Capítulo 148: Ganar y perder

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En el tercer cuarto de la hora yin, Qiao Tianya levantó la cortina.

Yao Wenyu estaba hablando en sueños, el dolor en sus piernas lo hacía sudar incluso mientras dormía. La ropa de cama no estaba tan bien acolchada y, como aún no era la temporada de lluvias en Cizhou, las ventanas se encontraban abiertas y las persianas de bambú se mecían con el viento. Yao Wenyu yacía abrazado por el viento, como si se apoyara en la lluvia de primavera.

Hace varios meses, la tormenta del Colegio Imperial golpeó de lleno a los funcionarios de la corte imperial de origen humilde. Kong Qiu y Cen Yu fueron los primeros en llevarse la peor parte, incluso Yao Wenyu tampoco se salvó. Después de que pasó la tormenta, Yao Wenyu recibió refugio y protección de Kong Qiu y apenas apareció públicamente en Qudu; en cambio, acompañó a Hai Liangyi en el Monte Bodhi todos los días, hasta el día en que su carruaje de caballos fue emboscado.

Ese día, Yao Wenyu se encontró con Xue Xiuzhuo.



◈ ◈ ◈



Xue Xiuzhuo y Yao Wenyu eran compañeros de estudios. Mucho antes de Hai Liangyi, ambos habían estudiado juntos en la escuela del Señor Changzong. Hai Liangyi había sentido predilección por Yao Wenyu inicialmente debido al Viejo Maestro Yao. Por aquel entonces, Xue Xiuzhuo ya había enviado tres tarjetas de visita a Hai Liangyi con la esperanza de ser aceptado como estudiante de éste, pero todos sus intentos fueron rechazados por Hai Liangyi.

Yao Wenyu a menudo escuchó a Xi Hongxuan hablar sobre Xue Xiuzhuo, porque éste vivió en circunstancias difíciles durante sus primeros años en la Residencia Xue. Tras la muerte de su padre, las respectivas camarillas dentro del Clan Xue lucharon con uñas y dientes por su herencia de campos y mansiones, provocando tal alboroto que todos en Qudu lo sabían, y fue por esto que los clanes nobles los despreciaron. El hijo legítimo, Xue Xiuyi, era un hombre pretencioso que fingía ser un hombre de letras; no sabía nada de antigüedades, lo engañaban constantemente para que gastara enormes cantidades de plata en ellas. En pocos años, la riqueza del Clan Xue se había desperdiciado por completo. Las ramas colaterales del Clan Xue se alejaron gradualmente de la rama principal, y apenas se molestaron en seguir esquilmando. Xue Xiuyi se pasó todo el día jugando. Quería ingresar a la Academia Hanlin, por lo que mandó a enviar una gran cantidad de obsequios a Hua Siqian, que entonces ocupaba simultáneamente los puestos de Canciller de Hanlin y Gran Secretario de la Gran Secretaría; todo era un intento desesperado de hacer la pelota que sólo sirvió para que lo desairaran. Incluso el Marqués Helian y el Clan Fei lo veían con desdén.

Todos habían pensado que era el fin del Clan Xue, pero fue en ese momento que Xue Xiuzhuo hizo su gran avance. Su iniciación en la Academia Hanlin fue legítima, se realizó a través de los canales adecuados al aprobar los exámenes. Hai Liangyi era quien revisó críticamente los trabajos de entonces, y los ensayos de Xue Xiuzhuo sobre política contemporánea fueron sobresalientes. No era casualidad que su nombre apareciera en la lista de aprobados. Yao Wenyu había leído todos los ensayos de Xue Xiuzhuo sobre política contemporánea. El Xue Xiuzhuo recién ingresado en la Academia Hanlin rebosaba de impulso y energía. Incluso se podía ver en él la sombra de Qi Huilian. En repetidas ocasiones envió memoriales al emperador para hablar sobre la reevaluación de los campos en las áreas locales, que era lo que Qi Huilian había dejado inconcluso en aquel entonces. Tomemos como ejemplo las Ocho Ciudades de Qudu: los clanes nobles engulleron las granjas y campos de los plebeyos sin informar a las autoridades, anulando así el impuesto sobre la tierra de diez mil hectáreas de campos. Esto era algo que no se podía discernir en las auditorías cuando el Ministerio de Ingresos estaba bajo el control de Wei Huaigu y el resto.

El zorro y el lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora