Capítulo 36

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Me despierto gracias a un respingo porque algo frío a tocado mi cuello, abro los ojos y veo al príncipe concentrado en acariciar mi cuello

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Me despierto gracias a un respingo porque algo frío a tocado mi cuello, abro los ojos y veo al príncipe concentrado en acariciar mi cuello. Hace frío, pero no es el príncipe quien lo provoca, es el ambiente así que me pego más al pecho de André y él me envuelve en un abrazo, depositando besos en mí frente.

No sé como sentirme al respecto, pero incomoda no, no se siente de esa manera. Puesto que él es mi esposo y definitivamente a él le confiaría mi vida, mi corazón. Claro que, cuando lleguemos a donde están los demás quizás la tercera guerra mundial se desate, ya que Iván y Elian olerán mi sangre; en realidad, todos se darán cuenta lo que ha ocurrido.

― ¿Estás bien? ―pregunta el príncipe y yo asiento―. ¿Y qué tal las heridas de la espalda?

― Me duele al estirarme.

― Déjame ver ―hace que me ponga boca abajo y quita las mantas sobre nosotros. Inconscientemente suelto un suspiro al ver el cuerpo de guerrero del príncipe y rápidamente escondo mi rostro―. Si, aleja de mí tu mirada pervertida.

― ¡Cállate! ―lo escucho sonreír―. ¿Cómo esta mi espalda?

― Aun siguen un poco abiertas las heridas ―siento la fría palma del príncipe recorrer el lugar de donde me salen alas―. Deberíamos irnos y preguntarle a Su Yeong que se hace en estos casos.

― ¿Tan mal esta? ―vuelvo a acomodarme en la cama y cubrirme con las mantas.

― Un poco, me preocupa que puedan infectarse ―André toma mi mano y besa mis nudillos.

― Ya veo ―nos quedamos un rato callados, pienso en toda la información que tengo en mi cerebro y tal vez esta será la única oportunidad que tengo con el príncipe para estar solos y preguntarle un par de cosas―. ¿Puedo preguntarte algo?

― ¿Qué pasa? ―lo jalo para que vuelva a acostarse a mi lado.

― ¿A qué se refería Claudius cuando dijo que tu bestia saldrá sin ninguna limitante? ―André inmediatamente evade mi mirada, pero no lo presiono para hablar, espero y espero hasta que después de varios suspiros voltea a mirarme.

― Sabes que estoy maldito, no solo por no tener corazón o tener sentimientos negativos ―se acerca más a mí y volvemos a fundirnos en un abrazo―. Cuando llego a perder el control de esos sentimientos negativos me convierto en una bestia.

― ¿Exactamente en qué?

― Una especie de quimera, ¿sabes lo que es?

― Un monstro con la anatomía de varios animales o algo ―André asiente.

― De la cintura hacia arriba mi cuerpo parece un ave negra, mis brazos se convierten en alas, tengo un pico ―mis ojos están a punto de salirse y pongo una mano en mi boca―, mis piernas se convierten en las patas de un caballo y tengo cola de dragón.

My Immortal (Fény 1#)   |   EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora