Al llegar a un pasillo iluminado con luces de neón, como en el club de Rumpel, nos encontramos a un tipo. Iván a todo mundo conoce por que lo saludan y lo dejan pasar, salimos hacia lo que es un callejón de una sola salida. Hay dos parejas al fondo comiéndose a besos, un grupo de seis personas esta a la entrada del callejón y otros cuantos solitarios fumando un cigarrillo.

Tal como lo planeamos, Iván saca un cigarrillo y se aleja de mí, yo camino más al fondo escuchando los sonidos de las dos parejas. Me recargo en la pared y espero. Una de las parejas sale a la poca luz, son dos chicas góticas que al pasar frente a mí me miran y sonríen. Yo simplemente las ignoro y sigo esperando.

La suerte de los vampiros, hadas y guardianes me sonríe al ver que sale la otra pareja. La chica camina hacia la salida del callejón sin mirar atrás mientras se arregla el vestido, veo como Iván tira su cigarrillo y va tras de ella. Yo me quedo y espero al chico. Camina decidido, pero se detiene enfrente de mí y me mira.

¡Bingo!

― ¿Estas perdida, preciosa? ―se acerca a mí, él no está ebrio y si, también es guapo. Pero la infidelidad no va conmigo.

― No, yo solo... quería tomar aire ―le regalo la sonrisa más coqueta que puedo hacer―. ¿Quieres hacerme compañía?

― ¡Claro! ―se recarga en la pared, a un lado de mi y me mira―. Tus ojos son preciosos.

― Son lentes de contacto.

― Aun así ―sonríe―. Soy Se-hun.

― Victoria ―le doy mi mano a forma de saludo. Él se muerde su labio inferior y me mira igual que el tipo ebrio de hace un momento. La ira comienza a envenenar mi sistema―. Escuche que la estabas pasando bien hace un momento.

― No estuvo mal ―se encoje de hombros―. ¿Quieres que vayamos más al fondo?

― Tengo que irme ―comienzo a caminar, pero él toma mi mano.

― Ven ―caminamos hasta el fondo del callejón―. Seré bueno contigo, preciosa.

Me dejo llevar por el chico, quien inmediatamente me retiene contra la pared e intenta besar mis labios pero yo lo evado, así que se decide por mi cuello. Es asqueroso, pero aguanto un poco más mientras besa mi cuello y toca mis piernas.

La ira permanece creciendo en mi interior al igual que la excitación, pero de matar a un humano. Siento un hormigueo en mis encías y en mis manos, trato de controlarme pero es inútil cuando siento mis colmillos alargarse. El callejón, es este lugar, es tan oscuro que Se-hun ni siquiera se da cuenta de nada.

¡Te tengo!

Al sentir como su mano va subiendo por mi pierna y poco a poco va subiendo mi vestido, lo agarro de su camisa y lo proyecto contra la pared. El muy imbécil cree que estoy jugando, así que vuelve a intentar besar mis labios. En un acto rápido, tomo al chico del cuello y me siento poderosa cuando lo levanto unos cuantos centímetros a pesar de que él es más alto que yo.

Puedo ver como su mirada pasa de lujuria a terror absoluto, no sé si ha visto mis colmillos pero lo siento temblar. Me quito el guante de mi mano libre, desprende un brillo amarillo tenue. Iván dijo que, si imaginamos con fuerza lo que queremos nuestro cuerpo trabajara por instinto. Así que imagino el fuego en la palma de mi mano. El tipo intenta hablar, pero mi mano presiona más su cuello.

 El tipo intenta hablar, pero mi mano presiona más su cuello

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― ¿Estás listo para morir? ―sonrió llena de satisfacción―. Porque yo estoy lista para matarte.

Una pequeña bola de fuego aparece flotando en la palma de mi mano, el chico abre sus ojos al punto de salirse de sus orbitas e intenta jalar aire hacia sus pulmones. Me separo un poco de él y acerco mi mano libre a su estomago. Y antes de que queme sus entrañas, un repentino cambio de sentimientos se sofoca, pero yo no lo provoco.

― Suéltalo, Norah ―escucho la voz del príncipe de hielo, justo atrás de mi, a escasos centímetros.

― ¿Qué haces aquí? ―pregunto, pero sin apartar mi mano que envuelve el cuello del chico.

― Déjalo ir ―las manos del príncipe me toman de las muñecas, pero no me quita con fuerza, no hace nada―. Tú no eres así ―susurra en mi oído.

― Ni siquiera me conoces bien.

― Te conozco perfectamente, inimă —deposita un beso en mi cabello y poco a poco abro la mano con la que tengo atrapado el cuello del chico, quien cae en medio de jadeos y tos. André enrolla un brazo en mi cintura y caminamos hacia atrás mientras Claudius y Violet aparecen de la nada y se acercan a auxiliar a Se-hun—. Contrólalo, amor.

— No tienes idea de cómo me siento —el fuego aun está en mi mano—. Yo... necesito aplacar esta ansiedad...

— Lo sé, lo sé —me da otro beso, mientras acaricia mi vientre y mi muñeca—. Contrólalo, Norah. Yo confió en ti.

Cierro mis ojos y trato de desaparecer el fuego, pero no sé cómo. Es fácil hacerlo salir, pero no hacer que se detenga, las caricias del príncipe me relajan y en segundos siento su palma fría tomar mi mano. Abro los ojos, el fuego se ha ido, pero un montón de sentimientos me invaden, son los del príncipe.

La preocupación, frustración, enojo, desesperación y la peor de todas, la decepción. Me giro y veo su mirada azulada, quisiera decirle muchas cosas pero el nudo que siento en la garganta me lo impiden, en su lugar, mis lágrimas salen como dos ríos recorriendo mi rostro.

Iván dijo que si no nos controlábamos podríamos matar a estas personas, el problema es que nosotros hemos dejado libre a nuestra propia oscuridad y es mucho más poderosa que nosotros. Intento alejarme de André pero me retiene, Violet también se acerca pero no dice nada.

Siento un pequeño piquete en mi brazo, la vampiresa me ha inyectado algo. Las fuerzas abandonan mi cuerpo, mis rodillas se doblan, pero no me caigo. Mi príncipe me toma en brazos y me aprieta contra su cuerpo.

Y antes de cerrar mis ojos e ir al mundo de la inconsciencia, veo a lo lejos los ojos amatista de Iván. Intenta caminar y acercarse a mí pero antes de hacer algo se desvanece y queda inconsciente al igual que yo.

***

Espero que hayan disfrutado de los capítulos :D

My Immortal (Fény 1#)   |   EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now