Capítulo 20

3.1K 246 22
                                    

/Narra Hipo/
  Luego de derrotar a la muerte roja, perder una pierna, ser cuidado por dragones y ser amenazado por mi padre, quedé exhausto y quise arrojarme a mi cama y dormir. A pesar de haber quedado inconsciente por días, estaba muy cansado.

  Los dragones de la Muerte Roja estaban desorientados y perdidos sin un líder. Chimuelo y yo les propusimos que nos siguieran hasta la isla.

  Al llegar a la base nos acomodamos como pudimos. Los demás dragones dormían afuera mientras que Chimuelo y los del ruedo dormían dentro de la montaña.

  Estaba tan cansado no podía pensar en nada más que dormir.

Chimuelo: Gggg.

Hipo: ¿Seguro?

Chimuelo: Ghuauggg.

Hipo: Ok, ten cuidado, encárgate.

  Chimuelo dijo que se iba a encargar de lo demás. Solo quería ir a dormir y no enterarme de nada.

/Narra Chimuelo/
  Hipo se fue a dormir mientras que yo me encargaba del resto. Tenía que ver cómo controlar a los demás dragones antes de que destruyeran toda la isla.

  Al salir de la base, ví que los demás se perseguían entre sí, peleaban o trataban de quemar la vegetación. Junto a los chicos del ruedo, calmamos y apagamos todo el escándalo que ocasionaban.

  Traté de calmarme pero era difícil ya que todos se comportaban como niños.

  Lancé un rugido fuerte y poderoso que me escucharon hasta los terrores.

Chimuelo: Escuchen. Está isla no nos pertenece. Dentro de esta isla está el legado de nuestra especie, el de los humanos y el de los Dracomanos. Quiero que todos se calmen o volverán a aquella isla sucia y podrida.

  Todos se calmaron y agacharon su cabeza en señal de vergüenza. Se volvieron un poco más obedientes luego de que "hablé" con ellos.

  Proteger esta isla era la propiedad de Hipo y mía pero aunque estaba muy bien oculta, los humanos siempre encuentran lo que no deben.

  Se me ocurrió la idea de entrenar a los demás para ser guardianes de este lugar.

  Le dije a los demás lo que harían y se negaron al principio. Me costó convencerlos pero lo logré. Los dragones serían guardianes, irían a las islas más cercanas para vigilar el área o para no saturar el lugar en sí.

  Los dragones no somos tan tontos como los humanos creen. Para demostrarlo, lo primero que hicimos fue organizar los horarios de trabajo cada uno, los descansos, las guardias nocturnas y todo lo demás. Lo siguiente fueron aprendernos las señales de alerta y auxilió. Por último el horario y lugar de pesca, nos distruibuiriamos por varias partes para no saturar la pesca y provocar la extinción de los peces de ciertas áreas.

  Durante dos días completos estuvimos entrenando cada cosa cuando mi compañero salió.

/Narra Hipo/
  Salí por fin del sueño profundo y busqué a Chimuelo por toda la base. Al no encontrarlo me fijé afuera y noté que todos los dragones seguían sus órdenes.

  Cuando le pregunté que hacía, me dijo la idea que se le había ocurrido y lo que estuvieron haciendo. No tuve más opción que estar de acuerdo.

  Los días siguientes nos encargamos de entrenar apropiadamente cada dragón. Las instrucciones que ya había dado Chimuelo habían sido de mucha ayuda. En poco tiempo tendríamos a un ejército vigilando y ayudando a otros dragones.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Where stories live. Discover now