Capítulo 74

1.2K 109 1
                                    

/Narra el autor/
  Hipo, al llegar a la isla, hablo a solas con su compañero y trató de buscar las palabras para iniciar una conversación con su amigo.

Hipo: Ya dime qué pasa. No puedo leer tu mente, se que te pasa algo. Todo el día estuviste distraído y deprimido ¿Qué te sucede?

Chimuelo: *Suspiro* ¿Nunca te sentiste vacío al estar mucho tiempo lejos de tu familia?

Hipo: Si y mucho.

Chimuelo: ¿Cómo lo soportabas?

Hipo: Entrenando, forjando y teniéndote a mi lado.

Chimuelo: ¿Nunca te has enamorado?

Hipo: *Nervioso* Em... bueno... si... digo no... digo si, pero...

Chimuelo: ¿Qué?

Hipo: Ok. Estaba enamorado de una chica, pero jamás se lo pude decir. Antes de arme cuenta, todo esto ocurrió y nunca más se lo dije.

Chimuelo: ¿Y nunca viste en su rostro decepción o tristeza?

Hipo: Si... pero eso me hizo querer trabajar duro para hacer que me vea diferente.

  El dragón se animó un poco al escuchar aquellas palabras.

Chimuelo: Gracias Hipo, por todo.

Hipo: Yo también debería agradecerte.

  Ambos amigos charlaron por un rato hasta que volvieron a estar de buen humor.

  Astrid llamó al dúo invencible y estos entraron hasta que escucharon un llamado conocido.

Chimuelo: ¿Escuchaste eso?

Hipo: Si. Esto significa que no sos el último.

  El chico llamó a la chica y la tomó del brazo arrastrándola hacia el barranco.

Astrid: *Asustada* Hipo ¿Qué haces? ¡¿Hipo?!

  Hipo saltó del alto lugar junto a Chimuelo y Astrid, siendo arrastrada con él. Ambos amigos levantaron el vuelo antes de llegar al agua. Hipo cargaba a su rehén mientras que Chimuelo voló lo más rápido posible hasta llegar al lugar de donde provino el sonido. Cuando estuvo cerca, divisó por todas partes y no encontró nada.

Hipo:¡Chimuelo! ¿Estas seguro de que era ella?

Chimuelo: Muy seguro. Espero que esté aquí.

  De la nada, una figura blanca embistió con velocidad al joven haciendo que perdiera el equilibrio y cayera. Hipo y Astrid iban cayendo por el cielo mientras que el reptil observaba la escena. Iba a rescatarlos hasta que la figura blanca se puso en frente de él.

Kila: ¡Xical! Rápido, antes de que vengan sus compañeros.

  Hipo volvió a retomar el vuelo a tiempo y se alzó junto a su amiga antes de caer por completo al agua.

Hipo: ¡Amigo! ¿Qué pasó?

Kila: Humanos que vuelan ¿Qué son?

Chimuelo: Tranquila. No son monstruos. Por favor cálmate y ven conmigo, te lo explicaré.

Kila: No se puede confiar en humano. Ven conmigo Xical. Por favor.

  El ébano reptil retrocedió un poco con desconfianza. La hembra suplicó nuevamente, pero al no recibir la respuesta que quería salió huyendo desapareciendo en medio de la nada.

  Luego de esta escena algo triste, los tres volvieron al nido y de juntaron con los demás. Jinete y Dragón conversaron acerca de lo ocurrido parar tratar de levantar sus ánimos.

Hipo: Entonces... ¿Era ella?

Chimuelo: *Deprimido* Si

Hipo: Chimuelo, te prometo que cuando todo esto termine, tendrás todo el tiempo que quieras para poder estar con ella.

Chimuelo: ¿Pero y tú...?

Hipo: Voy a estar bien - Dijo mientras lo acariciaba - Has estado lejos de los de tu clase y especie mucho tiempo y me cuidaste. Quiero devolverte el favor. También te prometo buscar hasta el último Furia Nocturna para demostrarte que no eres el último o único que queda. Lo haré para que no mueras...

Chimuelo: ...como Manthos ¿No?

Hipo: Si.

  La primera noche de sus siguientes aventuras termino, pero lo mejor estaba a punto de empezar.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora