Capítulo 25

6.1K 562 8
                                    

Despierto dando un pequeño salto en la cama al sentir algo frío en mi cara, André me mira con una enorme arruga en su frente y no deja de acariciar mi mejilla, el frío contacto hace que me estremezca hasta que pasa un tiempo y me adapto a su tempe...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Despierto dando un pequeño salto en la cama al sentir algo frío en mi cara, André me mira con una enorme arruga en su frente y no deja de acariciar mi mejilla, el frío contacto hace que me estremezca hasta que pasa un tiempo y me adapto a su temperatura. No dice nada, tan solo me mira.

Miro a todos lados, las cosas siguen tal cual, solo que esta vez no puedo ver al exterior ya que las cortinas de la ventana están echadas, siendo tan gruesas que no sé si ya es de día o aun es de noche. Intento levantarme y confirmo que no tengo ningún malestar físico, me siento bien. El príncipe de hielo se sienta en la cama, frente a mí, y presiento que me quiere decir algo, pero se contiene.

Su mirada azul me hipnotiza, vuelvo a estar a su merced donde un millón de sentimientos hacia él me invaden.

― ¿Por qué...? ―intento preguntar pero hasta las palabras se vuelven pesadas en mis labios.

― ¿Por qué, que? ―su voz se escucha como un susurro lejano.

― Siempre me miras... pero... cada vez que lo haces de esta manera ―ni siquiera puedo mirar hacia otro lado―. Eres hipnotizante... ¿Por qué?

― Eso se conoce como 'limerencia' ―susurra aún más bajo mientras se acerca a mí.

― ¿Y qué es eso? ―él sonríe y se encoje de hombros.

            No vuelvo a preguntar, simplemente veo como la distancia entre los dos se va acortando gracias al príncipe

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No vuelvo a preguntar, simplemente veo como la distancia entre los dos se va acortando gracias al príncipe. Cierro mis ojos y espero el golpe frío de sus labios contra los míos, y cuando lo hace...

Siento fuego en mi pecho, pero no duele, se siente cálido. El beso es tierno y lo hace despacio, tanto como el andante o mucho menos que eso. Las sensaciones y los sentimientos se disparan a niveles exorbitantes dentro de mí y sé que el príncipe las siente. Cuando vuelvo a abrir mis ojos para mirarlo, estoy recostada en la cama y él tiene medio cuerpo sobre el mío.

Solo que esta vez es diferente, en el beso no hay urgencia, no es pronunciado y no insinúa el preliminar de un acto sexual. No es nada de eso. Es diferente.

My Immortal (Fény 1#)   |   EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora