Capítulo 44

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Hemos viajado toda la noche, recuerdo que hicimos varias paradas y por varias horas nos quedamos parados en algún lugar

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Hemos viajado toda la noche, recuerdo que hicimos varias paradas y por varias horas nos quedamos parados en algún lugar. Intente mantenerme despierta pero otra vez era como si mis fuerzas hubiesen sido succionadas por algo o por alguien, además la voz en mi cabeza era más frecuente y nunca se fue de mi, seguía insistiendo en que vaya a ella.

Soy la primera al despertar, aunque no puedo mover mi cabeza porque él príncipe tiene la suya recargada en mí. Todos parecen estar en un profundo sueño, pues solo escucho sus leves respiraciones. Por la ventana veo nada... tan solo un manto de blanca nieve cubriendo lo que parece ser un parque o bosque, hay muchos pinos y uno que otro árbol sin hojas, no hay casas a la distancia o que pueda ver.

Con cuidado quito al príncipe e intento no despertarlo pero es inútil, se ha despertado y comienza a percatarse de lo que hay alrededor. Me mira y pone una de sus manos en mi mejilla, sonríe y después me da un pequeño beso en los labios.

— ¿Dónde estamos? —susurro para no despertar a nadie más.

— Estamos en la ciudad de Anchorage —dice el príncipe entre bostezos.

— ¿Llamaron a Rumpel? —André asiente—. No recuerdo mucho.

— Llegamos a un lugar llamado Primrose, ahí Iván telefoneo a Rumpel y le dio instrucciones de venir aquí.

— ¿Dónde está el portal? —miro por la ventana, quitando con mi manga lo empañado.

— En el Parque Kincaid, según Rumpel debemos caminar seis kilómetros en esa dirección hasta llegar a un lago —señala hacia mi derecha—. Y ya que hay luz, creo que deberíamos ponernos a caminar.

— ¿No entraremos en auto?

— No, da las gracias a que el guardia nos dejo entrar al estacionamiento.

— ¿A qué hora llegamos?

— Como a las cinco de la madrugada —voltea hacia el asiento de atrás y comienza a sacudir a Claudius.

Yo hago lo mismo, me inclino hacia adelante y muevo ligeramente a mi padre, quien se despierta de manera brusca pero apenas y me ve se relaja. También despierto al hada y cuando todos estamos lo suficientemente consientes, salimos de la camioneta.

No hay ni un alma en este lugar, Su Yeong comienza a hacer grupos. Él y Elian irán al frente, Iván y yo en medio, y los tres vampiros atrás. Todo mundo trae armas, los vampiros sus dagas, el hada una espada y mi padre, a parte de una espada, trae enfundadas dos armas de fuego. ¿De dónde han sacado todo eso? Miro a Iván, quien se encoje de hombros y me jala del brazo para que comencemos a caminar.

Por los primeros cincuenta minutos, caminamos a paso constante, no hemos tenido ningún percance y nadie ha sentido la presencia de los cazas del Inframundo o de los zaino. No sé realmente si vamos por el camino correcto, pero a varios metros por enfrente de mi escucho a Elian y Su Yeong conversar y señalar a la distancia. Miro hacia atrás y de igual manera los vampiros van a algunos metros por detrás, levanto mi mano y saludo a mi príncipe, él también levanta la mano y me regala una sonrisa torcida.

My Immortal (Fény 1#)   |   EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now