Capítulo 73

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/Narra el autor/
  Antes de volver al nido, Hipo quería volver a visitar a todos los aliados que hizo a lo largo de sus viajes y aventuras. Todos estuvieron de acuerdo así que se fueron hacia aquellas islas lejanas en donde yacían los aliados de Hipo.

  Durante el viaje, el joven castaño notó que su mejor amigo estaba algo decaído. Se paró en el lomo del dragón y saltó hacia el vacío, eso sorprendió a sus compañeros. Al regresar a la misma altura que su dragón, le preguntó si todo estaba bien.

Hipo: ¿Estás bien, amigo?

Chimuelo: Si, estoy bien.

Hipo: Si querés descansar, estoy aquí. Puedo llevarte en mi lomo.

Chimuelo: Ahí nomás, no estoy de humor. Solo quiero volar un poco ¿Si?

Hipo: Ok. Si querés hablar de eso, solo llámame.

Chimuelo: Gracias hermano.

Hipo: De nada.

  Los jinetes fueron primero a la isla de Bog-Burglars y allí se reencontraron con Camicazi. En esa isla, no había habitantes que no anduviera sobre un dragón. No necesariamente se subían a un dragón para volar, sino también para evitar caminar largas distancias o para ayudar con carga pesada.

Hipo: Veo que todo va bien.

Camí: Si. Todo está perfecto, pero sigo preocupada por los Romanos y los demás conquistadores.

Hipo: La batalla final no tardará en llegar, te lo aseguro.

Camí: *Preocupada* Espero. No sé cuánto más mi pueblo pueda soportar tal horrores como lo son los conquistadores.

Hipo: Esto terminará pronto.

  Nadie se daba cuenta, pero Astrid estaba comenzando a sentirse celosa, ni ella misma sabía que lo estaba sintiendo. Camí abrazo y converso con Hipo por un rato mientras que ella solo estaba parada por ahí mientras se sentía molesta por algo.

  Luego de una larga charla en el lugar, el jinete y sus acompañantes retomaron el vuelo y se dirigieron a otra isla. En esta había un montón de chicas y mujeres que, por alguna razón, podían volar.

Patán: Oye ¿No dijiste que eras el último Dracomano en la faz de la tierra?

Hipo: Si, y creo que no exageré tanto. Ellas son "Las Doncellas Aladas", no son Dracomanos y tampoco son personas violentas, por lo que son de fiar a la hora de un combate.

Patapez: ¿Cómo es que vuelan?

Hipo: Son cuidadoras de Látigos Afilados, las crías se pegan a sus espaldas y les permiten volar. De lejos parecen como si tuvieran alas cuando en realidad son ayudadas por crías de dragones.

Brutilda: *Sorprendida* Eso debe ser genial.

Hipo: Si.

  La líder de las doncellas e Hipo se reunieron y estrecharon sus manos.

Hipo: Es bueno verte Atali ¿Alguna noticia?

Atali: Ninguna. Pero aún así, estoy feliz de poder reunirnos. Viggo y su hermano...

Hipo: Lo sé, lo sé. Ellos atacaron mi hogar y por poco lastiman a los Berkianos.

Atali: Oí que los Berkianos formaron una alianza con los Marginados y Berserkers.

Hipo: Si y me gustaría que te unirás.

Atali: Ya tenemos una alianza.

Hipo: Entre ustedes y yo, no con Berk. Esto mismo ya discutí con Camicazi. Entonces ¿Tenemos un trato?

Atali: *Segura* ¿Por qué no?

  Los jinetes volvieron a emprender el viaje y de allí fueron a la última isla en la lista. En este lugar, la mayoría de la gente estaba encapuchada. En el centro los esperaba una mujer con pelo corto y rubio.

???: Me alegro de verte Hipo.

Hipo: Lo mismo digo Mala ¿Los guardianes del Ala escucharán mi petición?

Mala: Por supuesto.

  Nuevamente, Astrid sintió celos, los líderes hablaron y luego se despidieron.

  Ya estando a pocos metros de llegar al nido, el castaño notó que en todo el día, su dragón estaba muy distraído.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Where stories live. Discover now