Capítulo 64

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/Narra Hipo/
  Luego de lo de anoche tomé una desición importante.

Hipo: Padre ¿Puedo hablar contigo de algo?

  Ese día hablé con mi padre acerca de algo que quería hacer. Obviamente le expliqué mis motivos y lo que sucedía. Él aceptó pero con la condición de que fuera escoltado.

  Esa tarde, Dagur fue liberado y junto a él estaba Heather para vigilar que nada saliera mal.

Hipo: Bien, mamá y Heather me "escoltarán" para llevar a Dagur a un lugar. Serán varias horas de viajes, aún con las corrientes de aire. Viajaremos hasta el anochecer, nos resguardaremos en una isla que haya por allí y luego continuaremos hasta llegar a nuestro objetivo.

Dagur: *Molesto* ¿Y por qué tengo que acompañarlos?

Hipo: En teoría, todavía no estás libre. Solamente te hemos permitido salir por ahora. Hay algo que quiero mostrarles.

  Cómo Chimuelo seguía en el nido, me convertí en un Pesadilla Monstruosa para llevar a Dagur mientras que mis guardaespaldas vigilaban que el loco no tratara de asesinarme.

  Viajamos así como lo planeamos y luego de varias horas de viaje, finalmente llegamos a nuestro destino.

/Narra Heather/
  Viajamos por horas hasta descansar en una isla. Al amanecer, volvimos a emprender el vuelo y volvimos a tomar las corrientes de aire hasta llegar a una isla y a lo lejos pudimos notar un esqueleto gigante.

Hipo: ¡Llegamos! Sean bienvenidos... a Vanaheim.

Valka: Hijo, este lugar es...

Hipo: Un cementerio de dragones. Los dragones viejos y enfermos vienen aquí para pasar sus últimos días y morir en paz. Es un lugar sagrado y ocultó del mundo humano. Un honorable hombre vivió aquí y protegio este lugar con su vida. Por derecho, sus hijos pueden venir aquí y hacer lo mismo.

  Cuando aterrizamos, Hipo volvió a su verdadera forma y nos guío hasta el centro de la isla. En el centro había un pequeño altar y luego, más allá, habían cientos de cuevas llenos de esqueletos de dragones.

  Sin previo aviso, unos dragones que no había conocido antes aparecieron y nos bloquearon el paso.

Dagur: *Enojado* ¡¡¡Fuera!!! Soy Dagur el Desquiciado. No importa que tipo de dragones sean ¡¡Los mataré a todos!!

  Eran unos dragones hechos de rocas. Se acercaron a nosotros y nos olfatearon. Parecía que les agradabamos porque nos dejaron pasar sin mucho problemas.

Hipo: Son ciegos, tienen muy desarrollados su olfato y su audición. Se llaman Centinelas.

Dagur: ¿Y por que debería importarme?

Hipo: Te mostraré por qué.

  Fuimos hasta una cabaña vieja hecha con un poco de madera y una cueva.

Hipo: Hay algo que no les dije. Vine aquí hace un año para darle el entierro que se merecía, pero no lo completé.

Valka: ¿Por qué?

Hipo: Porque deben ser sus hijos los merecedores de esto. Ellos deben hacerlo. Ellos deben despedirlo como corresponde.

Dagur: Está letra - Decía sorprendido mi "hermano" mientras veía la letra que estaba en la pared y hojeaba los escritos en el escritorio - Está letra... es de...

Hipo: Así es. Síganme - Hicimos lo que dijo y vimos lo que sería la sepultura - Está incompleta, se los deje listo para cuando ustedes dos llegarás.

Los dos: *Sorprendidos* ¿Nosotros?

Hipo: Aquí yace el cuerpo de Oswald el Agradable, su padre.

  Dagur y yo vimos la tumba de nuestro padre y comenzamos a llorar nuevamente. Terminamos de hacer lo que estaba inconcluso y luego le dimos un último adiós.

Hipo: Esto todavía no se termina.

Dagur: ¿Qué?

Hipo: Tienen todo el derecho de poder verlo una vez más. Claro si eso desean.

  No lo dudamos y aceptamos su oferta. Caminamos hasta encontrar un Centinela Ala Titánica. Los vimos a los ojos y cuando esté nos miró fijamente, despertamos en un mundo completamente blanco. Lo único que había allí era una banca junto a un señor sentado dándonos la espalda. Nos acercamos a él, y sin darse vuelta comenzó a hablar.

???: Finalmente llegaron, hijos míos.

  Dagur fue el primero en abrazarlo y luego, poco a poco, me fui uniendo yo.

Oswald: No saben cuánto los extrañé. Dagur, lo que hiciste no estuvo bien, pero aunque nadie más te perdone, yo sí lo haré, porque eres mi hijo. Heather, lamento no haber estado para tí, ojalá puedas perdonar a tu viejo padre.

  Yo solo pude llorar y abrazar a mi padre con todas mis fuerzas mientas que este me consolaba. Así quedamos mi hermano y yo por un tiempo

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia distinta)Where stories live. Discover now