—. El príncipe mato a toda la familia de Evangeline, los Saadi, con excepción del hermano mayor, Dominic. La cuestión princesa, es que esa familia eran los hechiceros del lado oscuro más poderoso en aquellos tiempos y Dominic vengaría la muerte de su familia, ¿cómo? Muy fácil, enviando un hechizo al príncipe, congelar su corazón y rompiéndolo con un chasquido de dedos. ¿Qué se siente André? ¿Qué se siente no sentir la calidez de tu princesa? ¿Qué se siente ser más frío que la nieve que cae sobre nosotros? Según se, es mucho peor de lo que parece, ¿no es así?

— ¡No sigas! —André dirigió su espada hacia Darius, pero este ni siquiera está alarmado puesto que las palabras del príncipe, a pesar de ser firmes, estaban cargadas de desesperación.

— Déjalo salir André, deja salir el frío que está en tu interior —la voz del vampiro era como un ronroneo, una sutil provocación—. Deja salir a la bestia.

Darius y los demás 'zaino' caminaron hacia André, rodeándolo, mientras que yo trataba de entender cada palabra que el vampiro había dicho y lo más terrorífico es que creía en cada palabra, la actitud del príncipe me lo confirmo todo. Ahora ya sé porque él príncipe no tiene corazón... ahora se, por que desprende su cuerpo tanto frío como para congelarme.

Un rugido me hico caer en la realidad, mire hacia adelante, donde más de diez híbridos atacarían a André. De repente una mano apareció en mi campo de vicio, acaricio mi mejilla y me hizo girar el rostro a la izquierda, Claudius estaba despierto, sus ojos estaban llameando de enojo. Seguramente él también estaba escuchando todo.

— No mires —susurro.

— ¿Qué?

— Mírame a mí, ¿entendido?

— ¿Por qué? —intente girar mi rostro pero él me lo impidió.

— Porque morirías del susto.

Eso me dejo de piedra y justo cuando iba a indagar más en el asunto, fuertes rugidos cortaron el silencio en el que nos encontrábamos. Gritos por todos lados, el sonido de cada golpe se escuchaba tan nítido al igual del choque de la espada de André, incluso disparos se escuchaban.

Todo el tiempo mire a Claudius, pero pasaron los minutos..., segundos..., horas..., la pelea no terminaba y se instalo también a los alrededores de la cabaña en ruinas. Cierro mis ojos y apoyo mi cabeza en el hombro del príncipe. Por un lado quiero salir viva de aquí, pero todo volvería a la normalidad, en pocos días tendría que casarme con el príncipe de hielo, ¿y si muero? Sacudo mi cabeza, eso sería imposible, lo sé... lo supe desde que André acepto cuidarme. Por su existencia yo viviría, no había duda en sus ojos cuando me hizo esa promesa. Voy a vivir.

Los gritos de guerra, los disparos, la espada y mi llanto inundan el contexto que me rodea. No he vuelto a dirigir mi mirada hacia el frente, sigo con los ojos cerrados y recargada en el hombro del príncipe, aunque siento su cuerpo flojo, seguramente ha perdido la conciencia de nuevo, hasta que alguien se acerca. Pego un salto pero es Violet la que se arrodilla a lado de Claudius y comienza a llorar mientras acaricia su rostro. Después se pone de pie y emplea todas sus fuerzas para arrancar las cadenas de la pared, lo cual no le toma demasiado tiempo y después me ayuda a mí.

— Vamos Norah, ayúdame —estoy débil, con frío y hambrienta, pero estoy mil veces mejor que el príncipe. Entre las dos lo abrazamos de la cintura y salimos por la puerta siendo completamente ignorados por los zaino y un grupo de guerreros Vampir.

— ¿Dónde está André? —comienzo a buscarlo pero Violet me reprende.

— ¡No mires, sigue caminando!

My Immortal (Fény 1#)   |   EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now