Capítulo 103 [1/2]

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2 días para la primavera.

Había caído la media noche, el momento perfecto para muchas cosas, la primera de ellas estallar los obús que habían creado. Todo mundo estaba en sus posiciones, pero una repentina lluvia comenzaba a caer en los Montes Cárpatos, claro que unas simples gotitas de agua no serian un problema, lo que sí, es la contaminación del mundo humano que provoca lluvia acida y probablemente derretiría los obús antes de que lleguen a cincuenta metros de altura.

Bastian había liderado la operación junto con las sombras y las ninfas, pero tuvieron que retrasarse por lo menos hasta que se aligerara la lluvia, lo cual sucedió en tres horas.

Victoria esta con Mila, resguardada en una de las casas de campaña, junto con Iván, Esmerald y André. Los cuatro miraban hacia el sureste, con dirección al castillo esperando el estallido de las bombas, todos implorando por que aquellas sombras se encuentren a un lado de Lilit y vieran las señales. Si era así, y como les conto Thomas, ellos responderían de la misma manera.

A los arcángeles del Reino Celestial, se les ocurrió crear bombas distractoras para que no le tomaran el suficiente interés a las señales de Bastian y los demonios pensaran que un nuevo ataque se acercaba.

— Tardan mucho —dijo desesperada Esmerald.

— Tiene que calmarse un poco más la lluvia —contesto Iván, sin apartar la mirada del cielo nocturno.

— ¿Y si se cubren las bolas gigantes para no mojarlas? —pregunto André.

— Le dije a Bastian, pero dijo que impediría que explotaran —contesto Victoria.

Volvieron a quedarse en silencio, hasta que un par de minutos más se escucharon explosiones tan estruendosas que asustaron a los cuatro muchachos, pero pronto se dieron cuenta que eran los distractores de los arcángeles y en eso...una enorme bola café se levanto por los cielos llegando a camuflajearse con la oscuridad de la noche. La primera que estallo fue la del sur, muy cerca del castillo, la segunda fue la del valle y por último la del campamento del norte. Ninguna hizo el más mínimo ruido, solo se vio una explosión de colores creando una especie de aurora boreal en el cielo y los restos del obús caían por todos lados, pero no había peligro de ser lastimados, pues solo eran restos de agua y lodo.

A pesar del éxito de las bombas, nadie festejo, pues aun faltaba la respuesta y tenían que esperar

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A pesar del éxito de las bombas, nadie festejo, pues aun faltaba la respuesta y tenían que esperar. André intento que Victoria durmiera, pero ella se negó al estar a la espera de una respuesta de los infiltrados. Pasó la noche, las bombas distractoras se terminaron y los Montes Cárpatos volvieron a estar en silencio y en total oscuridad hasta que el sol volvió a salir por el horizonte, cada vez calentando más a Fény.

— ¿Victoria? —la chica se giro para ver a André, quien caminaba de un lado a otro meciendo a Mila en sus brazos, ninguno más que la pequeña había dormido lo suficiente—. Tienes que descansar.

My Immortal (Fény 1#)   |   EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora