierta. Ella no era un vampiro, por lo que decidió que lo mejor que podía hacer era dormir y no pensar en lo que ocurriría al amanecer.

— ¿En serio, Norah? —dijo André con voz irritada—. ¿Vas a dormir?

— Si —contesto como si nada, acurrucándose más con la gran cobija.

— Si no hay de otra —Norah rápidamente se levantó, quedando sentada y viendo con incredulidad como el príncipe se quitaba su chaqueta y los zapatos para acostarse a su lado.

— ¿Qué rayos haces?

— Si regreso yo solo a la fiesta la gente comenzara a hablar y lo que menos queremos es que hablen —se acomodó poniendo sus manos en la nuca como almohada y soltando un suspiro—. Además, yo también tengo que descansar.

— ¿Y no tienes habitación? —pregunto borde, a lo que el príncipe volvió a utilizar esa mirada de asesino, intimidando menos a Norah al no cambiar su iris y mantenerlos en su color azul.

— Mi padre envió a tus guardias a ayudar con la seguridad de los invitados, aunque varios se quedaran a pasar la noche —su voz poco a poco comenzó a ser apenas un susurro, por lo cual Norah tenía que acercarse más a él para escuchar—. Si alguno quiere venir a curiosear contigo, se las verá conmigo. Así que ya duérmete.

Norah hizo un mohín, volvió a acomodarse y a cubrirse con el cobertor, pues de repente había comenzado a sentir mucho más frío que antes, por lo que volteo a mirar al vampiro y pregunto:

— ¿Por qué siempre estas tan frío? 

— ¿Por qué siempre estas tan frío? 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
My Immortal (Fény 1#)   |   EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora