Capítulo 72

1.3K 108 2
                                    

/Narra Chimuelo/
  Luego de tan conmovedora escena, volé por un rato disfrutando del atardecer de Berk. Mientras volaba, pensé que algún día podría llegar a reunirme con mi raza para tener lo que Hipo, una familia y amigos.

  Continúe en el cielo esperando a que llegara la noche hasta que sentí una presencia que no ha la sentido antes. Volé lo más rápido posible buscándola por todas partes. Al no encontrar nada perdí cualquier esperanza. Estaba apunto de volver hasta que algo me tira hacia abajo, algo o alguien me había embestido. Cuando veo, resulta que había sido un dragón similar a mí, era una Furia Luminosa.

Chimuelo: *Nervioso* Em... ¿Hola?

  Ella parecía concentrada en lo que hacía, y me parecía bien, pero hubiera sido genial que no me capturara e impidiera volar. Estábamos cayendo hasta que finalmente me soltó y ella se quedó en frente mío.

Chimuelo: ¿Qué te pasa? ¿Qué te hice?

???: ¿Xical?

Chimuelo: ¿Eh?

???: *Feliz* ¡Xical! Al fin te encuentro. No sabes cuánto te extrañe.

Chimuelo: ¿Te conozco?

  Ella se deprimió al escuchar eso. No me acordaba de ningún Xical ni de ninguna Furia Luminosa, pero debía admitir que era muy linda. Me enamoré y ni siquiera la conozco. Su figura esbelta, sus ojos azules marinos penetrantes, sus escamas blancas como la nieve. Por cada segundo que la veía, me volvía más y más loco por ella. Sus alas, junto a su color, parecía un ángel caído del mismo cielo para capturar mi nocturno y oscuro corazón. Quería rugirle o decirle algo pero no podía, mis alas se movían con dificultad para evitar caer ante tal belleza.

  Ella se acercó a mí, me vio fijamente y acercó su hocico al mío.

???: *Triste* ¿En serio no me reconoces? Crecimos en el mismo nido. Fuimos amigos hasta que fuimos atacados por los cazadores de dragones. Seguíamos siendo crías cuando sucedió.

  Esas palabras me brindaron unas horribles imágenes a mi cabeza. Traté de alejarlas pero inmediatamente, la Furia Luminosa se acercó y me dió una pequeña lamida a mi nariz.

???: Se que te acordás de mí, Aunque éramos muy pequeños entonces.

Chimuelo: Perdón, en serio. Mi nombre es Chimuelo, quizás te confundiste.

???: Se que eres tú Xical. Soy yo, Kila.

Chimuelo: Te dije que me llamó Chimuelo. Perdón pero no quiero decepcionarte más de lo que ya estarás. Tengo un compañero humano y juntos...

  Ella al escuchar eso, se comenzó a alejar y verme de forma rara. Tiene una buena razón para desconfiar en los humanos, pero no significa que todos son iguales a los cazadores y conquistadores. Antes de asustarla o decepcionarla más, comencé a alejarme para volver con mi amigo.

Chimuelo: Perdón. En serio perdón.

  Volé lo más rápido posible para dejarla atrás y volver a Berk. Al tocar tierra, sentí como si está me hundiera y solo veía oscuridad. Soy un Furia Nocturna, por lo que la oscuridad no debe afectarme, pero esta oscuridad se sentía pesada y hueca. Sentía como si mis patas apenas pudieran sostenerme, estaba muy triste, mis ojos querían cerrarse, tenía la sensación de que desgarraban mis alas poco a poco. Según la información de los libros, los Furias Nocturnas somos monogámicos, por lo cual, cuando nos enamoramos, lo hacemos una vez y para toda la vida.

  Estuve deprimido todo el bendito día y solo esperaba a que ese dolor se fuera de alguna forma.

  Al día siguiente, llegué tarde para el vuelo matutino. Mientras que Valka se iba a quedar un poco más para enseñarles a los Berkianos a montar dragones; Hipo, Tormenta, Astrid, los demás y yo, volveríamos al nido y está vez nos encargaremos de tener grandes aventuras y derrocar a los conquistadores de una vez por toda.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Where stories live. Discover now