Capítulo 26

2.7K 216 38
                                    

Chimuelo: *En dragones* Wow, eso debió ser difícil. Entonces... él era un viejo amigo y no te diste cuenta. La razón por lo que le debías algo es porque inconscientemente lo sabías ¿Me equivoqué en algo?

Hipo: *En humanoñol* No, acertaste. El problema es que ahora está muerto y no puedo hablar con él o nada. Escucho su voz pero no sé qué es.

/Narra el autor/
  En eso, una luz blanca apareció de repente y los guía a chimuelo y a su jinete hacia la biblioteca. Era tan misterioso que la curiosidad los atrapó. La luz se detuvo en una sección específica esperando a aquellos dos. Una vez que estos llegaron, la misteriosa cosa se metió dentro de un libro. Hipo lo tomó y comenzó a hojearlo.

  En una página encontró acerca de un dragón guardián. Este era ciego, piel de roca y difícil de vencer. El dragón se llamaba "Centinela", y era una criatura que jamás habían visto. En el libro decía que era capaz de muchas cosas, pero sobre todo, tenía una habilidad mágica especial, y es que podía ser el puente entre los vivos y los muertos.

  Hipo y Chimuelo se vieron mutuamente y sonrieron al saber que tenían la misma idea. Ambos descansaron, se prepararon y tomaron todo lo necesario para un viaje peligroso.

Hipo: Deberíamos entrenar después de esto. No vaya a ser que de tantos viajes perdamos el toque.

Chimuelo: Ghaaaaauh

  Al día siguiente, ambos se marcharon hasta el fin del mundo, lo más lejano del archipiélago y todo lo que conocían. Fueron a una y solo una isla, Vanaheim.

  El vuelo fue largo y para aligerar la carga del dragón, el humano decidió volar por sí mismo. Viajaron por un tiempo hasta llegar al lugar a una isla que parecían tener estatuas de dragones en las columnas de rocas. La isla también parecía tener un esqueleto gigante y muchas cuevas.

  De repente, las estatuas cobraron vida y parecían ser dragones. Eran los Centinelas que estaban protegiendo la isla impidiéndole a el paso. Hipo se acercó lentamente a ellos al igual que Chimuelo y les demostraron que no eran una amenaza. Poco a poco se veía que ellos comenzaban a confiar en ellos, luego de unos minutos los dejaron entrar. Casi todos volvieron a sus posiciones excepto por dos de ellos, quienes los escoltaban. Al llegar al centro de la isla vieron a un Centinela (Ala Titánica) junto a un hombre con un escudo Berserker. Hipo se puso su capucha y el pañuelo en la boca y se preparó para pelear.

???: Eso no es muy inteligente *Tose*.

Hipo: ¿Quién eres?

???: Soy un antiguo vikingo que vino aquí a ayudar a estas fantásticas criaturas. Estoy enfermo y moribundo, pero aún así, ayudaré a estos animales. Solo lamento no poder compartir esto con mis hijos. Los extraño mucho.

Hipo: Entiendo.

???: ¿Y tú? ¿Quién eres?

Hipo: Solo soy el heredero de un pueblo de Vikingos. Vine porque alguien murió y quiero hablar con él.

???: *Triste* Se lo que se siente. Ten cuidado, a veces, al tratar de aliviar el dolor solo nos lastimamos más.

Hipo: Entiendo.

  El hombre se da media vuelta y ve fijamente al jóven. Se le escapa una ligera risa y le pide un favor antes de dejarlo solo.

???: Cuando termines, por favor ven a mi humilde casa. Quiero pedirte algo antes de que te vayas.

Hipo: Entiendo.

???: Has crecido mucho desde la última vez que te ví Hipo.

  El castaño lo ve sorprendido y sin palabras. El hombre se quita la capucha y muestra su maltratada cara.

???: Soy Osvald, joven Haddock. Me alegro de que te encuentres bien. Dagur está de seguro dirigiendo con honor y orgullo el clan Berserker. Ojalá lo haga mejor que yo.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Where stories live. Discover now