Capítulo 160: Rumor

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Sorprendido por Han Jin, Gao Zhongxiong retrocedió un par de pasos y chocó con los barrotes que tenía detrás.

Han Jin no podía ni siquiera soportar las picaduras de mosquitos cuando marchaba a la guerra, y mucho menos aguantar las sucias condiciones de la prisión; iba muy en contra de su voluntad acabar en semejante situación. Cuando vio la expresión de Gao Zhongxiong, no pudo evitar soltar un lamento, "¡Hombre traicionero! ¡Es por tu culpa que estoy en este estado!"

Gao Zhongxiong no se atrevió a responder y se pegó a los barrotes mientras se dirigía a la entrada.

Sintiendo que su odio aumentaba, Han Jin lanzó un torrente de improperios. "Te uniste al traidor Shen. ¡Qué desvergonzado! ¡Esclavo desleal y renegado que complace a un traidor!(1) Gao Zhongxiong, ¡solo eres un alma miserable sin nadie a quien recurrir! No te vayas, vuelve, tú..."

Gao Zhongxiong se mostró apenado mientras empujaba la puerta de la prisión para abrirla y se sacudía esa implacable e inquietante voz detrás de él. Afuera, el gélido viento le heló toda la espalda. Los literatos apreciaban su reputación, ¿quién no quería pasar a la historia como un erudito honorable y no contaminado por los males políticos?(2) Las palabras 'esclavo desleal y renegado' supusieron un golpe tan duro para Gao Zhongxiong que casi no pudo volver a ponerse en pie. Tenía decenas de miles de agravios reprimidos en su pecho sin ningún lugar para desahogarse, y acabaron por acumularse en una ola de náuseas tan abrumadora que se agarró a la pared y vomitó.

Gao Zhongxiong vomitó todo lo que había consumido ese día, vomitando hasta que tuvo un caso de reflujo ácido. Se apoyó contra la pared y poco a poco se fue sentando en el suelo. Mientras miraba hacia el vasto cielo, pensó en sus mayores en Yuzhou. Se limpió la boca con un pañuelo, pero las lágrimas no dejaban de correr por sus mejillas, así que se las secó con la manga. Finalmente, se abrazó a sí mismo, se dio la vuelta para acurrucarse en una esquina y lloró mientras procuraba reprimirlo.

¿Quién estaría dispuesto a renunciar a su dignidad e inclinarse ante el poder por una miseria?

No Gao Zhongxiong, pero sin esta miseria, moriría. Para buscar una salida, incluso dejó a un lado su sensibilidad. Si alguien le dijera hace cinco años que se inclinaría servilmente ante un corredor del Yamen para ser un funcionario menor en el futuro, preferiría morir. Pero ahora no sólo había hecho eso; sino que incluso estaba dispuesto a aprender a halagar a los demás por pequeños beneficios.

Un tiempo indeterminado después, Gao Zhongxiong se levantó, arregló y se acercó a la pared hasta salir al exterior. Al pasar junto al Yamen, tuvo la sensación de que los susurros a su alrededor iban dirigidos a él, pero no pareció sentir nada. Como había dicho Yao Wenyu, el pasado no era más que un sueño. Él también había despertado.

"Este humilde es Gao Zhongxiong, y mi humilde nombre de cortesía es Shenwei". Gao Zhongxiong entró al Yamen y se inclinó mientras decía a los demás. "Es por recomendación personal del Vicecomandante que este humilde ha venido a ofrecer mis habilidades de escritura para el uso del Yamen. En el futuro, este humilde se encargará de redactar todas las proclamas oficiales y avisos públicos que el Yamen necesite".



◈ ◈ ◈



En un abrir y cerrar de ojos, ya era el final del octavo mes. Kong Ling y Yu Xiaozai habían regresado de su viaje a Huaizhou. La discusión en Huaizhou se desarrolló sin problemas. Lo único extraño fue que cuando pasaron por el Paso Luoxia en el camino de regreso, encontraron la actitud del Comandante del Paso Luoxia cargada de sutilezas; era mucho más agradable que cuando pasaron por allí en su camino a Huaizhou.

El zorro y el lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora