Capítulo 95

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/Narra el autor/
  Astrid y Camí estaban muy concentradas peleando contra sus enemigos hasta que un viejo rival aparece. Era un líder Romano que había ostigado a la isla de Camicazi.

  El enemigo era un hombre de mediana edad, alto, tenía una barba y pelo corto de color negro, ojos oscuros y una cicatriz que le atravesaba un ojo.

???: Veo que está muy saludable, señorita.

Camicazi: Te vas a arrepentir por todo lo que le has hecho a mi pueblo.

???: Quiero verlo, niñita.

  Ambas rubias agarraron sus armas firmemente y corrieron para atacar al líder Romano.

???: Perderán sus miserables vidas a manos del gran conquistadores de islas, el líder más cruel y sanguinario. Morirán ante el poderoso Erobere, el Romano.

  Las dos chicas combatieron ferozmente contra el villano mientras recibía apoyo, estos eran entretenidos y vencidos por los dragones. El conquistador tenía dos espadas y con ellas pudo defenderse sin problema del ataque de las chicas.

  Mientras tanto, los otros también combatían con ferocidad para librar este mal absoluto. Eret, por ejemplo, plantó frente a sus antiguos compañeros de cacería.

Eret: ¿Me extrañaron?

  El guerrero corrió hacia el peligro y golpeaba uno por uno a sus rivales, aquellos que caían al suelo eran inmovilizados por el ámbar de Garf.

  En otra parte, unos conquistadores rodearon a Heather mientras que Cizalladura era perseguida por unos dragones salvajes.

Malo 1: Hahaha. Estas rodeada niña.

  Heather había caído en un rincón, estaba golpeada, un poco de sangre salí de su boca, su arma estaba lejos de ella y lo único que pudo hacer fue llorar por lamentación.

Malo 2: Es muy linda y ruda. Imagínense lo que haremos con ella.

Malo 3: Voy a ser el primero en probarla.

Malo 1: No, voy a ser yo.

Malo 2: No, yo.

  Heather cerró sus ojos esperando lo peor, pero casi de inmediato escuchó un sonido filoso. Al abrirlos, notó como los que la rodeaban cayeron inconcientes ante ella. Atrás de estos estaba un Berserker tan furioso que parecía que la vena se le saldría del cuello.

Dagur: *Furioso* Nadie... Toca... A mí... ¡¡¡HERMANITA!!!

  Dagur corrió hacia su hermana y ambos se abrazaron con fuerza mientras que la chica lloraba desconsoladamente.

Dagur: No permitiré que nadie te vuelva a alejar de mí. Le prometí a nuestro padre, que en paz descanse, que te cuidaría con mi vida. No me iré de este mundo hasta verte a salvó y eso te lo juro desde lo más profundo de mi corazón. Un cazador intentó cortarle la cabeza al Berserkers por la espalda, hasta que una chica de cabello rubio y corto cayó sobre él.

Mala: No te descuides, Berserker.

Dagur: *Molesto* No molestes Mala.

Mala: *Bromista* ¿Interrumpo una reunión familiar?

  Dagur se levantó, agarró a Mala del brazo, la acercó hacia él y le robó un beso.

Dagur: Continuaremos después - Ayudó a levantar a su hermana al mismo tiempo que está lo veía desconcertada - Luego te explico.

  Al mismo tiempo, en otro lugar, Patapez, Patán y los gemelos cayeron en una trampa. Los emboscaron cientos de conquistadores y estaban a punto de darse por vencidos hasta que unos rayos golpearon los enemigos dándoles la oportunidad de levantarse. Un Skrill bajo desde los cielos para ayudar a los jinetes y enseñarles el camino hacia la victoria. Estaban a punto de avanzar hasta que un dragón enorme de clase Marejada y el barco de metal en su lomo cortaron el paso, de ello salieron Viggo y Ryker.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz