Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)

Capítulo 32

/Narra Patán/
  Hace años que Hipo volvió a desaparecer. Quizás ya se lo comieron. Pero Astrid aseguraba haberlo visto una noche. Nos sacó de nuestras camas a mí y a los demás y quedamos vigilando la cala del bosque toda la noche. No pasó absolutamente nada. Dormí todo el día debido al cansancio.

  Hubiera tolerado si hubiera sido una sola vez pero, desde que supuestamente vio a mi primo, constantemente molesta para que todas las noches vayamos al bosque para vigilar el lugar.

Patán: Oye Astrid. Si mi primo hubiera venido, yo ya me habría enterado.

Astrid: Se que lo ví.

Patán: *Coqueto* Hermosa, si necesitas un hombro para llorar, sabes que puedes acudir a mí.

Astrid: *Molesta* Ni... Me... Toques.

  Me dió un golpe y se alejó buscando otro árbol desde donde observar. Yo solo pude ver su nuevo peinado, el cual permite mostrar más esos azules y hermosos ojos. Estoy muy seguro que hizo eso solo por mí.

  Durante una semana hicimos guardia y nada ocurría. Astrid entrenaba para mantenerse despierta, los gemelos intentaban hacer bromas o contaban historias, cara de pez leía el único libro acerca de dragones que había en el pueblo por milésima vez, y yo no recuerdo que hacía.

  Lo único que recuerdo de las guardias nocturnas es que para matar el tiempo ayudaba a Sven, levantaba el cuerpo del Muerte Roja con mis dedos y consolaba a Estoico mientras le ganaba a mi padre en "Mazas y Garras". Era todo un ganador, en eso se me acerca Astrid todo linda para pedir que me casé con ella.

Astrid: *Coqueta* Patán.

Patán: ¿Si querida?

  De repente siento un pie en mi cara.

Astrid: *Molesta* Te dije que no te duermas, y no me llames querida.

Patapez: Lo siento Astrid. Sabes mejor que nadie que casi no hay información de Furias Nocturnas en el libro de Borg. Además, nunca escuché acerca de esa habilidad.

Astrid: Estoy muy segura de lo que oí Patapez. Él dijo "Salto Nocturno". Lo oí bien claro.

Patapez: Lo siento Astrid, pero aquí no aparece nada acerca de eso. El libro de Borg posee toda la información acerca de los dragones.

Patán: Quizás no toda.

Patapez: *Molesto* ¿A qué te refieres?

Patán: Quizás el "Salto Nocturno" se refiera a la habilidad de los Furias Nocturnas de absorber la oscuridad de la noche y luego expulsarla para moverse largas distancias en cortos períodos de tiempo.

  Todos quedaron sorprendidos.

Brutacio: ¿Cómo sabes eso?

Patán: Porque lo estoy viendo justo ahora.

  Señalé al cielo y todos vimos como "Chimuelo" y su jinete, Manthos, cayeron en la laguna de la Cala.

Patán: Bien Astrid, tenías razón ahora vayam...

  Cuando volteé, ella ya no estaba, ví que se acercaba a la Cala lentamente y nosotros tuvimos que seguirla.

  Ambos salieron del agua y comenzaron a "hablar" mientras que nosotros los escuchábamos escondidos.

Manthos: Estoy bien, estoy bien.

Chimuelo: Grrrrr

Manthos: Ok, si. Tengo hambre, tengo frío, estoy mojado y acabamos de hacer un Salto Nocturno. Y para colmo no sé en donde estamos.

Chimuelo: Ghhaaauhh. Ggggggghhhh.

Manthos: ¿En Berk? Sabes muy bien porque nos alejamos de aquí. Los cazadores se volvían más violentos en la captura de dragones y acordamos no venir hasta detenerlos. Fue un acuerdo que hicimos Tu y yo y nadie más.

Astrid: *Sale de su escondite* ¿Entonces Hipo no tenía elección?

Manthos: *Asustado* Hey, Astrid... ¿Que haces aquí?

Astrid: Responde.

Manthos: Bueno... yo... este...

  Del cielo nocturno apareció un dragón con cuatro alas nunca antes visto.

Patán: *Sarcástico* ¿No que tú libro mencionaba todo acerca de todos los dragones?

  Sobre este había un caballero con un casco que le cubría toda la cara, tenía un escudo y un bastón. Manthos tenía una armadura simple robada y un casco negro que le cubría la cara a excepción de los ojos.

???: Hijo, tenemos que irnos, ya.