Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)

Capítulo 11

/Narra Hipo/
  La gente hablaba, reía incluso hasta gritaban ya que el hijo pródigo había regresado. Mi padre ordenó que todos vayamos al ruedo. Entré y había un montón de armas para elegir.

Estoico: Hoy retomaremos lo que hace poco más de un mes quedó inconcluso.

  Ahí me di cuenta a que se refería. Quería que yo matará al dragón. Esta vez el estaba en el ruedo conmigo. Me dió un escudo, una espada y me empujó al frente. Yo tire todo al suelo dejando al rededor un incómodo silencio. Ví fijamente a mi padre y hablé con él.

Hipo: *Serio* Pa ¿No te acordás del trato que hiciste?

Estoico: *Confundido* ¿Qué? ¿Qué trato? ¿De qué hablas?

Hipo: *Enojado* Del trato que hiciste para que pudiera venir - Del enojo por poco reveló mi identidad, pero me calme y pensé en cada palabra - Para poder venir el día de hoy, tenías que liberar a estos dragones y dejar ir al furia nocturna.

  Todos quedaron asombrados, noté en el rostro de mi padre, asombro y vergüenza por lo que casi hace.

Hipo: Papá, no estuve de vacaciones todos estos días que no estuve. He aprendido mucho. Sé cómo tratar con los dragones sin necesidad de portar una espada.

  Al decir eso, todo el pueblo se hecho a reír a carcajadas, mi padre solo tenía la vista vacía.

  Me fuí corriendo hasta la jaula del Pesadilla Monstruosa y la abrí. El silencio volvió inmediatamente y solo se podía oír los rugidos del dragón. Comenzó a volar y arrastrarse por todo el ruedo. Mi padre tomó su hacha, un escudo y se preparó.

Hipo: *Serio y gritando* ¡¡¡ALTO!!! *Calmado* Te mostraré como es que sobreviví todo este tiempo.

  La bestia no se calmaba, y estar rodeado por Vikingos no ayudaba precisamente. El dragón escupió fuego y mi padre grito por miedo a perderme nuevamente. Active mis poderes justo a tiempo. Use la piel de Gronckel, que es muy resistente, para soportar el fuego. Lo active de tal manera que fue prácticamente invisible a plena vista. Todos se asustaron debido a que sobreviví al fuego de una criatura cómo está y no tenía un solo rasguño.

  Extendí mi mano y la moví ligeramente de un lado a otro mientras que el Pesadilla Monstruosa lo seguía con la vista. Unos segundo después, cayó sin fuerzas, era como si se hubiera debilitado de repente.

  El pueblo entero quedó sin palabras. Me sentía como un ganador. Mi olfato notó un poco de acero acercándose. Saqué mis dagas ocultas y con la empuñadura de estas atrapé la hoja del hacha que me había sido lanzada.

Astrid: ¿Qué eres?

Hipo: Astrid. Hola. Bueno, creo que me tengo que... sip. Tengo que irme.

  Me bloqueó el camino. Intenté correr hacia la salida, pero nuevamente se interpuso en mi camino.

Astrid: Enfrentame. El Hipo de antes no podría vencerme.

Hipo: Créeme, he pasado por tantas cosas que no creerías de lo que soy capaz.

  Se abalanzó y yo la esquivé. No tenía la misma cantidad de fuerza que ella, pero podía igualarle en agilidad y superar en estrategia. Al fin y al cabo ella es una vikinga.

  Le esquivaba todos los golpes, y me alejaba. Se comenzó a cansar por todo lo que se movía. Solo moví un poco el pie y ella se tropezó. Ella es muy fuerte y veloz, pero si se mueve sin control y con furia, pierde mucha energía y fuerzas. Si no tienes control te puedes perder y puede ser fácil el derrotarte.

  El dragón entró tranquilo a su jaula, cerré la puerta y me fui de ahí lo más rápido que pude en dirección hacia mi casa. Tenía que pensar tranquilamente cómo explicar lo que sucedió. Caminaba perdido en mis pensamientos que no noté a Patón junto a otros dos vikingos del clan Jorgenson con el tapándome el camino.

Patón: Miren lo que tenemos aquí. Es el fenómeno que fue secuestrado.

Hipo: ¿Que pasa Patón? ¿Se te perdió algo? Tengo que irme a casa

Patón: El jefe está feliz por tu regreso, pero los que estamos aquí sabemos que el verdadero Hipo jamás podría vencer a Astrid.

  Solamente use una estrategia y los demás creyeron que me volví poderoso o algo así.

Patón: ¿Donde esta el verdadero hijo del Jefe?

Hipo: Soy yo. Luego de ser secuestrado por el Furia Nocturna, me encontré con alguien, el me ayudó y me dió un lugar en donde estar. Durante semana entrené y estudié todo acerca de los dragones.

Patón: No te creo