The Demonic King Chases His Wife [Parte 2] [Trad. al español]

Capítulo 256: El Palacio Real del Príncipe Jin (7)

Capítulo 256: El Palacio Real del Príncipe Jin (7)

Sin esperar a que Su Luo respondiera, Nangong Liuyun volvió a reírse pícaramente mientras se acercaba a los oídos de Su Luo y exhalaba tranquilamente un suspiro antes de agregar otra frase: "¿O si no, este rey podría calentar tu cama como una disculpa?"

La pequeña cara de Su Luo se enrojeció cuando lo fulminó con la mirada: "Nangong Liuyun, ¿es posible que seas más desvergonzado?"

Como se esperaba, Nangong Liuyun se rió aún más descaradamente. Él alzó de manera fascinante, casi hechizante, las comisuras de su boca mientras extendía una mano para rozar la punta de la nariz de Su Luo. Las esquinas de sus ojos de fénix se elevaron ligeramente: "¿Prefieres estar arriba? Este rey también puede bajar un poco su orgullo y voluntariamente acostarse por ti, ¿sí?"

¡Esta persona era ciertamente desvergonzada hasta el extremo! ¡Simplemente no había límite para él!

Si tuviera una competencia con él sobre quién tenía la piel más gruesa, ella misma definitivamente sería la perdedora.

Una vez que Su Luo se dio cuenta de la situación, decidió decididamente cambiar el tema.

Ella sacó una bata de baño del estante y se la arrojó ferozmente a la cara. Ella levantó la ceja y dijo fríamente: "Habla solo después de que te hayas vestido. Siendo Su Alteza, el Príncipe Jin y comportándose de esta manera, ¿qué tipo de escándalo causaría esto?"

Nangong Liuyun se sorprendió por sus palabras. Después de una mirada en blanco, comenzó a reír a carcajadas, mientras expresaba un deleite extremo: "Pequeña Luo Luo, ¿no sientes que hablar de esta manera es más franco?"

Nangong Liuyun señaló la situación entre ellos en este momento.

Nangong Liuyun estaba indudablemente desnudo y la actual Su Luo, debido a la caída en la piscina de aguas termales, estaba empapada de pies a cabeza. Su ropa estaba pegada a su cuerpo, revelando y acentuando todas sus exquisitas curvas.

La Su Luo de quince años ya mostraba algunas cualidades que valían la pena mirar.

El par de encantadores ojos coquetos de Nangong Liuyun se clavaron firmemente en los de Su Luo. Observó imprudentemente el pecho suavemente empapado de Su Luo y su mirada se oscureció, una atmósfera lujuriosa se preparó...

Esta persona... ¡Su Luo lamentó que de una sola bofetada no pudiera dejarlo inconsciente!

Resoplando furiosamente, Su Luo le arrebató la bata de baño en sus manos e inmediatamente se envolvió con fuerza en ella.

La gran túnica envolvió todo su cuerpo pequeño pero fino y delicado. Solo una cabeza muy pequeña y ese par de ojos grandes y claros estaban expuestos, lo que la hacía parecer bastante inocente.

Nangong Liuyun se rió entre dientes antes de tirar de Su Luo y hacer que se sentara junto a la piscina. Tomó agua con ambas manos y comenzó a lavar su cabello negro como la tinta.

Al ver eso, los ojos de Su Luo se arrugaron. Ser mimado de esta manera era algo muy desconocido para ella, muy extraño, pero también se sentía bastante bien.

Su repentina ternura fue demasiado para ella, pero Su Luo no interrumpió sus pensamientos porque ella entendía a Nangong Liuyun.

Todo lo que hizo este hombre siempre tenía un motivo.

Como era de esperar, mientras Nangong Liuyun lavaba con ternura el suave cabello negro de Su Luo, sus dedos se movían en movimientos lentos, indescriptiblemente suaves y meticulosos. Las comisuras de sus labios una vez más se curvaron con severidad diabólica cuando dijo: "Chica tonta, ni siquiera te diste cuenta de que alguien te había grabado una huella, tan estúpida".

"¿Ah?" Su Luo levantó la cabeza y sus ojos perplejos se encontraron con el par de ojos negros celestiales de Nangong Liuyun, preguntó sin hacer ruido.

"¿No era así, sin importar cómo te disfrazaras o te escondieras, aún te encontraba el chico de la familia Liu?" Una intención asesina brilló en los ojos de Nangong Liuyun, pero la gran mano que le acarició el pelo todavía era extremadamente gentil.

"¿Lo sabes?" Su Luo estaba realmente hasta el extremo curiosa. Para ser honesta, durante todo este tiempo, ella había estado analizando constantemente este problema. ¿Por qué era que, independientemente de cómo se disfrazara o se escondiera, Liu Chengfeng siempre podía encontrarla? Esta pregunta la había dejado perpleja.

La gran palma caliente de Nangong Liuyun rozó su suave piel blanca mientras sus encantadores ojos bajaban un poco y las comisuras de sus labios se elevaban en una mueca sedienta de sangre. Sin embargo, su voz suave no tenía ni un hilo de humo ni fuego de su ira: "Chica tonta, ni siquiera sabes sobre el rastreo de huellas, ¿cómo vas a sobrevivir en este continente?"