My Immortal (Fény 1#) | EN EDICIÓN

Capítulo 79

— Lo siento.

— ¡Vete! —grita ella entre lágrimas—. ¡Vete antes de que te maten!

— No puedo dejarlos.

— ¡QUE TE VAYAS! —me avienta—. Spector... él... ellos necesitan ayuda.

Me pongo de pie, pero no me voy. Tan solo sostengo la mirada de Lowell hasta que sus ojos se cierran y el llanto de Esmerald se vuelve insoportable. Escucho la risa de los zaino, sin contener ya el control me precipito sobre ellos lanzando las lenguas de fuego de mis manos, no les doy oportunidad a nada, utilizo mis lastimadas alas para tratar de elevarme y proyectar mi puño en al menos tres híbridos vampiro, prender fuego en su interior y hacer cenizas su corazón.

Nada me detiene, nadie intenta detenerme cuando me dirijo a los fénix, saben que soy un guardiana así que no me atacan con fuego, utilizan armas de fuego y se viene una lluvia de disparos que no dura mucho, en un parpadeo estoy tras de uno, mis colmillos se alargan así que tomo al fénix por el cuello y lo muerdo para arrancarle la piel. El alarido de dolor es como una hermosa sinfonía para mí, le quito al híbrido el arma y le disparo justo en el corazón e instantáneamente el tipo comienza a incendiarse hasta hacerse cenizas.

Vampiros, demonios, fénix... híbridos, a todo quien se cruza en mi camino lo destruyo y descargo mi ira sobre ellos, pero esto debe terminar, tengo que hacer algo antes de que lleguen las verdaderas tropas de Lilit. Mis manos aún siguen adoloridas pero puedo sacar un poco de fuego.

― ¡¡VAYAN AL MURO!! ¡¡INCENDIARE ESTE LUGAR!! ―grito, comenzando a incendiar todo lo que se me cruza por el camino, cada árbol que me encuentro le prendo fuego.

― ¡¡Nooooo!! ―escucho el grito de Spector pero lo ignoro.

No sé cómo, pero mi habilidad para correr tan rápido como los vampiros se ha activado, recorro los alrededores y comienzo a prenderle fuego a todo.

― ¡Victoria detente! ―escucho la voz de André en mi oído, sigo prendiendo fuego a todo signo de naturaleza―. Ilea está escondida en un árbol, detente antes de que lastimes a Ilea.

― ¡¡BUSQUEN A ILEA!! ―grita Spector―. Busquen a mi hija.

Eso me paraliza por completo, intento parar el fuego pero es imposible ahora que mi control a desaparecido y solo tengo una pizca de ello que utilizo para correr a donde hay más nieve, el fuego lo derrite todo y el lugar sigue incendiándose. Mientras escucho los gritos de Spector a lo lejos buscando a Ilea.

Corro de vuelta hacia el lago, voy sorteando los arboles incendiados que crujen justo antes de dejar caer sus ramas al suelo. Esmerald y Lowell han desaparecido, solo está la marca de la sangre del chico. Sacudo mi cabeza y me adentro al lago, lo más hondo que me permito para que el fuego dejara de salir de mis manos. El agua esta helada que cala hasta los huesos, aguanto un poco más hasta que la iluminación de mis manos es nula y emerjo de nuevo. Salgo del agua completamente agotada, corro por la orilla, debe esta Ilea por alguna parte, ella debe de estar por aquí.

No escucho a nadie hablando por el micrófono, así que me quito el audífono del oído. Sigo corriendo por donde puedo y me encuentro al lobo, Rumpel tiene su pelaje todo quemado y varias heridas sangrando por todo el lomo. Apenas y se mantiene de pie pero es golpeado por una rama y el aullido de dolor que suelta es insoportable de escuchar, corro hacia él y con mucho esfuerzo quito la rama envuelta en llamas, me quito el abrigo mojado y cubro al lobo con él.

― ¡Lo siento, lo siento! ―le digo de forma frenética mientras él vuelve a su forma humana.

― Busca a Ilea... déjame aquí.

― No, no puedo dejarte aquí, vamos ―Rumpel niega, pero lo ignoro.

Hago esfuerzo sobre humano al tratar de levantar al híbrido. Paso una de sus quemados brazos por mi hombro y con mi brazo libre rodeo su cintura. Lo ayudo a caminar entre el bosque en llamas, estoy tan desorientada que no sé dónde está el muro, Rumpel se esfuerza por no desmayarse del dolor y me señala hacia donde debemos llegar, pero en eso escuchamos el llanto de alguien.

Miro a mi izquierda y ahí está Ilea, envuelta en llanto y sin poder salir de un circulo de fuego; al momento que intento ir por ella Claudius aparece, la toma en brazos y veo como se esfuerza por hacer un bliț con ella, antes de irse, el príncipe encuentra mi mirada y señala hacia arriba. Levanto mi cabeza y un árbol está a nada de caernos. Arrastro a Rumpel tanto como me sea posible, pero en el último momento lo aviento con todas mis fuerzas y la rama cae encima de mí incendiando mi ropa, pero lo más doloroso fue sentir que una de mis alas era casi arrancada de mi espalda. El dolor es una horrible agonía y lo único que puedo ver es el lobo, intentando llegar hacia mí, pero su propio dolor lo incapacita.

Intento quietarme la rama y llegar hacia Rumpel, si él muere estoy segura que Iván me odiaría por el resto de mi vida, el lobo es como un padre para él y si muere... ignoro esos pensamientos, tengo que ayudarlo, es lo menos que puedo hacer después del desastre que hice. Trato de arrastrarme pero con cualquier movimiento mis alas son jaladas a tal punto que sintiera que me están siendo arrancadas de la espalda, miro sobre mi hombro y varias ramas han atravesado mi ala izquierda.

Intento gritar y pedir ayuda, no por mí, sino por Rumpel; sin embargo las palabras no salen de mi boca, se han atorado y se niegan a salir. El lobo estira su mano y yo la mía para tratar de alcanzarlo. No puedo, simplemente no puedo y él tampoco. Hago mi último esfuerzo, pero lo último que veo es una capa de denso humo cubriéndonos al igual que el fuego.