Capítulo 41

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/Narra Hipo/
  Astrid parecía tener un "ligero" odio hacia Heather. En parte creo saber porque, pero quería escucharlo de su boca.

Astrid: Hace tiempo, cuando empezó la guerra entre los Marginados y Berkianos, hubo un barco que se estrelló en nuestra costa. En ese barco estaba ella. Decidimos ayudarla, sobre todo yo. Le dimos un hogar, comida, y hasta ropa nueva. Le enseñé personalmente mis trucos y mi forma de pelear.

Patapez: *Interrumpe* La ayudamos en lo que pudimos

Astrid: Nos hicimos amigos, pero todo fue una vil mentira.

Heather: No fue así y lo sabes.

Astrid: *Enojada* Cállate.

  Hice lo posible para calmar a Astrid. La ira de Astrid es equivalente a la furia de un vikingo molesto y hambriento. Fue difícil pero pude calmarla antes de que hiciera algo grave.

Hipo: Astrid, cálmate. Respira y sigue con la historia.

Astrid: *Respira hondo* Ok, ya estoy calmada. Continuemos.

Patapez: Después de ayudarla y permitirle estar un tiempo en Berk, ella comenzó a actuar de manera sospechosa.

Astrid: Intentaba acercarse a tu padre. Yo iba a su casa todas las noches para animarlo cuando se sentía triste. Necesitaba a alguien con quien hablar, divagar, incluso para pequeñas peleas y cosas así. Pero de repente, ella comenzó a ir también a tu casa con una sola intención...

Heather: ¿Por qué no le cuentas también que lo estabas reemplazando? Estoico dijo: "Eres como el hijo que no tuve" "Eres igual a mí".

  Eso fue como una lanza que penetró mi corazón. Lo tenía merecido pero no era necesario decirlo.

  Astrid dijo que eso debía ser secreto y volvió a pelear con Heather. Ya triste, harto y cansado use la energía de los Skrills. A mi alrededor había energía eléctrica que entraba y salía de mi cuerpo. Quedaron sorprendidas y luego se calmaron nuevamente.

Hipo: *Serio* Sigue.

Astrid: *Se aclara la garganta* Ok. Ella comenzó a seguir a Estoico a todas partes y preguntaba acerca de todo. Una noche intentó cortarle el cuello mientras dormía pero yo logré detenerla a tiempo.

Hipo: Déjame adivinar ¿Estabas en mi cuarto?

Astrid: Si.

Patapez: El punto es que Astrid delató a Heather y ella fue llevada inmediatamente a la isla de los marginados.

Heather: Eso fue aproximadamente 2 años.

Hipo: Es por eso que estabas en medio del mar y triste.

Heather: Si.

Hipo: Esa última parte lo sospechaba.

Patapez: ¿Qué? ¿Lo sabías?

Hipo: Déjenme contarles la otra versión - Aclare mi garganta y senté en el suelo mientras contaba - Estaba en yendo en dirección a Berk de visita cuando algo curioso ocurrió. Ví un barco de Berk pero allí estaba una chica que desconocía. Lloraba y estaba sola, cuando le pregunté que pasó me contó lo que dijeron ustedes, pero no me describió a quien intentó asesinar.

Heather: *Arrepentida* Te juro que no sabía que era tu padre.

Hipo: No me conocías en ese momento.

Patapez: *Celoso* ¿Ustedes están...?

Hipo: No, claro que no. Solo vive en mi isla conmigo ya que no tiene a donde ir.

  Todos estaban sorprendidos y para aclararlo debía contar toda la historia.

Hipo: Continuemos. Ella me explico todo y me dijo que trabajaba para un tal Alvin "el Traidor". Me dijo que sus padres estaban encerrados y él acabaría con sus vidas si ella no asesinaba a mi padre. Aunque está chica no me describió a su víctima, tuve la ligera sospecha de que su objetivo era mi padre.

Astrid: ¿Entonces...?

Patapez: ¿Ella era obligada a hacer eso?

Hipo: ¡Déjenme terminar ¿Si?! Al llegar noté una pareja de rehenes. Luego de rescatarlos entendí que realmente eran los padres de Heather. Ella se fue a su isla y de allí no la ví hasta unos meses más tarde. Me enteré muy tarde que su isla había sido atacada y ella fue la única sobreviviente.

  Todos se entristecieron incluso los ya no tan paralizados. Astrid vio compasiva a Heather ya que, ni siquiera ella toleraría perder a sus padres.

Heather: Dagur y sus Berserkers destruyeron todo lo que amaba. Navegue inconsciente durante días hasta que Hipo y Chimuelo me salvaron. Al ver su isla quede totalmente sorprendida.

Hipo: Vive conmigo, le dí de comer, hice que estudiara algunas cosas que yo también tuve que estudiar y luego le enseñé a entrenar dragones. Es mi mano derecha y una muy buena espía. De no ser por ella, sería muy difícil para mí fastidiar a esos cazadores.

  La situación se volvió más tranquila. Yo suspiré y me senté cerca de la laguna para calmarme un poco.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Where stories live. Discover now