Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)

Capítulo 83

/Narra Hipo/
  Al escuchar la descripción de aquel mercader, me enfurecí ya que supe a quién se referían. Se trataba de un cruel hombre que había conocido hace tiempo. Ese sujeto había lastimado a un viajero que conocí hace tiempo.

  Hace tiempo, un viajero llegó a mi isla cuando solamente éramos Chimuelo, los demás dragones y yo. Este viajero era también un mercader,  y me estaba, tanto su navío como él, en malas condiciones. Cure sus heridas y lo ayudé a volver al mar. Cómo agradecimiento, me daba cosas que necesitaba, como comida de otras islas, tela, hierro, herramientas y otras cosas.

  Durante un tiempo me visito y me daba algunas cosas, yo le daba información y hasta lo ayudaba a vender.

  Un día dejó de venir a mi isla y me preocupé. Lo busque por todo el mar con ayuda de los dragones marinos. Lo habíamos encontrado en medio del mar con una herida muy profunda cerca de sus costillas y al borde de la muerte. Lo pude rescatar a tiempo pero ya era demasiado tarde.

  Sentí una presión en el pecho, como si recordara lo que había sucedido la primera vez antes de iniciar mi viaje.

  Traté de ayudarlo pero fue inútil. Antes de morir me describió a aquella persona que lo hirió y robó su barco.

  Esa vez, si pude darle un entierro digno al muerto y le prometí buscar a su asesino y vengarlo. Desde entonces, busqué por todo el mar el barco de ese mercader pero no hallé nada.

  No pude encontrarlo nunca y finalmente me rendí, hasta el día de hoy. La descripción que me dieron acerca de este tal "Johan" es similar al que me dió el difunto viajero. Al recordé eso, exploté de ira y rompí la mesa con todas mis fuerzas. Sin darme cuenta, usé mi magia y destruí el pedazo de madera con la fuerza de un Cuernatronante.

  Salí afuera para relajarme y cuando finalmente me calmé, ví el cielo negro y desplegué mis alas, volé por un rato mientras tocaba las nubes. La suavidad de esas cosas no podían calmar mi cólera como antes. Era como si su suavidad fuera menos de lo que recordaba.

  Cuando amaneció, descendí hasta llegar al pueblo y noté un barco que me fue familiar con solo verlo unos segundos.

  Bajé en picada, caminé hasta el puerto, y mientras era el centro de atención de todo el mundo, le pregunté al hombre su nombre mientras contenía mis ganas de asesinarlo.

Hipo: *Serio* ¿Quién es usted? Hable ya.

???: Mi nombre es Johan. Soy solamente un simple mercader.

  De un vistazo distinguí el barco y al verlo con detalle a aquel señor, supe que era el asesino de mi amigo.

  Lo tomé del cuello de su ropa y lo alcé con todas mis fuerzas. Abrí mis alas y volé con velocidad lo más alto que podía. Él solo gritaba aterrado por lo que le sucedería.

Hipo: *Enojado* Ahora mismo te voy a soltar desde esta altura y te dejaré morir. Sé que fuiste quién lastimó al verdadero dueño de ese barco. Lo sé porque fuí yo quien lo reparó.

Johan: Lo juro, ese es mi barco h soy un simple mercader. Le juro que jamás lastimaría a un hombre. Por favor tenga piedad de mí, amo Hipo.

  Eso despertó no solo mis sospechas, sino que también me hizo dar cuenta de que él no era quien decía que era.

Hipo: Deja de mentir "Johan" ¿Quién te contrató? ¿Fue Viggo, Drago, Los Conquistadores? ¡¡¡DIME QUIÉN!!!