The Demonic King Chases His Wife [Parte 2] [Trad. al español]

Capítulo 389: Palacio del Pez Amatista (11)

Capítulo 389: Palacio del Pez Amatista (11)

El monumento de la vida y la muerte decía que había un total de cuatrocientas noventa y nueve habitaciones de piedra, y cada habitación era diferente.

Si tenías buena suerte, tal vez solo entrando, encontrarías un tesoro divino.

Si tenías mala suerte, tal vez solo al entrar, te enfrentarías a una feroz bestia prehistórica.

Una habitación con un tesoro celestial sería una suerte para ti, podías salir en cualquier momento. Sin embargo, una habitación de piedra con una feroz bestia prehistórica, a menos que hayas matado a la bestia defensora en el interior, de lo contrario, tendrías que esperar hasta que el oponente te destrozase.

Si la fuerza era igual, cuando el Palacio del Pez Amatista desapareciera una vez más, esa persona también desaparecería con el palacio. Si la persona fuera capaz de resistir cien años de inanición, tal vez después de cien años, todavía podrían aparecer, pero ¿cómo podría ser esto posible?

Por tanto, el riesgo coexistía con las recompensas. Cuanto mayor fuera el riesgo, mayores serían las recompensas.

Cada uno solo podía elegir una habitación de piedra para entrar, y además, nadie sabía a qué se enfrentarían.

Algunas personas retrocedieron, sin atreverse a entrar, mientras que otras avanzaron valientemente para conseguir un tesoro celestial.

En este momento, mucha gente parecía estar dudando, todos y cada uno de ellos estaban parados frente a la puerta de una habitación de piedra, caminando de un lado a otro. Tenían la apariencia de querer entrar pero no atreverse a hacerlo.

Sin embargo, Su Luo no tenía esta preocupación por completo, porque tenía el pequeño dragón divino. El pequeño dragón divino siempre había estado obsesionado con los eventos de búsqueda de tesoros.

Ahora, el pequeño dragón divino parecía estar especialmente animado y resplandeciente de espíritu.

Su nariz olfateó los alrededores, luego, soltó sus pequeñas piernas cortas y corrió hacia adelante.

La esquina de la boca de Nangong Liuyun se frunció ligeramente.

Calculó que el creador del Palacio del Pez Amatista tampoco se había imaginado que algún día existiría este tipo de cachorro capaz de identificar si dentro de la habitación se escondía un tesoro o no a través de su sentido del olfato.

Esto era simplemente hacer trampa, además, hacer trampa con confianza en sí mismo y rectitud.

Ahora, el pequeño dragón divino, ansioso, sacudiendo las nalgas, corrió a la velocidad del rayo. Mientras que Su Luo y Nangong Liuyun simplemente caminaban lentamente, como si ese pequeño cachorro que corría salvaje y felizmente, se estuviera divirtiendo y no estuviera relacionado con ellos.

Finalmente, el pequeño dragón divino detuvo sus pasos y se detuvo alegremente frente a la puerta de una habitación de piedra.

El número de la habitación de piedra era 123.

Frente a la puerta de esta habitación de piedra, ahora acababa de pasar una persona con un cuerpo maravilloso y la apariencia de una hermosa señorita. Esta señorita, con la que Su Luo estaba muy familiarizada, no era una extraña, sino el Hada del Lago Jade.

Ahora, ella estaba parada frente a la puerta murmurando para sí misma, su mano sosteniendo una brújula que parecía un instrumento de prueba.

Solo se veían sus cejas largas y bien formadas, levemente fruncidas, titubeó un buen rato, sin haber decidido si quería entrar o no.

Cuando el pequeño dragón divino vio a esta señorita parada frente a esta habitación de piedra, ¡inmediatamente se puso ansioso!

¡El tesoro dentro de esta habitación, no podía dejar que otros se lo arrebataran!

Una vez que el pequeño dragón divino se puso ansioso, enseguida le enseñó los colmillos al Hada del Lago Jade, gruñendo ferozmente. Tenía un destello ominoso en sus ojos, amenazándola para que se fuera rápidamente.

En general, la mayoría de los animales tenían el instinto de proteger su comida, y el pequeño dragón divino, en comparación con ellos, tenía aún más alto grado en su instinto de proteger el tesoro.

El tesoro que le gustaba, ¿cómo podía permitir que otros fueran un paso más rápido y fueran los primeros en cogerlo?

El pequeño dragón divino no sabía por completo cuán adorable era su diminuta figura con su carita tensa en una expresión mortalmente seria, cuán lindo y adorable se veía. Su corazón solo estaba enfocado en alejar a la persona.

La contemplación del Hada del Lago Jade fue interrumpida, bajó la cabeza para ver a un pequeño cachorro aullarle enojado. Echando otro vistazo, inmediatamente reconoció que este pequeño bastardo era la mascota espiritual de Su Luo.

En ese momento, originalmente, una flecha podría haber sido disparada a Su Luo para causarle la muerte, pero luego esta pequeña cosa salió e inesperadamente, fuera de la imaginación de todos, mordió esa flecha lanzada.

En ese momento, había prestado mucha atención a esta pequeña cosa, ahora al verla, inmediatamente, sus motivos egoístas aumentaron.

Esta cosita obviamente no era un cachorro ordinario, muy probablemente, era algo raro. una mascota espiritual mágica. Sin embargo, ya había firmado un contrato con Su Luo.

Pero no importaba, cuando Su Luo muriera, el contrato se levantaría automáticamente, ¡entonces esta pequeña cosa sería suya!

Ahora, ella primero tendría que establecer una buena relación.