Capítulo 39

2.4K 188 68
                                    

Estoico: Esto se trata de algo mucho más que una batalla vikinga. Si ellos vuelven, no solo perderemos nuestra isla, sino que también podrían morir los niños. Aveces, las mejores desiciones deben sobrepasar nuestro orgullo y debe pensar más en los demás y lo que podríamos perder.

/Narra Valka/
  El escuchar eso me impactó. Él Estoico que conocí era cabeza dura, valiente y muy violento. Pero ver esta faceta que era inteligente, sensible y cuerdo, era algo raro de ver, era algo muy... lindo.

Valka: O-ok. Los entrenamientos empezarán la próxima semana.

Hipo: *Sorprendido* ¿Qué?

  Hipo tomo mi mano y me alejo del frente para poder hablar en privado.

Hipo: ¿Qué hacés?

Valka: Sabes mejor que yo que necesitan de nuestra ayuda. Por la forma en que ven a Heather, no confían en ella.

Hipo: Pero tengo cientos de dragones que tengo que cuidar.

Valka: Igual que yo pero esta es nuestra aldea. "Un jefe siempre..."

Hipo: *Desganado* "... Cuida de los suyo". Ahora suenas como papá.

Valka: Soy su esposa ¿O se te olvidó?

  Volvimos y continuamos en donde lo dejamos.

Hipo: Ok. La semana que viene empezará el entrenamiento. Hoy celebren que sobrevivieron. Quizás no puedan volver a hacerlo de nuevo.

  Muchos estaban en desacuerdo pero Estoico calmó las peleas a la fuerza. La gente volvió a comer y a festejar, nosotros no nos quedamos atrás. Mientras andábamos por ahí, noté a Estoico hablando con una chica rubia con una edad cercana a la de Hipo, pudimos escuchar levemente la conversación.

Astrid: Jefe, esa noche le dijo a su hijo que moriría para poder bailar una vez más.

Estoico: *Triste* No he bailado en años. No desde que...

Patón: Desde que su esposa fue comida para dragón.

  En eso tengo que coincidir con mi hijo. Los Jorgenson no tienen tacto. Quería golpearlo pero me contuve.

Hipo: *Susurrando* Voz de Relámpago.

  Hipo comenzó a silbar, y con su voz de Relámpago, su silbido se podía oír en todo el Gran Salón. La gente comenzó a callarse y poco a poco distinguí la melodía. Era la canción que bailaba con Estoico, solo él y yo la sabíamos. Hipo debió memorizarlo cuando era un bebé.

  El jefe de Berk se veía muy triste a medida que continuaba el silbido. Con la melodía y su mirar no lo pude resistir más así que comencé a cantar.

Valka: Por bravo mar navegaré
Ahogarme yo no temo
Y sortearé la tempestad
Si eres para mí.
Ni ardiente sol, ni frío atroz
Me harán dejar mi...

Bocón: Me harán dejar mi viaje.

Todos: ¡¡¡Bocón!!!

Bocón: Perdón.

  Yo rodé los ojos y continue cantando.

Valka: Si me prometes corazón
Amar...

  Me deprimí al ver que no continuaba y solo tenía la cabeza agachada. Me retiré lentamente pero.

Estoico: Amarme por la eternidad

  Comenzó a cantar devolviéndole poco a poco su magia. Y yo me sentía feliz al ver esa tristeza desaparecer.

Estoico: Mi buen amor tan dulce y leal
Me asombran tus palabras
No quiero una empresa audaz
Es bastante si me abrazas

  Poco a poco comenzamos a bailar al son de la canción. El Ritmo aumentaba cada vez más al igual que nuestro canto, que se volvía más rápido

Valka: Sortijas de oro te traeré
Poemas te voy a cantar
Te libraré de todo mal
Si siempre me acompañas
Estoico: ¿Sortijas de oro para qué?
Poemas no me importan ya
Tu mano solo sostener
Valka: Mejor que eso no hay mas

  La gente comenzaba a aplaudir, el lugar se volvió muy animado. Y toda la atención estaba en nosotros.

Ambos: Con tus abrazos y tu amor
En la danzas y en los sueños
Con pena y alegría igual
Conmigo yo te llevo
Por bravo mar navegaré
Ahogarme yo no temo
Y sortearé la tempestad
Si eres para mí

  Me tomó y me levantó con sus brazos alzándose lo más alto que podia. Todos aplaudieron al terminar la función. El comedor se llenó de alegría y gozo al notar las risas verdaderas de su jefe luego de tanto tiempo.

Estoico: *Alegre* No había bailado así desde... desde... desde - Su voz poco a poco se quebraba, su sonrisa desaparecía y sus ojos se llenaban de lágrimas - Desde que mi esposa... Esa canción se la compuse a ella hace mucho tiempo. Solo ella y yo la sabíamos. Solo ella y... Yo.

  Sus ojos se iluminaron de repente y me vio fijamente. Acercó sus manos a mi cabeza y lentamente comenzó a retirarme el casco. Cuando mi cara quedó descubierta completamente, solo podía mirar hacia abajo por la vergüenza.

Estoico: *Impactado* ¿Valka?

Mildew: Es una traidora. Atrapen... *Hipo lo paraliza, lo congela y lo golpea.*

Valka: Se lo que vas a decir, Estoico ¿Qué cómo pude hacer esto? Quedarme lejos todos estos años ¿Por qué no regresé contigo? ¿O nuestro hijo? ¿Que indicio me diste de que cambiarias Estoico? De que alguien en Berk lo haría. Les suplique incansablemente de que dejarán de pelear, que buscarán otra respuesta ¿Pero me escuchó alguno de ustedes? - Sentía como mi voz se quebraba - Se, que te dejé para que criaras a Hipo solo, pero pensé que estaría mejor sin mí. Y me equivoqué, ahora lo veo pero... Deja de ser tan estoico Estoico, hazlo. Grita, ódiame, solo dime algo - Su mano acarició con ternura mi cara mientras comenzaba a llorar.

Estoico: *Dulcemente* Estás tan hermosa como el día en que te fuiste.

  No lo toleré más y lo abrazé mientras lloraba, él hizo exactamente lo mismo.

Bocón: *Alegre* Hoy, no solo celebramos a los nuevos aliados, a la nueva jefa y al hecho de sobrevivir a lo que sería nuestro fín. Hoy, celebramos el regreso de Valka ¡¡La esposa del Jefe, ha regresado!!

  La celebración se intensificó mucho más de lo que era antes. Era diez veces más alegre. Había esperanza.

Estoico: Ojalá Hipo estuviera aquí.

Valka: Él está aquí en Berk, está justo ah... - Hipo me dió señales para pedirme que no dijera nada - Él está... oculto en la isla, dijo que vería por si acaso si alguien venía. Deberías verlo pelear, es increíble.

Estoico: Lo sé. Es igual a su madre.

  Sentía culpa por mentirle de esa manera.

Patán: Espera. Si ella es la esposa del Jefe, entonces tú eres... - Hipo le dió un codazo en la cara y lo noqueó en un segundo.

Hipo: Me voy afuera, necesito aire fresco, además el casco se está llenando de olor.

  Así lo hizo. La joven rubia y algunos amigos suyos lo siguieron afuera. Yo solo estaba concentrada en volver a ver la cara de mi esposo una vez más.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Where stories live. Discover now