Capítulo 48

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/Narra Patapez/
Al escuchar por primera vez la historia de Hipo, creí que mentía o algo por el estilo. Poco a poco nos fue mostrando pruebas de que esta raza era real.

Tomé tres libros de dragones de clase roca y los leí. Un libro entero tenía información de un solo dragón. Sus debilidades, sus fortalezas, sus técnicas y trucos secretos, como matarlo, como entrenarlo, su alimentación, etc. Nada de esto está en el libro de Borg y todo lo que leí me sorprendió.

Patapez: No sabía que los Gronckels podían...

Hipo: ¿...Ser protectores? Por supuesto, son de los más confiables que hay. Albóndiga incluso ayudó en la crianza de Rath.

De me costó leer los tres libros, al terminar había el día había acabado, Hipo ya no estaba conmigo y noté que albóndiga me esperaba acostada cerca mío. Siempre quise volver con este dragón ya que en la pelea contra la Muerte Roja, sentí que podía defenderla con mi visa y ella haría lo mismo. Sentí una conexión.

Puse los libros en sus lugares correspondientes y fui al ruedo, allí estaban Astrid, Patán y los gemelos.

Patapez: ¿Que están haciendo?

Patán: ¿Dónde estabas cara de pez?

Patapez: Leyendo. Fui a la biblioteca y leí acerca de los dragones. Había mucho por aprender y yo leyendo un libro incompleto ¿Y ustedes?

Astrid: Vamos a tener un entrenamiento de como montar dragones, así que propuse entrenar con nuestros dragones. Humanos versus dragones ¿Cuál es mejor?

Chimuelo: Los dragones, obviamente.

Todavía no podía acostumbrarme a escuchar y ver a un dragón hablar. Él vino para observar nuestro avance mientras nos vigilaba.

Chimuelo: Hipo está en la herrería, ese lugar es como un paraíso para él. No ha venido desde hace semanas. Además va a preparar algo de comida, ya que se volvió bueno cocinando.

Astrid: Pudo avisarme, voy a ayudarlo con la comida.

Los chicos: ¡¡¡NOOOO!!!

Patapez: Queremos decir que... te necesitamos aquí.

Astrid: Igual, no puedo dejar que haga todo solo. Además, ya terminé por ahora.

Brutacio: Estamos perdidos.

Chimuelo: ¿Tan mal cocina?

Brutilda: Imagina comer piedra líquida, a eso agrégale un olor a zorrillo y mucho excremento de yak.

Chimuelo: Exageran, es imposible que sepa tan mal.

Pasaron un rato y nos llamaron al gran comedor.

Astrid: Este lugar fácilmente puede ser el Gran Salón.

Hipo: Lo mismo dije la primera vez.

Por un lado estaba la comida de Astrid y por el otro estaban unas delicias exquisita. Todos comimos de ellas y eran irresistible. Eran delicias que hacían que el Valhalla llegará a tu boca.

Hipo: ¿Rico?

Todos: Si.

Astrid: Tengo que admitir que es delicioso, pero ahora les toca probar mi comida.

Nadie se animó a hacerlo hasta que...

Hipo: Ok. Yo probaré un poco.

Chimuelo: Yo también, no puede estar tan mal, y eso que los dragones comemos pescado crudo.

Ambos probaron un poco de la comida de Astrid, al parecer la comida les quedó en la boca y no podían tragar. Sus caras trataban de decir "está rico" cuando claramente expresaban "no puedo comerlo".

Astrid: Me alegro que les haya gustado, ahora voy a buscar algo que hice.

Al irse, ambos escupieron la comida y la juntaron a un lado, luego dispararon y la quemaron hasta que no hubo rastro de ello.

Chimuelo: No exageraban.

Patán: Astrid puede ser muchas cosas, pero no es cocinera.

Brutilda: Su comida podría matar a toda una flota Berserker.

Hipo: Bueno, tengo que alimentar a los dragones, sobre todo a Rath.

Patapez: ¿Como harás eso?

Hipo: Lo llevaré a una isla desierta. Terminen de comer y vayanse a dormir. Mañana les enseñaré un par de cosas y luego nos iremos.

Hipo se fue e hicimos lo que dijo. Le avisamos a Astrid y todos fuimos a nuestros cuartos asignados y allí esperamos al día siguiente. Al despertar, él nos guío a una máquina que estaba casi en medio del comedor. Los gemelos intentaron tocarla pero se ganaron una amenaza del Furia Nocturna y se alejaron. El jinete encendió una pequeña flama debajo del aparato y este proyecto una imagen en la pared de piedra. La imagen comenzó a moverse y de la máquina salía sonido.

Hipo: Esto es lo que quiero mostrarles. El último mensaje de Manthos.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Where stories live. Discover now