Capítulo 161: Resplandor del atardecer

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Xiao Chiye se sintió como si hubiera sido rociado con un cubo de agua helada que no sólo lo puso sobrio, sino que también le puso los pelos de punta. Se sentó y miró a Xiao Fangxu por un momento, pero su mente estaba en blanco. Era como si alguien le hubiera dado un puñetazo tan fuerte que incluso el interior de su cavidad torácica fuera un desastre podrido. Abruptamente empujó a Xiao Fangxu a un lado y se levantó del sofá para ponerse las botas. Pero se golpeó contra la esquina de la mesa y casi no pudo levantarse. ¿Dónde demonios estaban esas malditas botas?

Chen Yang y Gu Jin inicialmente estaban de pie fuera de la tienda para vigilar durante la noche cuando oyeron el sonido de la solapa alzándose y vieron a Xiao Chiye saliendo a trompicones como un alma errante con un pie pisando la parte trasera de una bota y el otro pisando el suelo. Ni siquiera tenía puesta su túnica exterior cuando se acercó a desatar las riendas de Lang Tao Xue Jin.

Gu Jin fue el más rápido en reaccionar, se adelantó un paso para tirar de las riendas y llamó con voz urgente: "¡Maestro!"

Chen Yang lo siguió de cerca, con la intención de entrar a buscar su túnica y botas.

Xiao Fangxu se inclinó para salir y preguntó extrañado: "¿No lo sabías? ¿No ocurrió esto hace mucho tiempo? Cuando fue a Chazhou".

Chen Yang observó la expresión de Xiao Fangxu, y de repente se dio cuenta de ello. Se dio una palmada en la frente y se dio la vuelta para gritar: "¡Chazhou! ¡Maestro, es Chazhou! ¡El Joven Maestro está bien!"

Estos gritos fueron tan sorprendentemente fuertes haciendo que el alma de Xiao Chiye, sobresaltada, volviera a su cuerpo. Se dio la vuelta y se dirigió a Xiao Fangxu, tan agitado que sus ojos se habían puesto rojos. Cuando llegó a Xiao Fangxu, volvió a girar en su sitio una vez antes de que finalmente se limpiara la cara y dijo: "¡Dios mío, querido padre!"



◈ ◈ ◈



Las costras de la palma de Shen Zechuan se habían caído, dejando sólo una cicatriz.

Tan pronto como pasó el octavo mes, cesó la lluvia en Cizhou. La nevada se intensificó y el clima se volvió aún más frío. Yao Wenyu, que se había resfriado en los últimos días, permanecía en el interior con el calentador de mano y rara vez se aventuraba a salir. Shen Zechuan todavía tenía a Fei Sheng siguiéndolo. Contrariamente a las expectativas, Li Xiong apenas volvió a mencionar a Lei Jingzhe.

"¿Han Jin sigue en prisión?" Shen Zechuan bebió su medicina y le preguntó a Fei Sheng mientras estaba junto a la ventana.

Fei Sheng respondió: "Sigue allí. El Maestro es benevolente al no matarlo, sin embargo, sigue levantando un tono y llorando todo el día sin una señal de arrepentimiento".

Shen Zechuan agarró el cuenco de porcelana en su mano y miró el patrón durante un rato antes de decir: "Es el hermano menor de Han Cheng".

Fei Sheng bajó la mirada sin motivo y se estremeció.

Han Cheng ejecutó a Qi Huilian allí mismo, en la calle. Basándose en lo que Fei Sheng había deducido respecto al temperamento de Shen Zechuan, la razón por la que mantuvo con vida a Han Jin no era para coaccionar a Qudu, sino retenerlo para un mayor propósito. Fei Sheng no se atrevió a adivinar, tampoco tenía deseos de adivinar. Como guardia, era la daga de Shen Zechuan. El deseo de Shen Zechuan era su orden.

Shen Zechuan levantó los ojos y miró por la ventana los fríos rayos del sol en el suelo, que dejaban rastros de manchas de lágrimas a través de la escarcha. Dejó escapar una inexplicable sonrisa y dijo: "Suéltalo".

Fei Sheng reconoció la orden.

Shen Zechuan agregó: "Báñalo y dale una muda ropa, luego dale una comida y un sofá blando. No es necesario que haga nada, déjalo jugar a gusto".

El zorro y el lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora