Capítulo 30

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/Narra Hipo/
  Cuando todos estaba distraídos, usé la habilidad de camuflaje de los Alacambiantes para pasar desapercibido. Al buscar a Chimuelo y los demás, me dí cuenta de que faltaba el Cremallerus. Ese dragón es muy bromista, inquieto y caótico, casi extraño a los gemelos.

  Busqué a Astrid y le dije sobre la situación hasta que escuchamos que lo habían visto. La chica se encargó de ganar tiempo, yo busqué mis cosas y me cambié para la ocasión. Me quite la bota, me puse mi capucha y le pedí a Chimuelo que escondiera a los demás, ya que tener que proteger a cinco dragones al mismo tiempo, es un problema.

  Fui corriendo, y cuando estaban a punto de cortarle la cabeza, interferí.

/Narra Astrid/
  Manthos detuvo el hacha de Dagur con unos cuchillos similares a los que usa Hipo para combatir. De un movimiento ligero y veloz, le quitó el hacha al maniático y lo enfrentó.

Manthos: Les recomiendo no meterse conmigo. Tengo varios trucos desagradables.

Dagur: ¿Que haces aquí?

Manthos: Estaba patrullando cuando de repente se me perdió un dragón ¿Me lo podrían devolver por favor? No quiero que Estoico tenga problemas en nuestro acuerdo.

  Nos vió y nos guiño de manera casi imperceptible. Ahí supimos que hacer. Apoyabamos a Dagur mientras que peleaba.

Dagur: ¿Qué trato tienes con Estoico?

Manthos: Él podrá ver a su hijo siempre y cuando yo pueda pasar por aquí como un rey.

Dagur: Usas a su hijo para tu beneficio ¿Como no se me ocurrió antes?

  La pelea comenzó y el jinete hacia piruetas. Era veloz, y sus puños crecían, dándole así, más fuerza. Lo Berserkers intentaron atacarlo, pero el desprendió un tipo de gas líquido que me trajo mala recuerdos, ya que los paralizó como si nada. Luego salto muy alto, y al caer hizo vibrar el suelo.

Manthos: Tengo unas habilidades que son de temer.

Dagur: *Se ríe* Y sin esas habilidades *Serio* ¿Quién eres?

Manthos: Te voy a mostrar.

  Guardó todas sus habilidades mágicas y comenzó así una batalla cuerpo a cuerpo muy pareja. Los dos recibían muchos golpes. De alguna manera, Manthos se las arregló para derribar a Dagur. De sus dedos disparó ácido y liberó así al dragón.

Manthos: me gustaría quedarme pero tengo que irme.

Dagur: ¡¡Espera!! Una revancha. Todo o nada. Pero esta vez transformate en un solo dragón.

Manthos: Trato.

  Se sentó en el suelo, apartó al Cremallerus, se quitó la pierna artificial y lentamente se transformó en un dragón que desconocíamos. Una pierna de dragón suplentó la que le faltaba. Le salió una cola con un Agijon rojo en la punta y su hocico era grande. Era pequeño y tenía alas.

Dagur: No es justo. Desconozco a este dragón.

  El jinete no hizo caso y trató de atacarlo. Era veloz, casi imperceptible a simple vista, y ágil como un gato. El Berserker intentó atacarlo desesperadamente pero luego dejó de moverse, como si estuviera petrificado. Manthos volvió a su forma original, se volvió a poner su pie de metal y se fue junto con el dragón.

  Al cabo de un tiempo, Dagur recuperó la movilidad y lo primero que hizo fue gritar de furia.

Dagur: Consideren firmado el tratado, pero igual atacar este lugar hasta que me lleve la cabeza de ese maldito.

  Poco después de eso, todos los Berserkers se retiraron a su isla y nosotros volvimos al ambiente festivo de antes.

Estoico: ¿Dónde estará Hipo?

Astrid: No sé Jefe. Volverá pronto.

Hipo: Así es.

  Nos dió un gran susto al aparecer así de la nada. Lo golpeé y le dije que no lo volviera a hacer. La celebración duro unos días. Volvimos a sentir el cielo ya que los dragones que trajo Hipo, eran los dragones del ruedo. Fueron unos días bastantes agotadores, está vez le gané a Hipo varias peleas. Al momento de irse, fue triste para muchos ya que su presencia y ausencia eran más notorias y más necesarias.

  Me está cayendo bien, pero todavía no sé qué pensar exactamente de él. Necesitaré tiempo para conocerlo y tener una completa opinión acerca de quién es.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum