The Demonic King Chases His Wife [Parte 2] [Trad. al español]

Capítulo 316: Regreso a Su Manor (16)

Capítulo 316: Regreso a Su Manor (16)

Ahora, Su Alteza, el Príncipe Jin estaba tratando con toda la familia hasta que quedaron en terrible forma. Y ella todavía estaba aquí rompiendo antigüedades y porcelana para ventilar sus sentimientos. ¿Cómo llamarías a esto?

Su Xi volvió la cabeza para mirar con odio a Su Jingyu, y dijo con furia: "¡Tú, déjame en paz! ¡Ve y besa a la segunda hermana mayor! ¡Ella volará hasta la rama superior en la posición del fénix! Todos ustedes deberían adularla, eso será bueno. ¡¿Por qué vienes a buscarme?!

Su Xi fue consentida y mimada desde la infancia por la Señora Su y otras personas. Siempre había sido incapaz de contener sus palabras, todas sus emociones se mostraban en su rostro.

Con solo escuchar sus palabras, Su Jingyu entendió de inmediato. Resultó que esta chica estaba bebiendo vinagre a causa de Qing'er. Desafortunadamente, esta chica no se dio cuenta de lo difícil que era la situación de Qing'er en este momento.

Su Jingyu, con ambos brazos cruzados, miró fríamente a Su Xi: "Ella es tu segunda hermana mayor, si puede ser la Princesa Jin, toda nuestra familia se levantará junto con ella como las mareas. Además, ¿no estáis tú y el príncipe heredero intercambiando miradas de coqueteo? ¿Puedes convertirte en la concubina imperial del príncipe heredero y aún así no estar contenta?"

"Antes de que apareciera Su Alteza, el Príncipe Jin, el Príncipe Heredero no era malo, pero ahora, ¿cómo se puede comparar el Príncipe Heredero con Su Alteza, el Príncipe Jin? ¿Puede él? Hermano mayor, usa tu propia conciencia y habla, ¿tengo razón?"

Su Xi fue muy contundente, acercándose paso a paso, un par de ojos en forma de almendra brillando hasta que fueron enormes. Ambas mejillas estaban hinchadas, emitiendo un jadeo de rabia.

"Eres una chica tan mala, de hecho realmente astuta y rebelde". Su Jingyu se asomó la frente y tomó su mano, "Está bien, ven a caminar con el hermano mayor".

"¿A donde?" Su Xi claramente no estaba contenta, con un movimiento se sacudió la mano.

"Salón de recepción, alguien quiere verte". La sonrisa de Su Jingyu fue algo enigmática.

"¡No voy!" Su Xi se sentó furiosa en la cabecera de su cama mientras abrazaba el pilar de la cama con la cabeza apoyada en él, "¡No voy! ¡No seré feliz yendo! ¡No estoy dispuesto a ir! ¡A quién le gustase, es quién debería ir! "

"¿Oh? ¿Realmente no vas a ir? Su Jingyu sintió que burlarse de esta niña era extremadamente divertido. El caos desordenado en su corazón fue barrido. En cualquier caso, ya fuera Qing'er o Xi'er, ambas eran sus hermanas menores, además, a ambas les gustaba Su Alteza, el Príncipe Jin. Era mejor que él, como hermano mayor, no controlara tanto.

"Sí, no quiero ir. Hermano mayor, vete rápido, vete rápido. ¡Solo verte me irrita! " Su Xi agitó la mano con impaciencia.

Su Jingyu levantó el pie y estaba a punto de irse. Cuando se dirigió a la puerta, suspiró sin prisa: "Ay, Su Alteza, el Príncipe Jin no quiere una Qing'er tan destacada, ¿cómo pudo haberse enamorado de ti, una chica tan mala? Realmente incomprensible para la gente. Bien, ya que no irás... "

"¡¡¡Ah, ah, ahhhh!!!" Su Xi inmediatamente saltó alrededor de un metro de altura, su cabeza golpeó contra el pilar de la cama. Dolía tanto que las lágrimas estuvieron a punto de salir.

Sin embargo, simplemente no tuvo tiempo para lidiar con el dolor. Se arrojó directamente hacia Su Jingyu. Su rostro estaba tan emocionado que los músculos temblaban: "¡Mayor, hermano mayor! ¿Qué dijiste hace un momento? ¿Qué fue lo que dijiste?"

"Nada, no dije nada". Su Jingyu extendió ambas manos e inocentemente se encogió de hombros.

"¡¡¡Hermano mayor!!!" Ambas manos de Su Xi se aferraron al cuello de Su Jingyu. Se veía feroz y fingiendo enojo, dijo: "¡Habla rápido, habla rápido, quieres que me vuelva loca de estar tan alterada!"

Su Jingyu dejó escapar un suspiro un tanto impotente.

¿Cómo pudo Su Alteza, el Príncipe Jin tener tanto carisma y atractivo?

Estas chicas de su familia, todos los días, todas y cada una de ellas eran distantes, fríamente arrogantes, altas y poderosas hasta el extremo. No se comprometerían con nadie por nada, pero una vez que se encontraran con Su Alteza, el Príncipe Jin, cada una de ellas se acurrucaría como un pequeño gatito que era extremadamente lindo y se portaba bien.

Efectivamente, esa frase se dijo correctamente. Al ver a Su Alteza, el Príncipe Jin, evitarían matrimonios arreglados previamente.

De hecho, no eran solo estas chicas, incluso el Padre, la Madre y él incluido, quienes tampoco se atreverían a respirar con dificultad frente a Su Alteza, el Príncipe Jin, ¿verdad?

Estaba claro, había un tipo de personas, al nacer, su cuerpo tenía una especie de carisma que haría que la gente los reconociera y los sirviera.