Capítulo 75

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Elian me ha conseguido ropa y agradezco que me haya comprado un vestido, seguimos en invierno pero el calor sigue atacándome en ocasiones. Ahora todos estamos en una estación de autobuses, sentados a la espera del nuestro.

Después de aquel extraño episodio con las híbridas del Reino de las Ninfas y que mi padre y Spector se convirtieron en humo atrajimos a muchos demonios que nos están cazando, por eso llegamos a aquel hotel en medio de la nada para ocultarnos, hemos aprovechado la mañana para llegar hasta aquí y pasar desapercibidos.

Miro como la gente va y viene cargando con su equipaje, no hay mucha gente pero igual cubro mi rostro con el gorro de mi abrigo, además para que no vean mis marcas en el cuello, bajo la mirada y me concentro en el vaso de chocolate caliente que me ha ofrecido Claudius que se ha sentado frente a mí y no deja de mirarme con cautela. Todos me han mirado de esa forma cuando salí de la habitación del hotel. Sí, todos han visto mis marcas y las del príncipe, algo me dice que piensan que hicimos algo más que solo alimentarnos, sacudo mi cabeza y ahuyento esos pensamientos.

André está sentado a mi lado, pero luce diferente pues juguetea nerviosamente con sus pulgares, su labio inferior está siendo mordisqueado y no deja de mover su pierna. Lo miro de reojo y cuando él voltea a verme evado su mirada. Parezco una niñita estúpida al hacer esto, ¡por favor, soy una adula, puedo manejar esto! Levanto la mirada, evito la de Claudius y miro hacia donde esta Spector con Ilea en brazos discutiendo un par de cosas con Elian y Su Yeong, Rumpel está sentado en una silla junto a Iván pues parece que él no se ha recuperado del todo de esa bala. Lowell permanece en guardia todo el tiempo pero mira con discreción a todos lados y cuando alguien pasa muy cerca de nosotros veo como achina sus ojos y analiza a la persona.

Y en un rincón, cerca de la ventana permanece Esmerald, quien me mira con ojos de odio. Es increíble su descaro al estar enojada conmigo por lo que hice con André, le gusta el príncipe es obvio pero y yo qué culpa tengo. Dejo de verla y vuelvo a sacudir mi cabeza ignorando todo pensamiento acerca de la noche anterior aunque es imposible no hacerlo. Cierro con fuerza mis ojos y trato de pensar en alguien más, en mi pequeña Mila a quien extraño a cada minuto, lástima que dura poco.

— Vengan, todos —nos llama el hada. Nos acercamos a él y nos da una pequeña caja envuelta en periódico.

— ¿Qué es? —pregunta Claudius.

— Les encantara —Su Yeong sonríe—. Última tecnología para espías, cortesía del gobierno surcoreano.

— ¿Las conseguiste de ahí? —pregunta Rumpel divertido—. Yo tengo mejor material.

— Te encantara, úsalo —con rapidez abre la pequeña caja, saca una extraña goma color piel y se la mete al oído, después despega de una base de plástico lo que parece un parche que se coloca detrás de la oreja y al final saca lo que parece ser una ridícula pinza negra sujeta a un extraño alambre que ancla en el cuello de su abrigo—. Podremos comunicarnos con esto, ya están programados y son bluethooth.

— ¿Fuiste un espía? —le pregunto—. ¿Por eso vivías tú y mi padre a todo lujo en Corea del Sur?

— Póntelo —señala la caja y regresa con mi padre y Spector.

Me acerco a la ventana para tener un poco de luz y lidio con la envoltura del paquete, hago lo mismo que el hada, anclo la pinza en mi abrigo, lo cual parece ser un micrófono, saco la goma que supongo es un audífono y después el parche. Intento despegarlo hasta que lo logro, lo acerco a mi oreja pero inmediatamente mi cabello se pega a él, maldigo en silencio e intento quitarlo de mi pelo.

My Immortal (Fény 1#)   |   EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora