Capítulo 156: Cuñada mayor

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Lu Yizhi se bajó del carruaje y Ding Tao se acercó con alegría a saludarla. Lu Yizhi estaba feliz de verlo y tiró de él mientras lo echaba un vistazo. "Tao-zi también ha crecido una cabeza más, ¿por qué no regresaste a casa con el Segundo Joven Maestro?"

Ding Tao respondió: "El Maestro me ordenó que me quedara, y estuviera al lado del Joven Maestro".

Lu Yizhi llamó a la sirvienta para que trajera dulces a Ding Tao. Se sentó en la silla, juntó las manos debajo de las mangas y preguntó gentilmente: "¿El Segundo Joven Maestro se queda aquí a menudo?"

Ding Tao dudó, habiendo sido advertido por Qiao Tianya antes, pero tampoco se atrevió a mentir a la Consorte del Príncipe Heredero.

Así que Lu Yizhi habló con una voz aún más suave, "Cuando estuviste en casa la última vez, a menudo venías para aliviar mi aburrimiento. El Nieto Heredero siempre ha sabido de su Tao-zi gege; anhela constantemente que vengas a casa y juegues con él". Mientras hablaba, se giró ligeramente hacia un lado, luciendo un poco triste. "Han pasado seis años desde la última vez que vimos a nuestro pequeño Tao-zi, y se ha distanciado mucho de mí".

Ding Tao se apresuró a responder: "¡No, en absoluto! La Consorte me trata bien. Incluso antes de que me fuera a Qudu, le encargaste a Jin-ge que cuidara de mí. Lo recuerdo todo".

Lu Yizhi se volvió entonces y dijo: "Eres joven. Como hermanos mayores, es su responsabilidad cuidar bien de ti. Cuando me enteré de cómo Ah-Ye era acosado constantemente en Qudu, no podía comer y no paraba de dar vueltas en la cama toda la noche. Me preocupé durante mucho tiempo..."

Al escuchar esto, Ding Tao respondió de inmediato: "El Maestro no resultó herido cuando dejó Qudu. Las Ocho Grandes Divisiones de Entrenamiento no pudieron alcanzarnos, y ese Han Jin que vino tras nosotros sigue encerrado en la cárcel. La Consorte no debe preocuparse, el Maestro es un hombre formidable ahora".

"Ya que Ah-Ye es así de impresionante", Lu Yizhi habló con preocupación, "¿Por qué ha tardado tanto su viaje?"

"El Joven Maestro resultó herido", relató Ding Tao. "El Maestro quedó atrapado en la capital por Han Cheng, y el Joven Maestro le ayudó mucho. Pero ese Han Cheng era realmente abominable—incluso utilizó al Profesor del Joven Maestro para amenazarlo. El Joven Maestro no logró salvar a su Profesor y, después de dejar Qudu, cayó gravemente enfermo. Todos los médicos en el camino no fueron de ayuda, así que no nos atrevimos a apresurarnos".

Lu Yizhi no sabía quién era el Profesor de Shen Zechuan, pero se alarmó al escuchar esto, y sus expresiones delataron algo de su genuina preocupación cuando preguntó: "¿Qué pasó después? ¿Se ha recuperado?"

Ding Tao no sabía cómo explicar esto. "Parece haberse recuperado, pero el Maestro y el Abuelo dicen que no es así. La última vez que el Joven Maestro estuvo en Chazhou por negocios, cayó enfermo en el camino y el Maestro se enfureció terriblemente cuando regresó".

Lu Yizhi lo sabía. Como era de esperar, Xiao Chiye sí que venía a menudo. "Nunca he visto a Ah-Ye enojado".

"Pero el Maestro tenía prisa y sólo se quedó una noche antes de que tuviera que irse". Ding Tao lo pensó un momento antes de añadir en voz baja: "Entró dando un salto mortal por el muro".

Lu Yizhi comprendió y dijo: "Entonces, ¿eres feliz quedándote aquí? Si quieres volver conmigo, te llevaré".

Ding Tao vaciló; quería regresar a Libei, pero tampoco podía dejar de lado Cizhou sin más. Había hecho planes con Li Xiong para ir a pescar a las afueras de la ciudad en invierno, y también le había prometido a Ji Gang que aprendería una serie de movimientos antes del año nuevo. Lo más importante es que Shen Zechuan nunca dedujo su asignación y nunca lo había regañado, incluso cuando tenía las ranas en el patio de Shen Zechuan.

Lu Yizhi se quedó pensativa al observar esto. Le dio una palmadita a Ding Tao en la cabeza y no lo puso más en un aprieto. Si Ding Tao se mostraba así de indeciso, significaba que Shen Zechuan lo trataba muy bien, y esto era una prueba de que no era una persona difícil de tratar; por lo menos, tenía una paciencia excepcional con este joven medio crecido.

Lu Yizhi reflexionó para sí misma.

Se trataba de un hombre apuesto, doméstico, paciente y leal que valoraba los lazos. No sólo podía ocuparse de los asuntos domésticos, sino que también podía ocuparse de los deberes oficiales. Podía mantener a Ah-Ye bajo control y, sin embargo, no era demasiado dominante. Su salud no era la mejor, probablemente una vieja dolencia de sus primeros años en Qudu. Y a pesar de los muchos contratiempos que había sufrido en su vida, siguió siendo amable y tolerante.

¡Qué niño tan maravilloso!

 Lu Yizhi dio una palmada y dijo emocionada: "Rápido, prepara el pincel y la tinta. Voy a escribir una carta. Envíala a Dajing durante la noche, y haz que el Príncipe Heredero se lo entregue a Su Señoría en el campo de batalla cuando haya terminado de leerla".



◈ ◈ ◈



Como un hombre que no pertenecía a la familia inmediata de Lu Yizhi, dado su estatus, Shen Zechuan no podía presentarle sus respetos cara a cara, por lo que erigió una pantalla en el patio para separarlos. Ya se habían enterado de que Lu Yizhi estaba de paso y, por ello prepararon un pequeño banquete para recibir a este invitado de lejos, con la esposa de Zhou Gui como compañía durante la comida.

La Señora Zhou era muy astuta, en repetidas ocasiones elogió a Shen Zechuan hasta el cielo durante sus conversaciones privadas con Lu Yizhi y eligió algunos incidentes para contárselos. La impresión inicial de Lu Yizhi del Clan Shen se había basado en Shen Wei. Fue Xiao Chiye quien le envió una carta durante la noche en la que hablaba sin parar de las bondades de Shen Zechuan durante tres páginas completas. Finalmente, dijo implícitamente que su padre lo había golpeado en el campo de batalla e incluso lo había degradado. También ocultó el incidente en el que había estado en peligro en el Estandarte Tudalong y se limitó a decir que estaba herido, lo que hizo que el corazón de Lu Yizhi le doliera tanto que no quiso reprocharle más sobre este asunto.

Lu Yizhi solo se quedaría una noche, todavía tenía que dirigirse al sur, a Chazhou mañana. Cuando terminó el banquete, convocó específicamente a Shen Zechuan al salón. Cuanto más lo miraba, más guapo le parecía y más satisfecha estaba. Al recordar la mención de Xiao Chiye sobre el pasado de Shen Zechuan, así como lo que había escuchado de Ding Tao, no pudo evitar sentir un tierno afecto por Shen Zechuan.

Shen Zechuan pensó que la forma en que la Consorte del Príncipe Heredero lo miraba era igual al como uno miraría a un conejo; ella era tan gentil como podía ser, como si ser un poco más feroz haría que él se asustara.

"Vicecomandante Shen", dijo Lu Yizhi con voz suave y gentil. "Te he impuesto y te he causado problemas, así que espero que puedas aceptar este regalo como un gesto de mi agradecimiento y aprecio".

Sin siquiera esperar a que Shen Zechuan respondiera, le hizo un gesto a la sirvienta para que se lo presentara. Al contrario de lo que esperaba, no era nada raro, sólo satén en una caja. Como no era nada valioso, Shen Zechuan no lo rechazó después de algunas cortesías. Pero al aceptarlo, la caja le pareció pesada.

Cuando Shen Zechuan regresó al patio, lo abrió para echar un vistazo. Había brazaletes de oro y jade acolchados en el fondo, todos con intrincadas incrustaciones y reliquias familiares exquisitamente elaboradas con mano de obra de calidad.

¡Fei Sheng echó un vistazo a hurtadillas detrás atrás y se maravilló al pensar si esto no fuera un conjunto de reliquias familiares destinadas a ser transmitidas a la nuera! Pero no se atrevió a vocalizar sus pensamientos, y desvió la mirada en silencio, dejando a Shen Zechuan solo en el lugar, desconcertado.

El zorro y el lobo.Where stories live. Discover now