Capítulo 98

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/Narra el autor/
  La guerra había avanzado durante horas y todos los soldados se estaban cansando, sin embargo, la situación se había revertido. Los del ejército de liberación habían conseguido más y más apoyo, lo que hizo que las fuerzas enemigas decayeran por cada vez que los refuerzos iban llegando. Los heridos fueron evacuados hacia Berk mientras que los conquistadores y cazadores eran abandonados a su suerte.

  Astrid y Camicazi seguían combatiendo contra Erobere. El hombre terminó perdiendo sus espadas, y en un intento desesperado de ganar, se acercó y tomó del cuello de las dos chicas con sus dos manos. Tratando de asfixiarlas, las comenzó a sacudir y a apretar sus puños para romperles sus cuellos.

Camicazi: A... A... Astrid. Prome... teme algo.

Astrid: ¿Qué?

Camicazi: Que no voy... a morir sola y gorda como mi madre.

Astrid: *Molesta* Estamos a punto de morir ¿Y justo ahora se te ocurre decir esa idiotez?

  Las dos chicas patearon en la cara al Romano y eso hizo que se desequilibrara. Cuando pudieron recuperar el aire, corrieron y saltaron para darle un golpe en la cara al mismo tiempo. El jefe de los Romanos cayó inconciente y eso le dió oportunidad a las chicas para continuar con la pelea.

  En otra parte, las cosas estaban sucediendo de forma similar.

  Estoico y Alvin combatían contra Drago, y a pesar de que él solo tuviera un brazo, les era difícil a estos dos vikingos poder acertarle un golpe tal rival. Los Salvajibestias peleaban justo a varios metros alado de ellos. Alvin, furioso, corrió y le dió un golpe. Estoico, inspirado, hizo lo mismo y así comenzó la lluvia desenfrenada de golpes. Drago no tuvo oportunidad de defenderse. El Marginado le dió una patada voladora para confundirlo y el Berkiano dió el golpe de gracia que provocó que el villano cayera por la borda. Cuando fueron a ver, no había señales de él y solo le continuaron prestando atención a los enemigos que iban en dirección hacia ellos.

  Rath, junto a los demás dragones, lograron comer madera, metal, tela de las velas de los barcos y algún que otro conquistador que se atravesara. Los Dracomanos ayudaban como podían, los dragones malos se iban retirando y los dragones de la colmena se iban sumando poco a poco en a cuidar de Berk o a los demás guerreros que todavía estaban peleando.

  Viggo y Ryker seguirían peleando, mientras Artillería permaneciera de lado de los cazadores, sería difícil terminar con todo. Viggo, sabiendo esto y su depredador natural, les pidió a los jinetes que buscarán a cierto tipo de dragón, a los pocos minutos, un Submaridestrozador subió a la superficie y enfrentó al titán. En eso, aprovecharon la distracción para cortar las cuerdas del barco de metal. El Grimborn malo corrió con todas sus fuerzas y fue capturado por el Skrill y su jinete. El reptil circuló una pequeña descarga y el cazador quedó noqueado. El dragón Artillería aprovechó la situación para huir lo más rápido que podía.

  Valka, Eret y Bocón continuaron peleando. En eso, el herrero fue acorralado por Ragnar la roca y lo amenazó, pero él vio a una criatura escamosa que veía como mal augurio y sonrió.

Bocón: *Señalando* Mira esa cosa ¿No te parece adorable?

Bocón: *Señalando* Mira esa cosa ¿No te parece adorable?

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Ragnar: *Mirándolo y con ternura dijo* Ahhhwww.

Bocón: Es un mal presagio.

  De repente, 20 de ellos aparecieron y comenzaron a comerse la cubierta del barco en donde estaban. El líder de guerra tuvo que huir algunos metros.

Bocón: Comienzo a verlos con buena cara.

  La pelea continuó y los Berkianos comenzaron a cansarse. Sin embargo, Tris y Omar cargaron una jaula hecha de acero aprueba de dragones y lo arrojaron a ese preciso barco. Mauricio, Talus y Rena se conviertieron en Terrores Catastróficos y se arrojaron a la proa del mismo. Los seis estaban perdiendo el equilibrio pero la jaula, al moverse por la inclinación, terminó atrapando a los Líderes de Guerra, Los líderes de los conquistadores.

  Los otros tres llamaron a sus compañeros y huyeron de ahí lo más rápido posible.

  Todo parecía acabarse, pero el Salvajibestia gris todavía seguía peleando. De un momento a otro, el animal se hundió y al emerger, estaba Drago Manodura en uno de sus colmillos de marfil. La criatura volteó a ver a Estoico y a Alvin y se preparaba para exhalar su aliento de hielo.

  Hipo notó esto a tiempo y llamo a Chimuelo, el sujetó al ex-mercader y volaron a máxima velocidad.

  Dagur le rompió un brazo a Krogan y Heather le dió el golpe de gracia. Sastifecho lo amarró al mástil de un barco a punto de hundirse y junto a su amiga, volaron inmediatamente hacia donde iba su líder. Dagur la siguió.

  El castaño y el ébano reptil volaron a toda prisa que sin darse cuenta, soltaron a su rival. Al llegar empujaron a los dos hombres y recibieron el aliento del enemigo.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Onde histórias criam vida. Descubra agora