Capítulo 16

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/Narra el autor/
  Luego de que padre e hijo tuvieran una sorpresiva reunión en el mar, discutieron sobre las cosas que estaban a punto de hacer.

Estoico: He buscado el nido desde hace años, no permitiré que lo encuentres primero.

Astrid: ¿Por qué lo buscas?

Brutacio: Yo sé, yo sé. Lo buscas porque quieres unirte a ellos.

Hipo: No. Quiero ver qué hace está reina. Y si no puedo hacer que se retire o deje de robar comida. Si no puedo hacer que razone, entonces tendré que ver qué hago.

Estoico: *Sarcástico* ¡¿Razonar?! ¡¿Es una broma?! Esas cosas no razonan.

Patán: Estás tonto si crees poder tratar a un dragón como igual.

  Chimuelo escuchó todo y bajo en picada hasta llegar al barco. Al escuchar el tono de Patán y sus palabras sintió como si él estuviera en peligro y ofendido. Cuando llego a cubierta amenazó a todos. El padre, los chicos y los otros Vikingos se prepararon para atacarlo pero el joven se interpuso.

Hipo: Alto. Si se acercan, se arrepentirán.

  Los demás dragones se acercaron en señal de apoyo. La tripulación estaba más nerviosa y solo seguían apuntando sus armas mientras que los dragones rugían.

  Chimuelo e Hipo rugieron con fuerza calmando y llamando la atención de todos.

Chimuelo: ¡¡Basta de una vez!!

  Todos quedaron sorprendidos, excepto Hipo. La magia de Manthos no sólo había sido pasado a Hipo, sino también a Chimuelo. El dragón era capaz de hablar el idioma de los humano, pero no le gustaba hacerlo. Era capaz de hacer cosas que antes no sabía hacer.

Chimuelo: Vuelve a decir eso cara de Yak y te prometo que será lo último que dirás en tu vida.

Estoico: Chico, explícate.

Hipo: Los dragones y humanos provenimos de una misma raza. Pero Chimuelo y yo tenemos un fuerte lazo o algo que nos conecta con los Dracomanos que fueron nuestros ancestros. Compartimos su sangre y su magia. Un Dracomano murió frente a nuestros ojos y nos dió toda la magia que tenía. Por eso puedo transformarme y por eso el puede hablar.

  El dragón se puso tenso de repente y todos lo notaron.

Hipo: ¿Que pasa amigo?

Chimuelo: Notó algo. Sigan mis direcciones.

  El dragón daba instrucciones a los navegantes mientras que estos obedecían. Al poco tiempo, arribaron en una isla que estaba rodeada de niebla, está tenía un volcán inactivo en el centro y nada de vegetación. El jinete se subió a su dragón y se preparó para irse.

Estoico: Alto. Quiero que uno de nosotros vaya contigo para ver asegurarse de que no nos engañes.

Hipo: *Suspira* Ok, pero yo eligire quién viene conmigo.

  El jefe asintió y espero a que el misterioso chico eligiera. Hipo decidió que Astrid iría con él. Al decirle a Estoico, este se acercó a ella y le dió la orden de informar cualquier cosa que el jinete omita.

  La chica se subió al dragón y los tres fueron adentro del volcán.

(Acá es lo mismo que la película)

  Al escapar de ahí, llegaron a la playa y comentaron lo que habían visto.

Hipo: Trataba de advertirme que ella es peligrosa.

Estoico: ¿Quién?

  El joven se dió cuenta de lo que había dicho en voz alta y trató de decir una mentira creíble.

Hipo: Hipo, Hipo fue quien tuvo el presentimiento de que la Muerte Roja es la culpable.

Estoico: ¿Como sabes que se llama Muerte Roja?

Hipo: Lo leí en un libro. En donde nos hospedarnos su hijo y yo es una base con una biblioteca enorme. Está repleta de información acerca de los dragones, incluso dragones que no han visto nunca.

Astrid: *Asustada* Es tan grande como una montaña y no dudará en comerse a los dragones que no la obedezcan.

Estoico: ¿Y?

Hipo: No puede quedar libre - Con tristeza iba a decir algo que no quería, pero que debía hacer - Hay que matar este dragón. Obliga a otros a que roben por ella, se los come y quiere destruirnos. Definitivamente debemos acabarla.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Where stories live. Discover now