Capítulo 38

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/Narra Estoico/
  Nuestra isla estaba siendo atacada cuando de repente, una tormenta se formó en el cielo y de ella aparecieron tres jinetes de dragones. Un reconocí, era el Furia Nocturna, pero lo otros dos eran completamente extraños, nunca había visto dragones similares, detrás de ellos estaban los dragones del ruedo que fueron liberados hace mucho, venían como refuerzo.

  Manthos tenía un casco y una armadura de escamas negras.

  Manthos tenía un casco y una armadura de escamas negras

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Dagur: *Caprichoso* Ay, no es justo. Yo también quiero un dragón. Lo quiero, lo quiero, lo quiero *Enojado*

Manthos: ¿Lo quieres? Ven y prueba el filo de mi espada *Saca una espada que se prende fuego* solo ahí, te daré un dragón.

  Los tres jinetes, junto a sus dragones, pelearon contra ejército enemigo. Cuando los guardias se distrajeron, aprovechamos para noquearlos y combatir junto a ellos.

  Manthos y Dagur tenían una pelea pareja, eran casi iguales. De repente, el enmascarado comenzó a irradiar energía eléctrica.

Manthos: Energía de Skrill.

Dagur: *Sorprendido* ¿Que?

Manthos: ¿Se te olvidó que puedo usar los poderes de los dragones?

Dagur: No es justo.

Manthos: Antes solo podía convertirme en 20 dragones. Ahora puedo convertirme en casi todos.

Dagur: Aaahhhggg.

  Alvin trató de pelear contra el jinete de casco azul cuyo bastón y escudo eran increíbles.

Alvin: Está isla es mía por derecho.

???: Veamos si puedes ganarme.

  Yo embestía a Alvin y comencé a golpearlo, pero él también me devolvía los golpes.

  Los dragones fueron de mucha ayuda.

  Los chicos comenzaron a montar a los mismos dragones que montaron contra la Muerte Roja. Sus dragones los reconocían y les permitieron acercarse.

  El número de enemigos caía enormemente mientras que nuestras fuerzas aumentaba.

  La tercer jinete, era una chica con capucha y un pañuelo en la boca. Tenía un hacha que se convertía en un una especie de bastón de doble filo. Está derrotaba a todos como si no fueran nada, su dragón era de metal y también muy afilado, ayudó a su jinete y luego derrotó por si mismo a varios Vikingos más.

Dagur: Voy a matarte.

???: No si yo te mato primero.

  Manthos cambio sus piernas y se volvió muy veloz, con solo tocar a sus rivales, estos quedaban petrificados, luego roció algún tipo de líquido y aquellos que lo tocaba, también quedaban paralizados. Disparaba ámbar de sus dedos y al enfriarse se volvían duros como rocas.

  Hicimos lo posible para mejorar la situación. Y después de una hora estar peleando, los Marginados y Berserkers se retiraron de la pelea.

  Todos celebramos el haber sobrevivido a eso. Los jinetes tenían su mente en otras cosas.

???: Estuve cerca. Un poco más y lo asesinaba - Se quito su capucha y el pañuelo - Si tan solo hubiera tenido unos minutos más.

  Los jóvenes la reconocieron de inmediato y no se veían muy contentos.

Astrid: Heather.

Heather: *Sorprendida* Oh, hola Astrid.

Manthos: *Interrumpe* Se que hay mucho de qué hablar, pero ahora necesitamos una charla urgente con el pueblo.

  En el Gran Salón había comida por montón, todo el mundo estaba cenando mientras que los jinetes intentaban hablar.

Manthos: Este ataque fue muy peligroso, ustedes no tenían defensa y los cazadores, por alguna extraña razón, están viniendo hacia acá.

Heather: Sabemos que no les agrada los dragones, pero ahora más que nunca es necesario aliarse con ellos.

???: Podemos enseñarles a montarlos y cuidarlo. No podemos estar con ustedes para siempre, tenemos nuestros propios problemas.

Manthos: Por eso les vamos a dar a elegir. O montan dragones o siguen como están y permiten que la muerte los aceche.

  Parecía ser serio lo que decían. Si bien estaba en desacuerdo en su idea, tenía que admitir que si no hubiera sido por los dragones, habríamos perdido.

Vikingo 1: No aceptaremos a los dragones.

Mildew: Fuera de nuestra isla. No los aceptaremos.

Estoico: Está bien. Dejaremos que nos enseñen.

  Todos quedaron sorprendidos por mi respuesta.

Estoico: Esto se trata de algo mucho más que una batalla vikinga. Si ellos vuelven, no solo perderemos nuestra isla, sino que también podrían morir los niños. Aveces, las mejores desiciones deben sobrepasar nuestro orgullo y debe pensar más en los demás y lo que podríamos perder.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Where stories live. Discover now