The Demonic King Chases His Wife [Parte 2] [Trad. al español]

Capítulo 249: Huyendo del centro de la ciudad (8)

Capítulo 249: Huyendo del centro de la ciudad (8)

¡En esos momentos, Su Luo estaba extremadamente consternada al descubrir que sus palmas, con las que que apretaba fuertemente el eje del carro, estaban atascadas!

Era como si la parte inferior de este carruaje tuviera superpegamento, firmemente pegado a sus palmas. ¡No importa cuánta fuerza usara, sus palmas no podían moverse!

En este momento, el corazón de Su Luo estaba algo alarmado y temeroso.

¿Que acaba de suceder? Justo hace un rato, cuando los hombres de Ling Feng y Liu Manor estaban peleando, obviamente todavía podía mover sus manos. ¿Por qué no podía moverlas ahora?

Además, no eran solo sus dos manos, ¡incluso sus piernas eran como si hubieran crecido desde la parte inferior del carro, incapaces de moverse una pulgada, y mucho menos huir!

Su Luo continuó luchando sin parar, girando en un intento de liberarse, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles. En este punto, ella realmente estaba empezando a ponerse ansiosa.

En contraste con esto.

Dentro del carruaje, Su Alteza, el Príncipe Jin estaba descansando en el asiento de jade. Su cabello negro en cascada era tan liso como la seda, suelto con una cinta hecha de seda roja. Estaba pasando ociosamente las páginas de un libro en su mano.

Parecía que estaba pensando en algo divertido. Sus cejas largas y bien formadas, pintadas con un tinte negro azabache, eran como el rocío de la mañana sobre hilos de seda. Las comisuras de sus labios de repente se engancharon en una sonrisa cautivadora que podría robar el alma de una persona. Fue tan deslumbrante y llamativo como las flores de cerezo en marzo.

Sus dedos largos, bien definidos y delgados, golpeaban continuamente la mesa. Sus ojos de fénix estaban inclinados hacia arriba, con un destello de una sonrisa juguetona pasando por sus ojos brillantes.

Luchando en vano durante todo el viaje, el Caballo Dragón Escamado llevó a Su Alteza, el Príncipe Jin y a Su Luo que estaban debajo del carruaje de regreso a la Mansión Real del Príncipe Jin juntos.

En la entrada de la mansión, Su Alteza, el Príncipe Jin salió del carruaje y, bajo la escolta de un grupo de personas, se dirigió hacia el patio interior.

En este momento, Su Luo de repente se sorprendió al descubrir que había recuperado su capacidad normal de moverse como antes.

Su Luo consideró secretamente que si no se iba ahora, ¿hasta cuándo esperaría? Si esperaba hasta que Nangong la descubriera, su situación se volvería amarga.

Su Luo se deslizó furtivamente debajo del carruaje, justo cuando se levantó y estaba a punto de huir, de repente, Su Alteza, el Príncipe Jin se dio la vuelta. Su encantadora mirada de fénix ardió en esa figura furtiva.

"Tú, ¿eres un recién llegado?" La voz de Su Alteza, el Príncipe Jin era natural, no poderosa, enojada o intimidante.

Al escuchar esas palabras, el cuerpo de Su Luo se congeló de inmediato en el acto. ¡Mierda! ¿Por qué debía ser descubierta en el último momento? ¿Cómo podría ella alejarse?

Sin embargo, Nangong no la había reconocido ¿verdad? Su Luo bajó la cabeza. Así es, en este momento, ella estaba disfrazada de hombre. Era razonable que el Príncipe Jin no la reconociera.

"Su Alteza te está haciendo una pregunta, ¿eres un nuevo sirviente reclutado para la mansión?" Al ver que Su Luo tardaba en responder, Ling Feng la miró fríamente. Dio un paso adelante para agarrar a Su Luo y la entregó ante Su Alteza, el Príncipe Jin.

La velocidad de Ling Feng era tan rápida como el viento, la brecha en sus niveles era demasiado grande. Su Luo realmente no tuvo tiempo de resistirse.

Actualmente, Su Luo estaba llorando mentalmente con resentimiento. No importaba cuán incómoda se sintiera, en la superficie todavía simulaba una sumisa apariencia de sí. señor.

Su Luo gruñó de miedo y temor: "Sí, este pequeño es nuevo aquí, estoy haciendo algunos trabajos en la cocina, justo ahora iba en la dirección equivocada. ¡Este pequeño volverá ahora mismo!" Dicho esto, los pies de Su Luo se prepararon para deslizarse rápidamente.

Quién sabe por qué, las pupilas negras de Su Alteza, el Príncipe Jin brillaban con una luz oscura que ondulaba misteriosamente mientras decía con indiferencia: "Al ver que pareces bastante inteligente, de ahora en adelante, quédate al lado de este rey y sírveme personalmente".

¿Personalmente, que le sirviera personalmente? Su Luo quedó inmediatamente estupefacta.

¿Qué estaba haciendo Nangong Liuyun? ¿Estaba haciendo esto a propósito? ¿Vio él a través de su disfraz y estaba jugando deliberadamente con ella? ¿Por qué a ella, que lo estaba haciendo bien, de repente se le pidió que lo atendiera personalmente?

Ling Feng miró de manera infeliz a Su Luo: "¿Por qué sigues jugando? ¡No te demores, ve a alcanzarlo y espéralo! "

Pero Su Luo lo pensó de nuevo, ya que su propia cara había sido alterada tanto, por derecho, Nangong Liuyun no debería haber visto a través de su disfraz.