Parte 282: Despertar un Domingo

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Era por la mañana y los ojos se Veigar se estaban abriendo poco a poco llenos de un tremendo cansancio.

La noche anterior había estado limpiando con Rammus el pequeño "incidente de sangre" de Lulu hasta muy tarde.

"¿Qué hora es?" - se preguntaba el mago

"........"

"Eh, Poro, muévete a un lado que no veo"

"........"

Echó un vistazo al reloj de su pared, no era muy tarde, era una buena hora para despertarse.

"Hey Lulu, es hora es de levan..."

"Zzzz..."

La brujita seguía dormida tras el incidente de anoche. La única diferencia es que ahora estaba abrazada al brazo del hechicero.

"Esta chica siempre es igual" - dijo mientras le ponía la mano en el hombro - "Lulu, venga, es hora de despertar..."

"Mmmm.... zzzz...."

"Lulu... venga..."

Mientras el brujo agitaba el hombro de la chica algunos de los botones de su pijama se quitaron, lo cual permitió que el brujo viera su morada piel.

"Dios... menos mal que no está despierta..."

"¿Mmmm?"

Cuando puso sus manos en el pijama de la chica para cerrarlo se dio cuenta de que esta estaba despierta y le estaba mirando fijamente.

"No es lo que piensas..."

"¿Se-seguro?" - preguntó algo nerviosa

"Muy seguro..."

"¿Y qué estabas haciendo entonces?"

"Trataba de despertarte... pero se te abrió el pijama por accidente..."

"Eso parece una excusa...."

"No es una excusa..."

"Pero parece una escusa..." - le dijo la chica mirando hacia otro lado

"Te estoy diciendo..."

Si uno se para a pensar en lo que dice Veigar, cualquiera lo vería como una estúpida y barata escusa. Comprensible.

"Quizás deberías haber pensado una mejor o..."

"¡No es una excusa!" - le gritó el brujo

"Normalmente no eres tan lanzado..."

"¡Te estoy diciendo que fue un accidente!"

El brujo solo quería marcharse de allí, pero al intentar levantarse la joven le agarró la mano y tiró de él.

Veigar aterrizó sobre los labios de Lulu, quien procedió a acariciarle la cara. El hechicero se recompuso y tras unos segundos se marchó del lugar.

"No olvides que estos labios siguen siendo solo tuyos" - le dijo sonriendo la chica

"Qué cursilada..."

"Qué antipático..."

"Cállate...."

"Gruñón..."

La chica se quedó mirando al pasillo para ver si volvía. Al ver que no lo hizo se limitó a sonreír y a levantarse de la cama.

El yordle mientras tanto se encontraba andando por los pasillos, pensando brevemente ne lo ocurrido junto al Poro.

"Lamento que tuvieses que ver eso"

"........"

"Entiendo que pueda ser..."

"........"

"Caótico o molesto..."

"Hey, Veigar, ¿qué tal el despertar de Lulu?" - le preguntó Rammus, quien estaba en el pasillo tranquilamente con una taza de café

"Pues ha sido... ¿cómo lo definiría?"

"¿Tranquilo? ¿Apacible?"

"Caótico..."

"¿Caótico?"

"Sí, resulta que... espera... Rammus..."

"Dime, te escucho"

"¿Qué haces desayunando tan tranquilamente?"

"Protejo mi esencia de vainilla, que hay mucho ladrón suelto"

"Imbécil..."

"Es broma, solo desayunar, osea, es la comida más importan..."

"Vete a tu mazmorra o te arrepentirás de haberte levantado"

"Tomo nota de ello"

"........"

"Buenos días a ti también, Poro"

"¡He dicho que largo!"

"Vale, vale..."

Rammus cogió su taza de café y marchó hacia las mazmorras. Mientras tanto Veigar se sentaba en las sillas de la cocina, era Domingo y algo le decía que iba a ser una mañana muy larga...

Las Crónicas de VeigarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora